1. MI PACIENTE, MI ENFERMERA, MI ENFERMERO.
LIC. GLORIA LLUEN JUAREZ
DIRECTORA ESCUELA DE ENFERMERIA
UNIVERSIDAD DE CHICLAYO.
A todas las colegas Enfermeras, amigas que todo el mundo desearía tener,
aquellas que son modelo de ENFERMERA para todos nosotros, defensoras y
conciliadoras en nuestra profesión, qué saben aplicar en su práctica diaria los
principios éticos fundamentales, sobre todo la justicia, actuando como
abogadas, protectoras, defensoras de sus pacientes. En ustedes pienso en
este momento, cuando debo escribir algo sobre nuestra profesión ,porque
ustedes van a guiarme de la mejor manera como hacerlo, desde el lugar
especial donde estén sea un sofisticado hospital o una pequeña posta médica
o en el lugar que intentaron ganar a través de sus acciones. ¿Qué les parece
si empezamos definiendo a nuestra profesión?
Enfermería es una profesión que presta cuidados al ser humano, como un ser
bio-psico-social dinámico, que interactúa dentro del contexto total de su
ambiente, y participa como miembro de una comunidad. Tiene como deberes
fundamentales, preservar, restaurar la salud y aliviar el sufrimiento
Dentro de su concepción filosófica tiene una idea definida de lo que es el
paciente como receptor de sus servicios y cual es el papel que como
profesional desempeña frente a las personas y a la sociedad.
De esta manera, partimos de la base de que la Enfermería como profesión
constituye un servicio, encaminado a satisfacer las necesidades de salud de las
personas sanas o enfermas, individual o colectivamente en todas sus esferas.
Enfermería no puede ser sólo técnica, aunque como sabemos es una de las
obligaciones de la profesión. Debemos decir que el personal de enfermería
debe ser maestro, consejero y administrador, preocupado por la promoción y
mantenimiento de la salud, ya que en caso contrario no ejercería correctamente
su papel en el renombrado "Arte de Cuidar’’.
Son muchas las ocasiones en las que está en nuestras manos la dignidad de
la naturaleza humana y de ahí nuestra mayor responsabilidad como
profesionales., unos cuidados convenientes vuelven a dar sentido a la vida de
nuestro paciente.
Vivimos en una época en la que se hace preciso realizar una profunda
reflexión sobre los aspectos humanos, valores y actitudes de los profesionales
de las ciencias de la salud, en general y de la profesión de Enfermería en
particular.
2. Como podemos apreciar, las personas que eligen la Enfermería como carrera,
se comprometen con sus pacientes, más allá de sus propios sentimientos y
actitudes morales., con su ayuda ellos dignifican su calidad de vida.
Durante la práctica profesional siempre hay decisiones por tomar, una de ellas
es la de tipo Ético.
Insistir en esto parece, no pocas veces, una reiteración innecesaria ya que se
da por supuesta en nuestra profesión, sin embargo, cada vez con mayor fuerza
van aumentando las voces que hablan de falta de ética, y de deshumanización.
Por ello, es necesario articular el contenido de nuestra responsabilidad
profesional, no sea que con la evolución de la Enfermería como ciencia se nos
vaya escapando su esencia fundamental, la de los valores que le sirven de
sostén.
Estamos seguros que esta rama de la Filosofía nos sirve para tener conciencia
de que los valores que manejamos son auténticamente fundamentales: la
salud, la libertad, la dignidad humana, la justicia en una palabra, la vida
humana, y nos ayude a los profesionales de Enfermería a fundamentar con
razones de carácter ético las decisiones que tomemos.
Los Principios Éticos en Enfermería han dejado de ser teoría para convertirse
en práctica cotidiana, reconociendo que la existencia humana más que acción y
razón, como se ha creído durante siglos defender, es pasión y que en cada una
de las acciones que se realiza, se trata de encontrar el verdadero sentido de la
vida.
Una atención de calidad con un criterio ético es necesaria para el buen
desempeño de nuestra profesión, no sólo para hacer uso de él en situaciones
extremas, sino para reflexionar a través de él en aquellas situaciones diarias en
las que se pueden lesionar o infravalorar los derechos humanos.
Florence Nightingale, pionera de la profesión decía: "La enfermería es un
arte; y si se pretende que sea un arte, requiere una devoción tan exclusiva,
una preparación tan dura, como el trabajo de un pintor o de un escultor; pero
¿cómo puede compararse la tela muerta o el frío del mármol con el tener que
trabajar con el cuerpo vivo, el templo del espíritu de Dios? Es una de las bellas
artes, casi diría la más bella de las bellas artes".
Sirvan estas reflexiones para todos y todas las colegas enfermeras, los y las
que aman a su profesión y que lo manifiestan en su quehacer diario cuando
brindan a sus pacientes un cuidado competente y ético, dando vida al sueño
de un ejercicio integral y humano.