Las normas básicas para el uso de las aulas de informática incluyen ingresar de forma organizada, ubicarse en el lugar asignado por el profesor, y solo usar los equipos para las actividades asignadas sin desconfigurar o modificar archivos existentes. Los estudiantes no deben abrir páginas no permitidas, descargar juegos o instalar programas no autorizados, y en caso de daño deben informar al profesor.