2. 1. A todos los animales les parecía que el león era su
rey, desde tiempo inmemorial. Era a tal punto más fuerte y
más valiente -y, desde luego, más gallardoque cualquiera de
ellos, que la mayoría de sus súbditos lo miraba con
veneración. No había uno sólo que no estuviera dispuesto a
dar una pierna..., bueno, quizá no tanto como una
pierna..., digamos un dedo del pie..., para que el león lo
eligiera su amigo predilecto. Pero el león tenía ya un
favorito... con el que pasaba la mayor parte de su tiempo: el
elefante.
3. 2.Cuando el león iba de visita, el elefante
siempre trotaba a su lado, y aunque ambos no
consumían el mismo tipo de alimento, comían
a menudo juntos. Los demás animales no
lograban explicarse por qué estaba dispuesto
el león a derrochar tanto de su valioso tiempo
con el viejo y pesado elefante. Y no hay que
creer, ni por un momento, que ello les gustaba.
Y ese asunto daba lugar a mil y un
comentarios.
4. 3.Cierto día, cuando el león había invitado al
elefante a una excursión de caza que
duraría dos semanas, sus demás súbditos
se reunieron en el bosque para discutir
aquel fastidioso asunto. El zorro, que nunca
había dudado que era más astuto que los
demás animales, fue el primero en hablar.
5. 4.-No creáis que envidio al torpe y pesado
elefante -dijo-. Pero... ¿qué le ve de
particular el león? Si el elefante tuviera una
bella y peluda cola como la mía, yo
comprendería inmediatamente por qué
simpatiza con él.
6. 6.Meneando su elegante cola para que los
demás animales viesen de qué estaba
hablando, el zorro concluyó su discurso y se
sentó.
• El oso, que no había oído ni la mitad de lo
dicho por el zorro, se levantó y meneó la
cabeza. Toda aquella conversación sobre
la elegancia lo fastidiaba.
7. 7.-Si el elefante tuviera unas zarpas largas y
afiladas como las mías, yo podría
comprender la simpatía que siente el león
por él -dijo-.
• -O si sus torpes colmillos fuesen como mis
cuernos -intervino el buey.
8. 8.-No me hagáis reir -dijo el asno-. Todo ese
asunto es claro como el día. Al león le gusta
el elefante porque sus orejas son largas. ¡Y
eso es todo!
9. 9.-¡Cómo se quieren a ellos mismos estos
estúpidos animales! -dijo a su mujer el pato-
Pero la verdad es que los animales que no
saben graznar no merecen siquiera ser
mencionados
10. 10.Que la embidia no es buena y que todos
tienen que estar unidos como buenos
amigos.