El marido se niega a ayudar a su esposa a arreglar su coche descompuesto, reparar la puerta del refrigerador o cambiar la bombilla fundida. Se va enojado a un bar. Más tarde se arrepiente y vuelve a casa, donde encuentra que todos los problemas han sido resueltos por un joven que ayudó a su esposa llorando. Ella le explica que el joven le ofreció ayuda a cambio de una hamburguesa o irse a la cama con él.