1. REFLEXIÓN PARA EL BLOG:
Quizá, yo también estoy sorprendida con este video, tampoco esperaba que estos veinte
minutos pasaran tan rápido.
Es admirable la capacidad de este hombre de hacer que de un grupo de personas, de entre los
que están allí porque realmente van a poner interés, los que están sin saber lo que van a
escuchar, y los que simplemente están, es capaz de enganchar a todos en su idea, de meterles
en su mundo y crearles el suyo propio.
El ejemplo del niño que toca el piano desde los siete años, que va avanzando poco a poco,
pero que lo deja por circunstancias, y después podemos ver cómo sería ese niño si no hubiese
abandonado su sueño, esto es un ejemplo claro, simple y que deja ver que las cosas con
constancia y esfuerzo se consiguen.
Hace referencia también a que no es lo más importante saberse la lección completa, sino saber
cómo hacerla llegar a los demás. Un maestro debe poner ganas, debe gustarle lo que hace y
debe saber transmitírselo a sus alumnos, esa es la base.
Y quizá sí, yo me sitúe en ese grupo de personas que no les molesta la música clásica, y en la
situación de aquel chico que entendía la música clásica cuando escucho una canción y recordó
a su hermano, porque solo hay que entenderlo, todos podemos sentirlo.
Y creo que esta es la esencia de un maestro, saber transmitir: los conocimientos y todo lo
demás, sensaciones, sentimientos, todo eso que hace las cosas más fáciles. Porque todos
podemos llegar a conseguir nuestro objetivo, solo hay que encontrar el camino adecuado para
llegar a él.