1. LA HISTORIA DE MÓNICA
Mónica es una buena
chica.
Después
de
varios años de valiente
lucha, conserva su
pureza intacta. En un
asoleado domingo de
verano va a Misa y
comulga
fervorosamente como
acostumbra.
Se
indignaría sí alguien la
creyese capaz de ceder
aquel mismo día, ante
una grave tentación.
2. En la tarde, dice a sus padres:
- Voy al cine con Gabriela. Decepción: Gaby ha
tenido que salir. Se queda indecisa: ¿Ir al cine
sola? ¿Regresar a casa y pasar allí toda la
tarde? ¿Qué aburrido? Pensativa, camina al
azar…
…cuando el brusco frenazo de un auto la hace sobresaltar.
Es Javier, un compañero de universidad. La invita a dar un paseo
con él: Regresaremos cuando tú quieras. Mónica acepta
encantada. - ¿Y si fuéramos a la playa? Podemos estar de vuelta a
la misma hora de tu cine.
3. El día es realmente hermoso, el aire
de una claridad transparente y, en
el auto que corre a toda
velocidad, penetra la brisa del
mar, y la música a todo volumen
alegra el ambiente. Mónica se
entusiasma…
Llegado al lugar, Javier propone ir
un poco más allá a tomar
“refrescos” en un simpático
restaurante junto a la playa. Todas
las mesas están ocupadas; el
mozo por unos billetes que le da
Javier les encuentra una en un
apartado rincón. Allí se sientan
charlando más animosamente
después de un primer trago y
luego de un segundo.
4. Mónica
ha
protestado
bastante, pero Javier insiste
demasiado. Salen a bailar.
Susurran palabras sin sentido
que encuentran maravillosas.
¡Magia del alcohol! La vida es
bella murmura Mónica ¡ Qué
tarde inolvidable! - Javier
aprueba - esto descansa de
los exámenes, ¿verdad?...¿Te
has fijado que buenos tragos
preparan aquí? Alegran sin
embriagar…
5. La puesta del sol es deslumbrante.
A través de la inmensa bahía se
ven sus maravillosos reflejos en el
mar y en la cima de una colina
lejana, bañada por los últimos
resplandores. Mónica mira la hora.
¡Hay que pensar en volver! Javier
la tranquiliza: - No te inquietes.
Vamos a tomar un camino más
corto.
En el auto abundan las frases
ocurrentes y las carcajadas.
Mónica
nunca
se
hubiera
imaginado que Javier tuviera tanto
ingenio así como ella se sorprende
de las réplicas talentosas que le
brotan. Se siente en un mundo
maravilloso donde todo es fácil, y
todo invita al placer, a la alegría, al
amor.
6. Ambos
descienden.
La
conciencia de Mónica le lanza
una voz de alarma: pero los
campanillazos que el alcohol
hace resonar en su corazón, la
acallan.
El camino, cada vez más
angosto, desemboca en una
playa desierta; los últimos
rayos se reflejan en la arena
tibia.
- Te tenía reservada esta
sorpresa,
Mónica,
quería
mostrarte
este
lugar
tan
hermoso. Si quieres vamos un
ratito hacia esas rocas, ¡el
paisaje es incomparable!
7. Se sientan en la arena. La
naturaleza prodiga su belleza. El
crepúsculo embriaga. Las palabras
de Javier son cada vez más
cariñosas.
Le roba un primer beso y
después
un
segundo.
Y
después... todo se precipita
Mónica resbala por el abismo del
placer donde la ha arrastrado su
compañero. Una fuerza misteriosa
arrebata toda su voluntad. Y ella
cae hasta el fondo...
8. El carro conduce de regreso a
la ciudad a dos náufragos, a
dos
seres
silenciosos, deprimidos, que ya
ni se atreven a mirarse.
Aquella noche Mónica no
consigue dormir. El recuerdo
de las horas que acaba de vivir
la asalta como una pesadilla.
La
estremecen
los
remordimientos, la rebeldía y la
angustia.
¿Por qué lo
hicimos? ¿Qué me pasó?
¿Cómo le hablaré de esto a
mi... , a mi ...¿Y si estoy
embarazada?....