Este poema expresa el deseo del autor de encontrar a Dios a través de la oración, la naturaleza, la palabra de Dios, la compasión por los pobres y los amigos, y finalmente en la propia vida cuando se acerque a la muerte. El autor necesita sentir la presencia de Dios en su vida para no secarse.

1. ¡Te necesito, Señor! ,
porque sin ti mi vida se seca.

2. Quiero encontrarte en la oración,
en tu presencia inconfundible,

3. durante esos momentos en los que
el silencio se sitúa de frente a mí, ante ti.

4. ¡Quiero buscarte!

5. Quiero encontrarte dando vida
a la naturaleza que tú has creado;

6. en la transparencia del horizonte lejano,
desde un cerro,

7. y en la profundidad de un bosque que
protege con sus hojas

8. los latidos escondidos de todos sus inquilinos.

9. ¡Necesito sentirte a mi
alrededor!

10. Quiero encontrarte en la escucha de tu palabra,
en el misterio de tu cotidiana entrega radical.

11. ¡Necesito sentirte dentro!

12. Quiero encontrarte
en el rostro
de los hombres
y mujeres,

13. en la convivencia
con mis hermanos:

14. en la necesidad
del pobre
y en el amor
de mis amigos;

15. en la sonrisa
de un niño
y en el ruido de la muchedumbre.

16. ¡Tengo que verte!
Quiero encontrarte
en la pobreza
de mi ser,
en las capacidades que me has dado,
en los deseos y sentimientos que fluyen en mí,

17. en mi trabajo y mi descanso,
y, un día, en la debilidad de mi vida,
cuando me acerque
a las puertas del encuentro
cara a cara contigo.
Teilhard de Chardin

18. ¡GRACIAS!