Explicación de la sociedad del Antiguo Régimen a nivel de 4º de ESO y Bachillerato.
Presentación de José Luis de la Torre Díaz para www.educahistoria.com
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3. El tiempo del Antiguo RégimenEl tiempo del Antiguo Régimen
1519
Carlos V (Carlos I de
España) emperador del
Sacro Imperio
1525
Introducción del cultivo de la
patata en Europa (desde
América)
1543
Publicación de la obra de
Copérnico De revolutionibus
orbium caelestium
1545
Se inicia la explotación de
las minas de plata de Potosí
(Bolivia)
1563
Clausura del Concilio de
Trento
1571
La Santa Liga derrota a los
turcos en Lepanto
1598
Paz de Vervins. Fin de las
guerras de religión en
Francia
1618
Comienza la guerra de los
treinta años
1633
Galileo Galilei es condenado
por la Inquisición por herejía
1643
Luis XIV, el «Rey Sol»,
comienza su reinado
1648
Paz de Westfalia, fin de la
guerra de los treinta años:
hegemonía de Francia en
Europa
1682
Newton formula la ley de la
gravedad
1688
1689
Revolución «gloriosa» en
Inglaterra
1690
John Locke publica los dos
Tratados sobre el gobierno
civil
1694
Se funda el Banco de
Londres
1701
1714
Guerra de sucesión a la
corona española
1715
Muere Luis XIV de Francia.
Le sucede en el trono Luis XV
1733
1735
Guerra de sucesión en
Polonia
1740
1748 Guerra de sucesión austriaca
1748
Publicación de El espíritu de las
leyes, de Montesquieu
1751
Aparece el primer volumen de la
Enciclopedia
1756
1763 Guerra de los siete años
1762
Se publica El contrato social,
de Rousseau
1776
1783
Guerra de independencia de
Estados Unidos de América
1789
Comienza la revolución
francesa
Siglo XVISiglo XVISiglo XVISiglo XVI Siglo XVIISiglo XVIISiglo XVIISiglo XVII Siglo XVIIISiglo XVIIISiglo XVIIISiglo XVIII
3
4. Población, economía agraria y régimen señorial 1Población, economía agraria y régimen señorial 1
La transición demográfica 1La transición demográfica 1La transición demográfica 1La transición demográfica 1
La Europa del Antiguo Régimen se caracterizaba por la persistencia de
un régimen demográfico que dificultaba el crecimiento de la población.
Aunque la natalidad era muy elevada, la mortalidad también lo era, por
lo que la población crecía poco.
A lo largo de los tres siglos que abarca este período, la población
europea atravesó tres fases básicas:
En el siglo XVI, la población experimentó un crecimiento moderado
aunque significativo.
•El XVII fue un siglo de crisis, debido a la incidencia de las guerras,
las epidemias y el hambre, lo que produjo un estancamiento en todo el
continente, excepto en algunas zonas como las Provincias Unidas o
Inglaterra, que siguieron creciendo de forma moderada.
Durante el siglo XVIII, la población europea experimentó un
notable crecimiento, sobre todo en la segunda mitad.
4
5. Población, economía agraria y régimen señorial 2Población, economía agraria y régimen señorial 2
La transición demográfica 2La transición demográfica 2La transición demográfica 2La transición demográfica 2
El aumento demográfico del siglo
XVIII fue consecuencia de que las
tasas de natalidad siguieron
siendo muy altas (en torno al 40 por
mil), pero la mortalidad descendió
del 40-50 por mil a un 20-25 por mil.
La mortalidad disminuyó por cuatro
motivos:
1.Las guerras del siglo XVIII fueron
menos mortíferas.
2.Se produjeron menos epidemias.
3.Se redujeron las malas cosechas.
4. Se mejoró la dieta alimenticia.
5
6. Población, economía agraria y régimen señorial 3Población, economía agraria y régimen señorial 3
La transición demográfica 3La transición demográfica 3La transición demográfica 3La transición demográfica 3
6
En definitiva, en la segunda mitad del
siglo XVIII se modificó el ré gimen
demográfico en Europa y se pasó a un
nuevo régimen demográfico caracterizado
por la expansió n continua de la
població n.
• Como había más gente, aumentó la
demanda de productos básicos de
consumo (alimentos y vestido), por lo
que fue necesario elevar la
producció n.
• Por eso, el incremento de la població n,
junto a ciertas mejoras econó micas,
favoreció el crecimiento de la
economía.
7. Población, economía agraria y régimen señorial 4Población, economía agraria y régimen señorial 4
7
Entre los doce y los dieciocho meses después de la boda llegaba
el nacimiento del primer hijo.
F. LEBRUN .- Demografía: los tiempos difíciles,1980F. LEBRUN .- Demografía: los tiempos difíciles,1980
8. 7
Entre los doce y los dieciocho meses después de la boda llegaba
el nacimiento del primer hijo. Los siguientes nacían, por término
medio, cada dos añ os, lo que aseguraba a la familia siete u ocho
hijos en el mejor de los casos, es decir, si la unió n no se rompía
por la muerte del marido o de la mujer antes de que esta
alcanzase la edad de la menopausia.
F. LEBRUN .- Demografía: los tiempos difíciles,1980F. LEBRUN .- Demografía: los tiempos difíciles,1980
Población, economía agraria y régimen señorial 4Población, economía agraria y régimen señorial 4
9. 7
Entre los doce y los dieciocho meses después de la boda llegaba
el nacimiento del primer hijo. Los siguientes nacían, por término
medio, cada dos añ os, lo que aseguraba a la familia siete u ocho
hijos en el mejor de los casos, es decir, si la unió n no se rompía
por la muerte del marido o de la mujer antes de que esta
alcanzase la edad de la menopausia. El número medio de hijos
por familia se situaba entre cuatro o cinco, lo que equivale a una
tasa de natalidad del orden de 35 a 40 ‰ e incluso más, cifra
importante, pero lejos de los nacimientos anuales de una
fecundidad natural.
F. LEBRUN .- Demografía: los tiempos difíciles,1980F. LEBRUN .- Demografía: los tiempos difíciles,1980
Población, economía agraria y régimen señorial 4Población, economía agraria y régimen señorial 4
10. 7
Entre los doce y los dieciocho meses después de la boda llegaba
el nacimiento del primer hijo. Los siguientes nacían, por término
medio, cada dos añ os, lo que aseguraba a la familia siete u ocho
hijos en el mejor de los casos, es decir, si la unió n no se rompía
por la muerte del marido o de la mujer antes de que esta
alcanzase la edad de la menopausia. El número medio de hijos
por familia se situaba entre cuatro o cinco, lo que equivale a una
tasa de natalidad del orden de 35 a 40 ‰ e incluso más, cifra
importante, pero lejos de los nacimientos anuales de una
fecundidad natural. Diversos factores dan cuenta de esta cifra: la
edad tardía de las jó venes en el primer matrimonio, la
importancia de los abortos espontáneos y de las esterilidades por
partos difíciles y, sobre todo, la práctica de la lactancia.
F. LEBRUN .- Demografía: los tiempos difíciles,1980F. LEBRUN .- Demografía: los tiempos difíciles,1980
Población, economía agraria y régimen señorial 4Población, economía agraria y régimen señorial 4
11. 7
Entre los doce y los dieciocho meses después de la boda llegaba
el nacimiento del primer hijo. Los siguientes nacían, por término
medio, cada dos añ os, lo que aseguraba a la familia siete u ocho
hijos en el mejor de los casos, es decir, si la unió n no se rompía
por la muerte del marido o de la mujer antes de que esta
alcanzase la edad de la menopausia. El número medio de hijos
por familia se situaba entre cuatro o cinco, lo que equivale a una
tasa de natalidad del orden de 35 a 40 ‰ e incluso más, cifra
importante, pero lejos de los nacimientos anuales de una
fecundidad natural. Diversos factores dan cuenta de esta cifra: la
edad tardía de las jó venes en el primer matrimonio, la
importancia de los abortos espontáneos y de las esterilidades por
partos difíciles y, sobre todo, la práctica de la lactancia. Por muy
importante que pueda parecer, la cifra de cuatro a cinco partos
felices por familia era, sin embargo, a causa de la fuerte
mortalidad infantil, suficiente para asegurar el relevo de las
generaciones.
F. LEBRUN .- Demografía: los tiempos difíciles,1980F. LEBRUN .- Demografía: los tiempos difíciles,1980
Población, economía agraria y régimen señorial 4Población, economía agraria y régimen señorial 4
12. Población, economía agraria y régimen señorial 5Población, economía agraria y régimen señorial 5
Una economía preindustrial de base agrícola 1Una economía preindustrial de base agrícola 1Una economía preindustrial de base agrícola 1Una economía preindustrial de base agrícola 1
8
Durante la Edad Moderna,
Europa mantuvo una
economía preindustrial,
es decir, el sector más
importante era el
primario, mientras que la
industria tenía una base
artesanal, con unos medios
arcaicos y una producció n
limitada.
En esta economía arcaica, la mayor parte de los ingresos
familiares se destinaban a cubrir las necesidades básicas.
13. Población, economía agraria y régimen señorial 6Población, economía agraria y régimen señorial 6
Una economía preindustrial de base agrícola 2Una economía preindustrial de base agrícola 2Una economía preindustrial de base agrícola 2Una economía preindustrial de base agrícola 2
9
En la Edad Moderna, más del 80 % de la població n vivía en el
campo y se dedicaba a la agricultura y la ganadería. Pero la
agricultura era muy poco productiva, por lo que la gran mayoría de los
campesinos vivían en condiciones de escasez, incluso de verdadera
miseria, especialmente en Europa oriental, Rusia y Europa del sur.
La escasa productividad de la agricultura se debía al atraso
tecnoló gico, la estrecha dependencia de los fenó menos naturales
(sequías, inundaciones, heladas, plagas) y el predominio de la
propiedad señ orial de la tierra.
Pero esta pobreza generalizada contrastaba, desde el siglo XVII, con
áreas de Europa que experimentaron cierta modernizació n: los
Países Bajos, el norte de Francia y el sur de Inglaterra.
En estas zonas, se aplicaron innovaciones como la rotació n de
cultivos, la selecció n de semillas y la mejora del instrumental
agrícola, que permitieron aumentar la productividad y la extensió n de
nuevas zonas de cultivo.
14. Población, economía agraria y régimen señorial 7Población, economía agraria y régimen señorial 7
Una economía preindustrial de base agrícola 3Una economía preindustrial de base agrícola 3Una economía preindustrial de base agrícola 3Una economía preindustrial de base agrícola 3
10
Los campos abiertos (openfield)
eran grandes extensiones de terreno sin
vallas, que podían ser de propiedad
individual o colectiva. Se dedicaban al
cultivo de cereales fundamentalmente.
Fue el sistema predominante.
Los cercamientos (bocages) son
parcelas individuales delimitadas por
vallas o setos, en las que se daban
cultivos más diversificados. Era el paisaje
agrario típico de la Europa atlántica,
especialmente de las islas Británicas y del
norte de Francia.
En el continente se dieron dos sistemas principales de explotació n agrícola:
15. Población, economía agraria y régimen señorial 8Población, economía agraria y régimen señorial 8
Una economía preindustrial de base agrícola 4Una economía preindustrial de base agrícola 4Una economía preindustrial de base agrícola 4Una economía preindustrial de base agrícola 4
11
En toda Europa existían tierras de
propiedad comunal, de las que se
beneficiaban todos los habitantes de
las aldeas o villas y que solían ser
zonas de bosques y pastos para el
ganado.
El limitado desarrollo de la
ganadería no permitía la
producció n de carne y leche para
alimentar a la població n, cuya dieta
se componía sobre todo de trigo y
otros cereales.
16. Población, economía agraria y régimen señorial 9Población, economía agraria y régimen señorial 9
El régimen señorialEl régimen señorialEl régimen señorialEl régimen señorial
12
Hablamos de señ orío territorial cuando el señ or
poseía la propiedad de la tierra. En este caso los
campesinos debían pagar al señ or unas rentas por la
explotació n de sus parcelas.
Hablamos de señ orío jurisdiccional cuando en un
territorio el señ or ejercía la justicia, nombraba
cargos o percibía impuestos por el uso de los
monopolios señ oriales (horno, molino, bodega,
pasos, etc.). Este derecho permitía al señ or juzgar a los
habitantes de sus lugares, tener inmunidad respecto al poder
del rey y dictar ó rdenes y normas en ese territorio
Buena parte de la tierra era propiedad de los señ ores feudales,
que podían ser laicos o eclesiásticos y cuyas posesiones recibían el
nombre de señ oríos. Había de dos tipos:
17. Población, economía agraria y régimen señorial 10Población, economía agraria y régimen señorial 10
Las cargas impositivas sobre los campesinos 1Las cargas impositivas sobre los campesinos 1Las cargas impositivas sobre los campesinos 1Las cargas impositivas sobre los campesinos 1
13
Al rey debían abonarse impuestos directos sobre
las rentas, y otros indirectos que se pagaban
como un suplemento del precio de muchos
productos, especialmente los de primera
necesidad. En algunos países los campesinos
debían trabajar en las tierras del rey de forma gratuita.
Los campesinos debían pagar a los señ ores por el
derecho de explotació n de la tierra y por
otros derechos señ oriales, como el uso de los
molinos, puentes, almacenes de grano, etc.
Los campesinos tenían que entregar al clero el
diezmo eclesiástico, o sea, el 10 % de la cosecha.
Los campesinos europeos pagaban muchos impuestos durante el
Antiguo Régimen. Esta amplia lista de impuestos se dirigía a tres destinatarios:
18. Población, economía agraria y régimen señorial 11Población, economía agraria y régimen señorial 11
Las cargas impositivas sobre los campesinos 2Las cargas impositivas sobre los campesinos 2Las cargas impositivas sobre los campesinos 2Las cargas impositivas sobre los campesinos 2
14
Durante la Edad Moderna los impuestos
crecieron de forma continua, porque las
necesidades financieras de las monarquías fueron
en aumento constantemente
A los impuestos se unía la baja productividad
agrícola y los desastres naturales, que
provocaban hambrunas y subidas de los precios.
Estos factores a menudo originaban protestas
campesinas.
La é poca de mayor conflictividad se dio
entre los añ os 1632 y 1653, en los que
abundaron los estallidos de violencia contra los
nobles y funcionarios del Estado. Casi siempre
acababan con una dura represió n y la vuelta al
orden anterior, en ocasiones incluso en peores
condiciones para los campesinos.
19. La actividad manufacturera en las ciudades
estaba controlada por los gremios de origen
medieval.
Estas agrupaciones de artesanos controlaban en
régimen de monopolio toda la producció n
artesanal de cada oficio:
Establecían la cantidad de materias primas que
debía comprarse
Organizaban el número de artesanos y de
talleres
Marcaban las zonas de venta y hasta el precio
final del producto.
Para poder trabajar en un oficio, los artesanos
(caldereros, carpinteros, sastres, albañ iles,
tintoreros, etc.) debían estar integrados en
su correspondiente gremio.
Población, economía agraria y régimen señorial 12Población, economía agraria y régimen señorial 12
La industria artesanal 1La industria artesanal 1La industria artesanal 1La industria artesanal 1
15
El sistema gremialEl sistema gremialEl sistema gremialEl sistema gremial
20. Población, economía agraria y régimen señorial 13Población, economía agraria y régimen señorial 13
Nuevas formas de producciónNuevas formas de producciónNuevas formas de producciónNuevas formas de producción
16
Desde el siglo XVII se desarrolló el sistema de
trabajo a domicilio (domestic system) para
escapar a la regulació n de los gremios.
A través de este sistema, un inversor capitalista
compraba las materias primas y las repartía entre
los hogares campesinos en los meses de descanso
agrícola.
Allí se realizaba el producto y luego el inversor lo
recogía y lo comercializaba a precio libre.
Eso permitió aumentar la producció n,
reducir los precios y satisfacer la demanda
creciente de mercancías.
Este sistema de trabajo alcanzó su punto
culminante en el siglo XVIII por la expansió n de la
demanda y del comercio.
El sistema de trabajo a domicilioEl sistema de trabajo a domicilioEl sistema de trabajo a domicilioEl sistema de trabajo a domicilio
21. Población, economía agraria y régimen señorial 14Población, economía agraria y régimen señorial 14
Nuevas formas de producciónNuevas formas de producciónNuevas formas de producciónNuevas formas de producción
17
Las manufacturas realesLas manufacturas realesLas manufacturas realesLas manufacturas reales
Otros sistemas industriales en la
Europa del siglo XVIII fueron las
grandes fábricas patrocinadas por
el Estado, que en Españ a
recibieron el nombre de
manufacturas reales o reales
fábricas.
En ellas, no hubo innovació n
tecnoló gica ni se aplicaron
máquinas.
Su éxito fue escaso, salvo en
ciertos productos de lujo,
como tapices, en los que
alcanzaron una gran maestría.
22. Población, economía agraria y régimen señorial 15Población, economía agraria y régimen señorial 15
El comercio 1El comercio 1El comercio 1El comercio 1
18
El comercio internacional 1El comercio internacional 1El comercio internacional 1El comercio internacional 1
El comercio internacional vivió una gran transformació n en la Edad
Moderna por la expansió n colonial y el aumento de la
demanda.
Muchos Estados europeos conquistaron territorios fuera de
Europa y crearon grandes imperios.
Fue el caso de Españ a, Portugal, Francia, Inglaterra y las Provincias
Unidas. Siempre que pudieron, los Estados modernos establecieron
monopolios de comercio con las zonas del mundo que dominaban.
Esos monopolios estaban controlados por grandes compañ ías
privilegiadas, patrocinadas por los gobiernos.
Las más importantes durante el siglo XVI fueron las Compañ ías de
Indias españ ola y portuguesa.
Los grandes imperios coloniales españ ol y portugués decayeron en
el siglo XVII y también sus monopolios comerciales.
23. Población, economía agraria y régimen señorial 16Población, economía agraria y régimen señorial 16
El comercio 2El comercio 2El comercio 2El comercio 2
19
El comercio internacional 2El comercio internacional 2El comercio internacional 2El comercio internacional 2
24. Población, economía agraria y régimen señorial 17Población, economía agraria y régimen señorial 17
El comercio 3El comercio 3El comercio 3El comercio 3
20
El comercio interiorEl comercio interiorEl comercio interiorEl comercio interior
El comercio interior se desarrollaba en ferias anuales y mercados
semanales, siguiendo una tradició n de origen medieval.
Mientras los mercados eran centros de comercio local o regional, las ferias
abarcaban intercambios nacionales e incluso internacionales.
También había un comercio itinerante que realizaban los buhoneros y los
vendedores ambulantes.
Los mercados mantuvieron su vigor como centro de intercambio mercantil a
nivel local durante la Edad Moderna, pero las ferias entraron en decadencia en
la segunda mitad del XVII y fueron sustituidas por lonjas o centros de
contratació n, donde el negocio era diario y las ventas se realizaban sobre
muestras.
Algunos de estos centros de contratació n llegaron a especializarse en un
determinado producto: Liverpool o Bremen, el algodó n; Roubaix-Tourcoing, la
lana; Praga, el azúcar, etc. Otras lonjas, como la de Hamburgo, ofrecían
diversidad de productos.
25. La sociedad de los privilegios 1La sociedad de los privilegios 1
21
La sociedad se dividía en tres estamentos, o
grupos sociales, con escasa movilidad entre
ellos: la nobleza, el clero y el tercer estado
o pueblo llano.
Los dos primeros gozaban de grandes
privilegios (no pagaban impuestos directos,
tenían leyes y tribunales propios, poseían las
tierras, dominaban los cargos de la
administració n, etc.).
Mientras, el pueblo llano se ocupaba de
las actividades productivas y disponía de
sus recursos y fuerza de trabajo para sobrevivir.
Los privilegiados eran una minoría. En Francia, a finales del siglo XVIII había
350.000 nobles y 120.000 eclesiásticos, solo el 2% de la població n total.
Era una sociedad basada en la desigualdad de origen, pues se nacía en un
estamento y era muy difícil cambiar de posició n social.
26. La sociedad de los privilegios 2La sociedad de los privilegios 2
22
La nobleza europeaLa nobleza europeaLa nobleza europeaLa nobleza europea
La sociedad de los siglos XVI al XVIII estaba
dominada por los valores y gustos
aristocráticos, que se consideraban el
modelo a seguir.
Una persona era considerada noble porque
tenía una serie de privilegios por nacimiento.
Pero, por lo demás, había una gran
diversidad de situaciones: había nobles
muy ricos y muy pobres, nobles que
ocupaban altos cargos y otros que no tenían
ninguna influencia.
Los aristó cratas despreciaban a los
grupos inferiores y el trabajo
productivo.
Poseían un alto sentido de grupo social
excluyente, se casaban entre ellos, tenían
elevados ingresos derivados de la posesió n
de la tierra, del comercio y de las rentas
señ oriales y monopolizaban el gobierno.
27. 23
VOLTAIRE .- Cartas filosóficas,1734VOLTAIRE .- Cartas filosóficas,1734
La sociedad de los privilegios 3La sociedad de los privilegios 3 La nobleza europeaLa nobleza europeaLa nobleza europeaLa nobleza europea
El comercio, que ha enriquecido a los ciudadanos en Inglaterra, ha contribuido a
hacerles libres, y esta libertad ha extendido a su vez el comercio, así se ha
formado la grandeza del Estado. Es el comercio el que ha establecido poco a poco
las fuerzas navales por las que los ingleses son los dueños de los mares […].
28. 23
El comercio, que ha enriquecido a los ciudadanos en Inglaterra, ha contribuido a
hacerles libres, y esta libertad ha extendido a su vez el comercio, así se ha
formado la grandeza del Estado. Es el comercio el que ha establecido poco a poco
las fuerzas navales por las que los ingleses son los dueños de los mares […].
Todo esto da un justo orgullo a un mercader inglés, y hace que se atreva a
compararse, no sin cierta razón, a un ciudadano romano. Tampoco el hermano
menor de un lord del reino desdeña el negocio. Milord Townshend, ministro de
Estado, tiene un hermano que se contenta con ser comerciante en la ciudad […].
VOLTAIRE .- Cartas filosóficas,1734VOLTAIRE .- Cartas filosóficas,1734
La sociedad de los privilegios 3La sociedad de los privilegios 3 La nobleza europeaLa nobleza europeaLa nobleza europeaLa nobleza europea
29. 23
El comercio, que ha enriquecido a los ciudadanos en Inglaterra, ha contribuido a
hacerles libres, y esta libertad ha extendido a su vez el comercio, así se ha
formado la grandeza del Estado. Es el comercio el que ha establecido poco a poco
las fuerzas navales por las que los ingleses son los dueños de los mares […].
Todo esto da un justo orgullo a un mercader inglés, y hace que se atreva a
compararse, no sin cierta razón, a un ciudadano romano. Tampoco el hermano
menor de un lord del reino desdeña el negocio. Milord Townshend, ministro de
Estado, tiene un hermano que se contenta con ser comerciante en la ciudad […].
En Francia […] el negociante oye hablar tan a menudo con desprecio de su
profesión que es lo suficientemente tonto como para enrojecerse de ello. No sé, sin
embargo, quién es más útil a un Estado, un señor bien empolvado que sabe
precisamente a qué hora el rey se levanta, a qué hora se acuesta, y que se da
aires de grandeza haciendo el papel de esclavo en la antecámara de un ministro, o
un negociante que enriquece a su país, da desde su despacho órdenes a las
ciudades de Surat o El Cairo, y contribuye a la felicidad del mundo.
VOLTAIRE .- Cartas filosóficas,1734VOLTAIRE .- Cartas filosóficas,1734
La sociedad de los privilegios 3La sociedad de los privilegios 3 La nobleza europeaLa nobleza europeaLa nobleza europeaLa nobleza europea
30. La sociedad de los privilegios 4La sociedad de los privilegios 4
24
El CleroEl CleroEl CleroEl Clero
El clero era también un estamento privilegiado. Lo
integraban dos grupos.
El clero regular eran los monjes y monjas, los abades y
abadesas, y otros miembros de las ó rdenes monásticas y
religiosas.
El clero secular comprendía al resto de los miembros
de la Iglesia (curas de todo tipo, canó nigos seglares,
etc.).
Tampoco pagaban impuestos, tenían leyes y
tribunales propios, y otra serie de privilegios.
Además de las rentas que les proporcionaban las muchas
tierras que eran propiedad de la Iglesia.
Dentro del clero también había gran diversidad. Mientras
que el alto clero (cardenales, arzobispos, obispos, etc.)
tenía un gran poder econó mico y político y controlaba
grandes riquezas, la mayoría de los curas, frailes y
monjas vivían de forma modesta, incluso en la
pobreza.
La carrera eclesiástica era la vía para poder acceder
desde el estado llano a un estamento
privilegiado.
31. La sociedad de los privilegios 5La sociedad de los privilegios 5
25
El Tercer Estado 1El Tercer Estado 1El Tercer Estado 1El Tercer Estado 1
El pueblo llano comprendía a la inmensa
mayoría de la població n y lo componían
grupos de muy diferente condició n que solo
compartían una característica: carecían de
privilegios jurídicos y econó micos.
Tenían, por tanto, que pagar impuestos y su
trabajo sustentaba al conjunto de la sociedad.
32. La sociedad de los privilegios 6La sociedad de los privilegios 6
26
El Tercer Estado 2El Tercer Estado 2El Tercer Estado 2El Tercer Estado 2
La burguesíaLa burguesíaLa burguesíaLa burguesía
La mejor posició n dentro del tercer estado correspondía a la
burguesía, un grupo muy amplio que incluía a comerciantes,
propietarios de los talleres y otros negocios, rentistas,
funcionarios, profesionales, médicos, artistas, hombres de letras y
científicos.
Este grupo representaba el espíritu de iniciativa econó mica y,
en cierta medida, también cultural de las sociedades europeas de
los siglos XVII y XVIII.
En el siglo XVIII la burguesía comenzó a estar
descontenta con su situació n, pues pensaba que su
posició n econó mica debía traducirse en una mayor influencia
política y social. Por ello, empezaba a exigir su participació n
en los puestos más influyentes de la política, el ejército, la
administració n y la Iglesia.
Muchos burgueses enriquecidos intentaron ascender
socialmente a travé s del matrimonio con personas de la
nobleza.
33. La sociedad de los privilegios 7La sociedad de los privilegios 7
27
El Tercer Estado 3El Tercer Estado 3El Tercer Estado 3El Tercer Estado 3
Otros grupos urbanosOtros grupos urbanosOtros grupos urbanosOtros grupos urbanos
La mayoría de la població n
urbana no pertenecía a la
burguesía.
Eran aprendices y oficiales de los
talleres y empleados de las tiendas y el
servicio doméstico.
Carecían de propiedades, tenían un
nivel de vida muy modesto y vivían de
sus escasos sueldos.
El último grupo en el escalafó n social era el de los marginados, que abundaban en
las ciudades.
Entre ellos había pícaros, mendigos, delincuentes, prostitutas y otras personas que no
se dedicaban a una actividad productiva y que vivían aprovechando las oportunidades
según surgían
34. La sociedad de los privilegios 8La sociedad de los privilegios 8
28
El Tercer Estado 4El Tercer Estado 4El Tercer Estado 4El Tercer Estado 4
Los campesinosLos campesinosLos campesinosLos campesinos
Aproximadamente unAproximadamente un 80 % de la població n europea80 % de la població n europea durante eldurante el
Antiguo Régimen era campesina.Antiguo Régimen era campesina.
Buena parte de la tierra estaba en manos de la nobleza o de laBuena parte de la tierra estaba en manos de la nobleza o de la
Iglesia yIglesia y los campesinos la trabajaban como vasallos,los campesinos la trabajaban como vasallos,
siervos o arrendatariossiervos o arrendatarios..
Sin embargo,Sin embargo, tambié n había campesinos propietariostambié n había campesinos propietarios de susde sus
tierras y algunos incluso se habían enriquecido.tierras y algunos incluso se habían enriquecido.
Los niveles de vida apenas superaban la simpleLos niveles de vida apenas superaban la simple subsistenciasubsistencia..
Pero esta situació n no evitó losPero esta situació n no evitó los conflictos sociales en el mundoconflictos sociales en el mundo
ruralrural, movidos casi siempre por la, movidos casi siempre por la desigual distribució n de ladesigual distribució n de la
propiedad de la tierra, los impuestos y las malas cosechaspropiedad de la tierra, los impuestos y las malas cosechas..
FranciaFrancia fue el país quefue el país que mayor número de revueltasmayor número de revueltas
campesinascampesinas conoció durante los siglos XVII y XVIII, en protesta porconoció durante los siglos XVII y XVIII, en protesta por
los elevados impuestos reales, la presió n señ orial o la carestía.los elevados impuestos reales, la presió n señ orial o la carestía.
35. El absolutismo y su práctica de gobierno 1El absolutismo y su práctica de gobierno 1
29
La monarquía era la forma de
gobierno que dominó en Europa
desde el siglo XVI hasta fines del
XVIII.
A lo largo de la Edad Moderna los
reyes fueron incrementando
su poder.
Desde mediados del siglo XVII,
siguiendo el ejemplo de Luis XIV
en Francia, se fue imponiendo un
tipo de monarquía, la monarquía
absoluta, en la que el rey tenía
todos los poderes del Estado sin
ninguna limitació n.
36. El absolutismo y su práctica de gobierno 2El absolutismo y su práctica de gobierno 2
30
Lo límites de la Monarquía Absoluta 1Lo límites de la Monarquía Absoluta 1Lo límites de la Monarquía Absoluta 1Lo límites de la Monarquía Absoluta 1
Durante mucho tiempo, los historiadores
defendieron que las monarquías
absolutas eran muy poderosas.
Los reyes gobernaban sin necesitar el
consentimiento de asambleas representativas;
contaban con gobiernos e instituciones
centralizadas ajenas a los poderes locales
(municipios, provincias).
Tenían un ejé rcito permanente y una
burocracia capaces de imponer las
decisiones del monarca en todos los rincones
de su reino y de someter la desobediencia a
su poder.
37. El absolutismo y su práctica de gobierno 3El absolutismo y su práctica de gobierno 3
31
Lo límites de la Monarquía Absoluta 2Lo límites de la Monarquía Absoluta 2Lo límites de la Monarquía Absoluta 2Lo límites de la Monarquía Absoluta 2
Esto era lo que los monarcas deseaban. Pero si estudiamos lo que sucedía en
realidad, observamos que este poder del rey se hallaba limitado por tres aspectos
sustanciales:
Una primera limitació n era la resistencia de los diversos poderes locales
a las demandas del gobierno central. La població n obedecía a las
autoridades locales, más cercanas que el rey, un soberano lejano al que nunca
veían.
La segunda limitació n era la falta de un control eficaz de los reyes sobre
las tareas de gobierno, sobre todo en los grandes Estados. Los reyes
promulgaban muchas leyes, pero eran incapaces de imponerlas, pues no contaban
con una administració n suficiente ni con funcionarios cualificados.
Las actitudes de la aristocracia y de otros cuerpos sociales limitaban
tambié n la autoridad de los reyes. La promulgació n de ciertas leyes y el
establecimiento de nuevos impuestos debían contar con la aprobació n de las
asambleas representativas. Estas asambleas recibían distintos nombres según los
países (Cortes, Parlamentos, Estados Generales…).
38. El absolutismo y su práctica de gobierno 4El absolutismo y su práctica de gobierno 4
32
La práctica del gobierno absoluto 1La práctica del gobierno absoluto 1La práctica del gobierno absoluto 1La práctica del gobierno absoluto 1
Para gobernar eficazmente, los reyes hicieron
dos cosas: por una parte, intentaron ampliar
el control sobre sus territorios, y, por otra,
cooperaron con quienes poseían el
poder.
Los reyes absolutos crearon nuevos
funcionarios con el objetivo de asentar su
poder a nivel local.
Pero estas medidas fueron insuficientes.
Por eso, los reyes tenían que buscar la alianza
de los poderosos, sobre todo de la nobleza.
A cambio de esa cooperació n, los reyes se
vieron obligados a mantener el poder y
la autonomía de los señ ores feudales,
las autoridades locales, los gremios, la
Iglesia y muchos funcionarios poderosos
que habían comprado sus cargos y los
transmitían de generació n en generació n.
39. El absolutismo y su práctica de gobierno 5El absolutismo y su práctica de gobierno 5
33
La práctica del gobierno absoluto 2La práctica del gobierno absoluto 2La práctica del gobierno absoluto 2La práctica del gobierno absoluto 2
40. El absolutismo y su práctica de gobierno 6El absolutismo y su práctica de gobierno 6
34
El Despotismo Ilustrado 1El Despotismo Ilustrado 1El Despotismo Ilustrado 1El Despotismo Ilustrado 1
Durante el siglo XVIII, en la mayoría de los
países europeos se habían impuesto
monarquías absolutas.
Los reyes de este siglo deseaban mantener e
incluso ampliar su poder, pero, a la vez, eran
conscientes de que sus países sufrían graves
problemas econó micos y sociales que
había que resolver.
Para conseguirlo, plantearon una política de
reformas basadas en las ideas de una
corriente filosó fica nueva, la Ilustració n.
Por eso se habla de despotismo ilustrado
cuando nos referimos a las monarquías
absolutas del siglo XVIII.
41. El absolutismo y su práctica de gobierno 7El absolutismo y su práctica de gobierno 7
35
El Despotismo Ilustrado 2El Despotismo Ilustrado 2El Despotismo Ilustrado 2El Despotismo Ilustrado 2
La política de reformas atacó varios frentes:
Se siguió intentando reforzar el Estado,
centralizar la administració n, profesionalizar el
ejército y reducir el poder de los Parlamentos y
otras instituciones.
Se buscó mejorar la economía, a través del
desarrollo de la industria y el comercio, y de
favorecer el avance científico y la educació n.
Pero ninguna de estas reformas alteró
la base del Antiguo Ré gimen. Se
mantuvieron la sociedad estamental y el
régimen señ orial.
En definitiva, el despotismo ilustrado
intentaba reformar el poder del Estado
sin cambiar sus fundamentos, lo que a
medio plazo se mostró imposible.
42. El absolutismo y su práctica de gobierno 9El absolutismo y su práctica de gobierno 9
36
Los regímenes parlamentariosLos regímenes parlamentariosLos regímenes parlamentariosLos regímenes parlamentarios
Pero no en toda Europa había monarquías absolutas. A lo largo del siglo
XVII, en las Provincias Unidas y en Inglaterra se impusieron
regímenes parlamentarios, en los que las clases medias consiguieron
participar en el poder político.
En Inglaterra los reyes intentaron instaurar el absolutismo, pero el
Parlamento promovió dos revoluciones en defensa de sus
derechos: la primera acabó con la ejecució n del rey Carlos I en 1649, y la
segunda, con la destitució n y exilio del rey Jacobo II en 1688.
Un añ o después, el nuevo rey, Guillermo III, tuvo que firmar una
Declaració n de Derechos (Bill of Rights) que sometía los poderes
del rey al Parlamento.
En las Provincias Unidas, tras la rebelió n contra la dominació n
españ ola se instauró una república, es decir, el país no estaba
gobernado por un rey.
El territorio estaba formado por siete provincias, cada una con su propio
Parlamento, que se unían en los Estados Generales para tomar
decisiones comunes.
43. El absolutismo y su práctica de gobierno 10El absolutismo y su práctica de gobierno 10
37
División de poderes en el sistema político inglés tras 1689
44. 38
En estas circunstancias, los llamados Lores y los Comunes, hoy unidos en virtud de sus
cartas y elecciones, constituyendo la representació n plena y libre de la Nació n […],
declaran:
Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689
El absolutismo y su práctica de gobierno 10El absolutismo y su práctica de gobierno 10
45. 38
En estas circunstancias, los llamados Lores y los Comunes, hoy unidos en virtud de sus
cartas y elecciones, constituyendo la representació n plena y libre de la Nació n […],
declaran:
1.Que el pretendido poder de la autoridad real de suspender las leyes o de ejecutar leyes
sin el consentimiento del Parlamento es ilegal.
Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689
El absolutismo y su práctica de gobierno 10El absolutismo y su práctica de gobierno 10
46. 38
Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689
En estas circunstancias, los llamados Lores y los Comunes, hoy unidos en virtud de sus
cartas y elecciones, constituyendo la representació n plena y libre de la Nació n […],
declaran:
1.Que el pretendido poder de la autoridad real de suspender las leyes o de ejecutar leyes
sin el consentimiento del Parlamento es ilegal.
2.Que el pretendido poder de la autoridad real de conceder las leyes y de ejecutarlas, como
ha sido usurpado y ejercido en el pasado, es ilegal. […]
El absolutismo y su práctica de gobierno 10El absolutismo y su práctica de gobierno 10
47. 38
En estas circunstancias, los llamados Lores y los Comunes, hoy unidos en virtud de sus
cartas y elecciones, constituyendo la representació n plena y libre de la Nació n […],
declaran:
1.Que el pretendido poder de la autoridad real de suspender las leyes o de ejecutar leyes
sin el consentimiento del Parlamento es ilegal.
2.Que el pretendido poder de la autoridad real de conceder las leyes y de ejecutarlas, como
ha sido usurpado y ejercido en el pasado, es ilegal. […]
4.Que cualquier petició n de dinero para la Corona o para su uso, bajo pretexto de
prerrogativa, sin el consentimiento del Parlamento, por un tiempo más largo o de una
manera que no sea consentida por el Parlamento, es ilegal.
Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689
El absolutismo y su práctica de gobierno 10El absolutismo y su práctica de gobierno 10
48. 38
En estas circunstancias, los llamados Lores y los Comunes, hoy unidos en virtud de sus
cartas y elecciones, constituyendo la representació n plena y libre de la Nació n […],
declaran:
1.Que el pretendido poder de la autoridad real de suspender las leyes o de ejecutar leyes
sin el consentimiento del Parlamento es ilegal.
2.Que el pretendido poder de la autoridad real de conceder las leyes y de ejecutarlas, como
ha sido usurpado y ejercido en el pasado, es ilegal. […]
4.Que cualquier petició n de dinero para la Corona o para su uso, bajo pretexto de
prerrogativa, sin el consentimiento del Parlamento, por un tiempo más largo o de una
manera que no sea consentida por el Parlamento, es ilegal.
5.Que es un derecho de los individuos el presentar peticiones al Rey, y que todo
encarcelamiento en razó n de estas peticiones es ilegal.
Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689
El absolutismo y su práctica de gobierno 10El absolutismo y su práctica de gobierno 10
49. 38
En estas circunstancias, los llamados Lores y los Comunes, hoy unidos en virtud de sus
cartas y elecciones, constituyendo la representació n plena y libre de la Nació n […],
declaran:
1.Que el pretendido poder de la autoridad real de suspender las leyes o de ejecutar leyes
sin el consentimiento del Parlamento es ilegal.
2.Que el pretendido poder de la autoridad real de conceder las leyes y de ejecutarlas, como
ha sido usurpado y ejercido en el pasado, es ilegal. […]
4.Que cualquier petició n de dinero para la Corona o para su uso, bajo pretexto de
prerrogativa, sin el consentimiento del Parlamento, por un tiempo más largo o de una
manera que no sea consentida por el Parlamento, es ilegal.
5.Que es un derecho de los individuos el presentar peticiones al Rey, y que todo
encarcelamiento en razó n de estas peticiones es ilegal.
6.Que las elecciones de los miembros del Parlamento deben ser libres. […]
Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689
El absolutismo y su práctica de gobierno 10El absolutismo y su práctica de gobierno 10
50. 38
En estas circunstancias, los llamados Lores y los Comunes, hoy unidos en virtud de sus
cartas y elecciones, constituyendo la representació n plena y libre de la Nació n […],
declaran:
1.Que el pretendido poder de la autoridad real de suspender las leyes o de ejecutar leyes
sin el consentimiento del Parlamento es ilegal.
2.Que el pretendido poder de la autoridad real de conceder las leyes y de ejecutarlas, como
ha sido usurpado y ejercido en el pasado, es ilegal. […]
4.Que cualquier petició n de dinero para la Corona o para su uso, bajo pretexto de
prerrogativa, sin el consentimiento del Parlamento, por un tiempo más largo o de una
manera que no sea consentida por el Parlamento, es ilegal.
5.Que es un derecho de los individuos el presentar peticiones al Rey, y que todo
encarcelamiento en razó n de estas peticiones es ilegal.
6.Que las elecciones de los miembros del Parlamento deben ser libres. […]
9.Que ni la libertad de palabra, ni la de los debates o procesos en el seno del Parlamento
puede ser coartada o puesta en discusió n en ninguna Corte ni en ningún otro lugar […].
Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689
El absolutismo y su práctica de gobierno 10El absolutismo y su práctica de gobierno 10
51. 38
En estas circunstancias, los llamados Lores y los Comunes, hoy unidos en virtud de sus
cartas y elecciones, constituyendo la representació n plena y libre de la Nació n […],
declaran:
1.Que el pretendido poder de la autoridad real de suspender las leyes o de ejecutar leyes
sin el consentimiento del Parlamento es ilegal.
2.Que el pretendido poder de la autoridad real de conceder las leyes y de ejecutarlas, como
ha sido usurpado y ejercido en el pasado, es ilegal. […]
4.Que cualquier petició n de dinero para la Corona o para su uso, bajo pretexto de
prerrogativa, sin el consentimiento del Parlamento, por un tiempo más largo o de una
manera que no sea consentida por el Parlamento, es ilegal.
5.Que es un derecho de los individuos el presentar peticiones al Rey, y que todo
encarcelamiento en razó n de estas peticiones es ilegal.
6.Que las elecciones de los miembros del Parlamento deben ser libres. […]
9.Que ni la libertad de palabra, ni la de los debates o procesos en el seno del Parlamento
puede ser coartada o puesta en discusió n en ninguna Corte ni en ningún otro lugar […].
10.Que para encontrar un remedio a todos los problemas, corregir, fortificar y mantener las
leyes, es necesario reunir frecuentemente el Parlamento.
Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689Declaración de los Derechos aprobada por el Parlamento inglés, Bill of Rights 1689
El absolutismo y su práctica de gobierno 10El absolutismo y su práctica de gobierno 10
52. La Ilustración 1La Ilustración 1
39
La etapa final del
Antiguo Ré gimen, el
siglo XVIII, se caracterizó
por la aparició n y desarrollo
de una nueva forma de
pensar y ver la realidad
social.
Su idea básica residía en el
uso de la razó n y la
libertad como
instrumentos de
emancipació n personal e
intelectual del ser humano.
53. 40
INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784
La Ilustració n es la salida del hombre de su minoría de edad. […]
La Ilustración 2La Ilustración 2
54. 40
La Ilustració n es la salida del hombre de su minoría de edad. […]
La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde
tiempo atrás de conducció n ajena, permanecen con gusto bajo ella a lo largo de
la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse
en tutores. ¡Es tan có modo ser menor de edad! […]
INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784
La Ilustración 2La Ilustración 2
55. 40
La Ilustració n es la salida del hombre de su minoría de edad. […]
La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde
tiempo atrás de conducció n ajena, permanecen con gusto bajo ella a lo largo de
la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse
en tutores. ¡Es tan có modo ser menor de edad! […] Pero, en cambio, es posible que
el público se ilustre a sí mismo, siempre que se le deje en libertad; incluso, casi es
inevitable. En efecto, siempre se encontrarán algunos hombres que piensen por sí
mismos, hasta entre los tutores instituidos por la confusa masa […].
INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784
La Ilustración 2La Ilustración 2
56. 40
La Ilustració n es la salida del hombre de su minoría de edad. […]
La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde
tiempo atrás de conducció n ajena, permanecen con gusto bajo ella a lo largo de
la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse
en tutores. ¡Es tan có modo ser menor de edad! […] Pero, en cambio, es posible que
el público se ilustre a sí mismo, siempre que se le deje en libertad; incluso, casi es
inevitable. En efecto, siempre se encontrarán algunos hombres que piensen por sí
mismos, hasta entre los tutores instituidos por la confusa masa […]. Sin embargo,
para esa Ilustració n solo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las
que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razó n,
en cualquier dominio.
INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784
La Ilustración 2La Ilustración 2
57. 40
La Ilustració n es la salida del hombre de su minoría de edad. […]
La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde
tiempo atrás de conducció n ajena, permanecen con gusto bajo ella a lo largo de
la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse
en tutores. ¡Es tan có modo ser menor de edad! […] Pero, en cambio, es posible que
el público se ilustre a sí mismo, siempre que se le deje en libertad; incluso, casi es
inevitable. En efecto, siempre se encontrarán algunos hombres que piensen por sí
mismos, hasta entre los tutores instituidos por la confusa masa […]. Sin embargo,
para esa Ilustració n solo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las
que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razó n,
en cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier:
¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El prestamista: ¡no razones y
paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! […]
INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784
La Ilustración 2La Ilustración 2
58. 40
La Ilustració n es la salida del hombre de su minoría de edad. […]
La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde
tiempo atrás de conducció n ajena, permanecen con gusto bajo ella a lo largo de
la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse
en tutores. ¡Es tan có modo ser menor de edad! […] Pero, en cambio, es posible que
el público se ilustre a sí mismo, siempre que se le deje en libertad; incluso, casi es
inevitable. En efecto, siempre se encontrarán algunos hombres que piensen por sí
mismos, hasta entre los tutores instituidos por la confusa masa […]. Sin embargo,
para esa Ilustració n solo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las
que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razó n,
en cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier:
¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El prestamista: ¡no razones y
paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! […]
Luego, si se nos preguntara ¿vivimos ahora en una época ilustrada?,
responderíamos que no, pero sí en una época de Ilustració n. Todavía falta mucho
para que la totalidad de los hombres, en su actual condició n, sean capaces o estén
en posició n de servirse bien y con seguridad del propio entendimiento, sin acudir a
extrañ a conducció n.
INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784INMANUEL KANT .- Respuesta a una pregunta ¿Qué es la Ilustración?,1784
La Ilustración 2La Ilustración 2
59. La Ilustración 3La Ilustración 3
41
Los postulados de la Ilustració n afectaron a casi todos los aspectos de la vida de las personas,
desde la ideología y las creencias religiosas hasta la forma de organizació n social y
política de los países.
Las características esenciales del pensamiento ilustrado fueron siete:
11 El predominio de la razó n como criterio de verdad frente a la tradició n, lo
sobrenatural y la superstició n.
La crítica como instrumento de censura de aquellos rasgos de la sociedad, la cultura o
la religió n que se oponían a la razó n.
La defensa de la autonomía del poder civil, que incluso debía controlar al poder
eclesiástico.
La tolerancia religiosa como expresió n de la pluralidad de creencias y de ideas.
Un elevado interé s por la economía y el progreso material como medio para
alcanzar la felicidad terrenal.
La educació n como instrumento para difundir la razó n, por lo que era conveniente
que fuese dirigida por el Estado.
El interé s por las ciencias experimentales o «útiles»y el sentido práctico de sus
avances.
22
33
44
55
66
77
60. La Ilustración 4La Ilustración 4
42
Las bases sociales de la Ilustració n se hallaban en las «clases educadas»:
aristó cratas, sacerdotes y otros sectores del clero, médicos, funcionarios,
militares, abogados y comerciantes. En esta corriente participaron las mujeres,
aunque de forma minoritaria.
El grupo que protagonizó este cambio ideoló gico lo formaban los «filó sofos»: así
se llamó en Francia al grupo que llevó a cabo la gran obra de la Enciclopedia,
y a otros ilustrados destacados.
61. La Ilustración 5La Ilustración 5
43
Origen y expansión de la IlustraciónOrigen y expansión de la IlustraciónOrigen y expansión de la IlustraciónOrigen y expansión de la Ilustración
La Ilustració n se inició en el período 1680-1730 en Inglaterra y las
Provincias Unidas, y se difundió posteriormente a Francia y algunas
regiones de Italia y de los Estados alemanes.
Desde mediados de siglo, hacia 1750, su expansió n se generalizó por
toda Europa, y Francia se convirtió en el centro de esa difusió n del ideario
ilustrado.
A las ideas acompañ aron reformas en las grandes monarquías
europeas: Prusia, Austria, Españ a, Francia, Inglaterra, etc. Fue la
época del «reformismo ilustrado», situado entre 1760 y 1789.
Los focos principales fueron las ciudades portuarias (Amberes,
Londres o Hamburgo) y las grandes capitales de la Europa de aquel
siglo: París, Viena, Madrid, Lisboa, Berlín o San Petersburgo. El
mundo rural estuvo alejado de estos nuevos aires renovadores que traían los
pensadores ilustrados.
La Ilustració n fue un fenó meno europeo. Pero pronto sus ideas se
extendieron por muchos de los territorios coloniales de las potencias europeas,
especialmente por la América hispana y británica, así como Australia.
62. La Ilustración 6La Ilustración 6
44
Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1
John Locke (1632-1704)John Locke (1632-1704) Sus obras fundamentales fueron el
Ensayo sobre el conocimiento
humano (1690), los dos Tratados sobre
el gobierno civil (1690) y las Cartas
sobre la tolerancia (1689).
Pensaba que el poder debía dividirse:
unos debían aprobar las leyes (poder
legislativo) y otros debían gobernar (poder
ejecutivo).
Si el poder se usaba mal, los
súbditos tenían derecho a rebelarse.
Opinaba que los hombres son libres e
iguales por naturaleza, pero para mantener
esos principios era preciso un derecho
político basado en un pacto social.
63. 45
JOHN LOCKE .- Tratados sobre el gobieno civil,1690JOHN LOCKE .- Tratados sobre el gobieno civil,1690
La Ilustración 7La Ilustración 7
En su consecuencia, siempre que cierto número de hombres
se unen en sociedad renunciando cada uno de ellos al poder
de ejecutar la ley natural, cediéndolo a la comunidad,
entonces y solo entonces se constituye una sociedad política
o civil.
Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1
64. 45
se asocian para formar un pueblo, un cuerpo político, sometido a un
gobierno supremo, o cuando alguien se adhiere y se incorpora a cualquier
gobierno ya constituido.
En su consecuencia, siempre que cierto número de hombres
se unen en sociedad renunciando cada uno de ellos al poder
de ejecutar la ley natural, cediéndolo a la comunidad,
entonces y solo entonces se constituye una sociedad política
o civil. Ese hecho se produce siempre que cierto número de
hombres que vivían en el estado de naturaleza
JOHN LOCKE .- Tratados sobre el gobieno civil,1690JOHN LOCKE .- Tratados sobre el gobieno civil,1690
La Ilustración 7La Ilustración 7 Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1
65. 45
se asocian para formar un pueblo, un cuerpo político, sometido a un
gobierno supremo, o cuando alguien se adhiere y se incorpora a cualquier
gobierno ya constituido. Por ese hecho autoriza a la sociedad o, lo que es
lo mismo, a su poder legislativo, para hacer las leyes en su nombre según
convenga al bien público o de la sociedad, y para ejecutarlas siempre que
se requiera su propia asistencia (como si se tratase de decisiones propias
suyas). Eso es lo que saca a los hombres de un estado de naturaleza y los
coloca dentro de una sociedad civil.
En su consecuencia, siempre que cierto número de hombres
se unen en sociedad renunciando cada uno de ellos al poder
de ejecutar la ley natural, cediéndolo a la comunidad,
entonces y solo entonces se constituye una sociedad política
o civil. Ese hecho se produce siempre que cierto número de
hombres que vivían en el estado de naturaleza
JOHN LOCKE .- Tratados sobre el gobieno civil,1690JOHN LOCKE .- Tratados sobre el gobieno civil,1690
La Ilustración 7La Ilustración 7 Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1Los grandes pensadores ilustrados 1
66. La Ilustración 8La Ilustración 8
46
Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2
La EnciclopediaLa Enciclopedia En Francia se formó un grupo de filó sofos que se
definieron por su actitud crítica con el mundo real en
que vivían.
La Enciclopedia o Diccionario razonado de las
ciencias, de las artes y de los oficios, cuyo primer
volumen vio la luz en 1751.
En la Enciclopedia defendían la tolerancia, la
modernizació n de la economía y el interé s
por la ciencia y la té cnica.
Sus directores fueron el matemático Jean Le Rond
d’Alembert (1717- 1783) y el filó sofo Denis
Diderot (1713-1784), quien tuvo como inspiradores
a Bacon, Newton y Locke, los grandes pensadores
ingleses del siglo anterior.
De vida accidentada, la Enciclopedia se concluyó
en 1772, con 28 volúmenes, más seis de
suplementos (1776-1780).
Pronto fue traducida a varias lenguas y se
reimprimió en varias ocasiones.
67. 47
D’ALEMBERT, Discurso preliminar» de la Enciclopedia, 1751D’ALEMBERT, Discurso preliminar» de la Enciclopedia, 1751
La Ilustración 8La Ilustración 8 Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2
La obra que comenzamos (y que deseamos terminar) tiene dos
objetivos: en cuanto que Enciclopedia, debe exponer en la medida de lo
posible el orden y el encadenamiento de los conocimientos humanos; en
cuanto que Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios,
debe contener sobre cada ciencia y sobre cada arte, ya sea liberal, ya
manual, los principios generales en que se basa y los detalles más
esenciales que constituyen su cuerpo y su sustancia. […]
68. 47
La obra que comenzamos (y que deseamos terminar) tiene dos
objetivos: en cuanto que Enciclopedia, debe exponer en la medida de lo
posible el orden y el encadenamiento de los conocimientos humanos; en
cuanto que Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios,
debe contener sobre cada ciencia y sobre cada arte, ya sea liberal, ya
manual, los principios generales en que se basa y los detalles más
esenciales que constituyen su cuerpo y su sustancia. […]
Por poco que se reflexione sobre el vínculo que los descubrimientos tienen entre sí, es
fácil advertir que las ciencias y las artes se prestan mutuos auxilios, y que hay por
consiguiente una cadena que las une. Pero si es a menudo difícil reducir a un pequeñ o
número de reglas o de nociones generales cada ciencia o cada arte en particular, no lo
es menos abarcar en un sistema que sea uno las ramas infinitamente variadas de la
ciencia humana. […]
D’ALEMBERT, Discurso preliminar» de la Enciclopedia, 1751D’ALEMBERT, Discurso preliminar» de la Enciclopedia, 1751
La Ilustración 8La Ilustración 8 Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2
69. 47
La obra que comenzamos (y que deseamos terminar) tiene dos
objetivos: en cuanto que Enciclopedia, debe exponer en la medida de lo
posible el orden y el encadenamiento de los conocimientos humanos; en
cuanto que Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios,
debe contener sobre cada ciencia y sobre cada arte, ya sea liberal, ya
manual, los principios generales en que se basa y los detalles más
esenciales que constituyen su cuerpo y su sustancia. […]
Por poco que se reflexione sobre el vínculo que los descubrimientos tienen entre sí, es
fácil advertir que las ciencias y las artes se prestan mutuos auxilios, y que hay por
consiguiente una cadena que las une. Pero si es a menudo difícil reducir a un pequeñ o
número de reglas o de nociones generales cada ciencia o cada arte en particular, no lo
es menos abarcar en un sistema que sea uno las ramas infinitamente variadas de la
ciencia humana. […]
El entendimiento no se ocupa de sus percepciones más que de tres maneras, según sus
tres facultades principales: la Memoria, la Razó n y la Imaginació n. […] De lo que
resulta una distribució n general del conocimiento humano […] en Historia que se refiere
a la Memoria, en Filosofía, que emana de la Razó n, y en Poesía que nace de la
Imaginació n […].
D’ALEMBERT, Discurso preliminar» de la Enciclopedia, 1751D’ALEMBERT, Discurso preliminar» de la Enciclopedia, 1751
La Ilustración 8La Ilustración 8 Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2Los grandes pensadores ilustrados 2
70. De origen noble, era un admirador de las
instituciones británicas.
Su obra fundamental fue El espíritu de las leyes
(1748).
Para Montesquieu había tres tipos de gobierno:
republicano, monárquico y despó tico. Criticó el
despotismo porque en él no había leyes ni reglas y
se basaba en el temor.
Para evitar el abuso de poder, defendió la divisió n
de poderes, siguiendo el modelo inglés:
el poder legislativo correspondía a los
Parlamentos, en los que debían estar representados
todos los grupos sociales;
el poder ejecutivo debía estar en manos del rey,
• y el poder judicial debía ser independiente.
La divisió n de poderes fue su mayor aportació n a la
historia del pensamiento político, cuya herencia llega
hasta nuestros días.
La Ilustración 9La Ilustración 9
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el pensamiento político ilustrado 1el pensamiento político ilustrado 1el pensamiento político ilustrado 1el pensamiento político ilustrado 1
Montesquieu (1689-1755)Montesquieu (1689-1755)
71. La Ilustración 10La Ilustración 10
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el pensamiento político ilustrado 2el pensamiento político ilustrado 2el pensamiento político ilustrado 2el pensamiento político ilustrado 2
Voltaire (1694-1778)Voltaire (1694-1778)
• Ha sido considerado como el más genuino
pensador de la Ilustració n francesa.
• Admirado en vida por toda Europa, era
especialmente enemigo del fanatismo, la
intolerancia y la superstició n religiosa.
• La Iglesia cató lica condenó sus obras en 1753.
• Sus trabajos más representativos fueron el
Tratado sobre la tolerancia (1763) y el
Diccionario filosó fico (1764), dos bastiones
en defensa de la razó n ilustrada frente al
fanatismo y la ignorancia.
• Entre sus escritos literarios, destaca Cándido o
el optimismo (1759), donde satirizaba muchos
aspectos de la sociedad de su tiempo.
72. • Sus teorías sociales, políticas y educativas se hallan en cinco
trabajos fundamentales:
• los Discursos sobre las ciencias y las artes (1750),
• los Discursos sobre el origen y fundamentos de la
desigualdad entre los hombres (1755),
• el Emilio (1762),
• El contrato social (1762)
• y las Confesiones (1782-1789).
• En los Discursos consideraba la sociedad en la que vivía
como corrupta, dominada por la sed de riqueza, la
competitividad y la injusticia.
• En El contrato social defendió que el ser humano es
bueno por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe
convirtiéndolo en un ser insolidario; por ello las personas
establecen una ley de obligado cumplimiento que regule la
convivencia social y ceden su soberanía a un poder superior,
representado en un gobierno y unas instituciones.
• Pero estos tienen la obligació n de legislar y gobernar para el
bien común, o de lo contrario las personas pueden
rebelarse y deponerlos.
La Ilustración 11La Ilustración 11
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el pensamiento político ilustrado 3el pensamiento político ilustrado 3el pensamiento político ilustrado 3el pensamiento político ilustrado 3
Rousseau (1712-1778)Rousseau (1712-1778)