2. El final de la Prehistoria y el comienzo de la Historia, en su primera etapa, la Edad
Antigua, se produce con la aparición de la escritura, que se utilizó por primera vez hace
unos 5.000 años, en Mesopotamia y Egipto. No todos los pueblos de la Tierra emplearon la
escritura al mismo tiempo, por tanto, no en todos se produce el paso de la Prehistoria a la
Historia a la vez. Cada civilización ha llevado un desarrollo distinto a las demás.
Mesopotamia significa “mitad de
dos ríos”. La civilización de
Mesopotamia se desarrolló en
medio de los ríos Tigris y Éufrates,
una región muy fértil, donde
surgieron ciudades-estado que, en
diferentes momentos de su historia,
se impusieron a las demás.
Una de esas ciudades fue
Babilonia, protegida por enormes
murallas.
3. Las primeras muestras de escritura fueron unas tablillas de arcilla en las que, cuando el barro estaba
todavía tierno, con una caña en forma de cuña, se hacían unos signos que, por ese motivo, reciben el
nombre de escritura cuneiforme. Se trataba de escritos de contabilidad de grano o ganado, cartas
entre gobernantes o de carácter privado.
Otras veces, la
escritura se grababa
en piedra, para
recoger leyes, como
éstas del primer
código de la
historia, el de
Hammurabi.
Seguro que te suena
lo de “ojo por ojo,
diente por diente”.
4. Eran sociedades que vivían fundamentalmente de la agricultura y de la
ganadería; conocían el uso de los metales.
Los gobernantes de estas ciudades-estado debían demostrar su poder, para
imponerse a sus enemigos.
7. A veces, algunos de los reyes o gobernantes eran considerados dioses. Bien a ellos, o a otros
dioses, se les realizaban ofrendas y se les construían templos, los zigurats, con forma de torre o de
pirámide escalonada. Algunos de ellos se conservan todavía.
8. La civilización de Egipto se desarrolló a orillas
del río Nilo. Sus crecidas aportaban el limo
necesario para el progreso de una agricultura
muy fértil.
9. Los egipcios desarrollaron un tipo
de escritura denominada
jeroglífica. Su desciframiento fue
posible gracias a la Piedra de
Roseta.
Piedra de Roseta.
10. Además de escribir sobre la piedra, tallándola,
los egipcios lo hicieron en papiro, una planta que
crecía en las orillas del río Nilo.
En estos papiros representaron sus creencias, a
sus dioses o a sus gobernantes.
Planta de papiro.
11. Los reyes egipcios recibían el nombre de faraones. Algunos fueron grandes conquistadores
e, incluso, fueron considerados como dioses. Es posible que te suenen algunos de ellos:
Ramsés II, el conquistador.
Akenatón y su esposa Nefertiti. Durante su
reinado cambió el culto al dios Amón, para
adorar al dios Sol, Atón.
12. Pero seguro que, al que más conoces, es al llamado faraón niño: Tutankamón. Su reinado
no fue muy importante y murió a la edad de dieciocho años, sin embargo, su nombre se
hizo mundialmente famoso cuando, en 1922, el arqueólogo Howard Carter descubrió y
excavó su tumba intacta; una de las pocas que, hasta esa fecha, no había sido saqueada.
Howard Carter, 1922. Planta de la tumba.
Momia de Tutankamón y reconstrucción de su rostro.
Trono del faraón.
Máscara en oro.
Antecámara de la tumba
con sus materiales.
13. En el mundo egipcio, la religión dominaba todos los aspectos de la vida, por eso
construyeron imponentes templos a lo largo de toda la ribera del río Nilo. Estos son
algunos de los más importantes.
Fotos superiores. Templo de Ramsés II en Abu Simbel.
Fotos inferiores. Templo de Luxor.
Templo de Karnak.
14. Sin embargo, tal vez el templo
más espectacular de todos sea
el de la reina Hatshepsut, en
Deir-el-Bahari.
También en España tenemos algún
templo egipcio. En Madrid se
conserva el templo de Debod, una
donación del gobierno de Egipto por
la colaboración de España en el
rescate de algunos templos egipcios.
15. Tal vez, lo que más te llame la atención de la civilización
egipcia sea el rito de la momificación. Todas las
ceremonias y actos de este paso a la otra vida quedaron
recogidos en el Libro egipcio de los Muertos.
16. Los egipcios realizaban la
momificación para
garantizar la vida eterna
del difunto en el Más Allá.
17. Igualmente, también para preservar los cuerpos de los difuntos, las personas más
poderosas e influyentes de las primeras dinastías egipcias, como los faraones, se
enterraron en enormes tumbas, las pirámides.
Pirámide escalonada del faraón Zoser,
en Saqqará.
Conjunto de las pirámides
(Keops, Kefrén y Micerinos) y
la esfinge de Giza.
18. Sin embargo, más adelante, los faraones y reinas se enterraron en mastabas, grandes
cavidades excavadas en el suelo, protegidas y ocultadas para evitar su saqueo, cosa que no
se consiguió. Las más importantes se encuentran en el Valle de los Reyes y en el Valle de
las Reinas.
Valle de los Reyes.
Valle de las Reinas.