1. COMPARTIR CARISMA Y MISIÓN
CON LOS LAICOS
Documento del XVICapítulo General de las Hermanas
de la Presentación de laVirgen María de Granada
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ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN
II. JUSTIFICACIÓN
III. PUNTO DE PARTIDA
A. HERMANAS
1. CONCIENCIA DE NUESTRO SER CONSAGRADAS
2. RESONANCIAS QUE TIENEN EN NOSOTRAS LOS RASGOS DEL CARISMA
3. EXIGENCIAS PARA COMPARTIR EL CARISMA Y LA MISIÓN CON LOS LAICOS
B. LAICOS
1. CONCIENCIA DE NUESTRO SER CRISTIANOS
2. RESONANCIAS QUE TIENEN EN NOSOTROS LOS RASGOS DEL CARISMA
3. GRADOS DE PERTENENCIA AL CARISMA Y MISIÓN DE LA PRESENTACIÓN.
IV. PROPUESTAS PARA FAVORECER LA VIVENCIA COMÚN DEL CARISMA Y MISIÓN
V. CONCLUSIÓN

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Este documento recoge:
como hermanas de la Presentación…
1. la conciencia de nuestro ser consagradas,
2. las resonancias que tiene en nosotras los rasgos del carisma y
3. lo que nos exige compartirlos con los laicos.
Y también lo que los laicos han aportado sobre:
1. su conciencia de ser cristianos,
2. las resonancias que tienen en ellos los rasgos del carisma y
3. los distintos grados de pertenencia a la Familia de la Presentación.
Contiene también con unas propuestas que pueden favorecer la vivencia
común de nuestro carisma y misión.

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Desde el Gobierno General animamos a todas las
comunidades a profundizarlo durante estos
próximos años, para que nos ayude a llevarlo a la
vida en la realidad concreta en la que cada
comunidad está presente.

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II. JUSTIFICACIÓN DEL DOCUMENTO
A la luz del Concilio Vaticano II y de los últimos documentos de la Iglesia,
las Hermanas de la Presentación nos sentimos comprometidas a extender
la riqueza de nuestro carisma compartiéndolo con los laicos para que
si lo desean, se impliquen en la vivencia carismática de nuestra familia
religiosa.
Esta exigencia no solo debe centrarse en
compartir responsabilidades y ayudas en obras
concretas sino en hacerles participes de la vida
y la riqueza del carisma, espiritualidad y misión
de nuestra Congregación.
Esto supondrá una adecuada formación conjunta de religiosas y laicos para
una reciproca y enriquecedora implicación en este nuevo proyecto, que debe
hacerse con lucidez y audacia.

6. III.PUNTO DE PARTIDA
A) HERMANAS

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1. CONCIENCIA DE
NUESTRO SER
CONSAGRADAS
Nuestra conciencia de ser consagradas parte de nuestro compromiso
bautismal. Sin esta luz fácilmente podemos perder el horizonte del
seguimiento de Jesucristo.
Por eso consideramos de gran importancia dar testimonio de fe en todo
momento y en todo lugar en nuestra vida y misión. Esto supone habernos
encontrado con la persona de Jesucristo, sentirnos atraídas, amadas y
llamadas por Él; vivir una experiencia de encuentro profundo que lleva a la
conversión personal y redescubrir la vocación a ser sus discípulas y
misioneras. En definitiva, adherirnos al proyecto del Reino.

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Esta conciencia nos lleva a vivir cada día desde el trato continuo
con Dios en la oración diaria, en la lectura, escucha y meditación
de la Palabra de Dios y en la vivencia sacramental, para convertir
nuestros corazones, criterios, sentimientos y actitudes al estilo de
Jesús, desde el amor, la escucha y el cumplimiento de la voluntad
del Padre.
Nos anima también a vivir dando testimonio del Maestro,
anunciando a Jesucristo con la palabra y con la vida, desde la fe,
la esperanza, el amor, la alegría, la bondad, la misericordia, el
servicio y la humildad.

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Necesitamos vivir nuestra consagración y misión en comunidades fraternas
donde se respire el espíritu de familia, se pueda compartir la experiencia de
Dios que nos une, nuestras ilusiones e inquietudes en el anuncio del
Evangelio, y en las que nos animemos mutuamente a vivir nuestra
pertenencia congregacional y eclesial.
Queremos vivir la unidad en la diversidad, con libertad, apertura a nuevos
horizontes, favoreciendo espacios para el diálogo sin prejuicios, dispuestas a
defender la verdad y siendo comunidades de mujeres alegres, creíbles,
corresponsables, felices, centradas en Dios y en los valores del Reino.

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Como consagradas para la misión hemos de llevar la salvación de
Jesucristo a todas las clases sociales desde los rasgos
carismáticos, actuando desde una mentalidad evangélica, con
preocupación por la justicia, la dignidad humana y los más desfavorecidos
de la sociedad.
Optamos preferencialmente en nuestra misión por:
• una evangelización de la cultura y transmisión de la fe
• una opción por nuestras obras más pobres y por los más pobres
dentro de las obras en las que estamos presentes
• una atención preferencial en nuestra acción pastoral por la familia
• una opción por los jóvenes, dentro y fuera del contexto escolar.

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En todas ellas debemos adaptarnos a los tiempos y lugares para ser
presencia de Jesús y manifestarlo a los demás con las palabras y con la
vida, procurando un trato cercano, sencillo y personal. Ofreciendo
nuestro tiempo, disponibilidad y capacidades en la atención a los
demás, a cada persona, buscando siempre el bien común por encima de
las preferencias individuales.

12. CompartirCarismayMisiónconloslaicos 2. RESONANCIAS QUE TIENEN EN NOSOTRAS LOS
RASGOS DEL CARISMA
Los rasgos del Carisma que, como experiencia espiritual y fundante de
Maximiano y Teresa, hemos asumido en nuestra vida, se concretan en:
 Vivir las ACTITUDES DE MARÍA EN SU PRESENTACIÓN: disponibilidad
incondicional a la voluntad de
Dios, sencillez, pobreza, servicio, acogida, alegría, gratitud y limpieza de corazón.
Transmitiendo con la propia vida la entrega a Dios.
 Acoger y agradecer el don de la COMUNIDAD, expresión de la vida
fraterna, creando un ambiente de familia en el que reine la caridad y la paz. Así
seremos comunidades abiertas que dan testimonio de vida y son escuelas de
oración, de donde ha de brotar la realización de la misión.
 Hacer realidad la UNIDAD DE LA CONTEMPLACIÓN Y LA ACCIÓN, en todos los
ámbitos de la vida, redescubriendo y valorando el encuentro con Dios en lo
cotidiano, en la alegría y en los momentos de dolor. Para ello es necesaria una
actitud contemplativa que requiere cuidar el silencio, la oración
personal, comunitaria y litúrgica.
 ASPIRAR A LA SANTIDAD, vivida con radicalidad, a ejemplo de María, con la
fidelidad que nos exige la consagración.
 Vivir en DISPONIBILIDAD Y AMOR A LA IGLESIA, apostando afectiva y
efectivamente por la comunión eclesial, estando abiertas a su vida, fieles a sus
orientaciones y disponibles a sus necesidades.

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3. CÓMO COMPARTIR EL CARISMA Y LA MISIÓN CON LOS
LAICOS
Compartir el Carisma consiste en ser fieles al espíritu de los fundadores,
Maximiano y Teresa, que es un don para la Iglesia y que no está
reservado sólo para nosotras. A los laicos y las hermanas de la
Presentación nos une el mismo carisma fundacional, que hemos de
mantener vivo con el testimonio y coherencia de vida, según la vocación
específica a la que cada uno hemos sido llamadas. Así es como
formamos la familia carismática de la Presentación, donde laicos y
religiosas trabajemos juntos desde los carismas personales, permitiendo
un enriquecimiento mutuo.

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Para llegar a formar la familia de la Presentación hay que tomar conciencia
de que hemos de afrontar nuevos retos:
 EN EL ÁMBITO DE LO PERSONAL
Abrir en nuestros criterios y cambiar nuestros esquemas personales en
el trabajo conjunto con los laicos con actitud de respeto y comunión.
 EN EL ÁMBITO DE LAS ESTRUCTURAS COMUNITARIAS
Cultivar en la comunidad de vida fraterna un clima de cercanía entre
religiosas y laicos, que sea signo de apertura y comunión, y lugar de
acogida para cuantos comparten la vida-misión de la Presentación.
 EN EL ÁMBITO DE LA MISIÓN
Formar la familia carismática de la Presentación en cualquier tipo de
misión, no solamente en el ámbito educativo.
Crear un clima de mayor cercanía, relación y corresponsabilidad en las
obras de misión. Facilitando espacios de formación y acompañamiento
a los laicos desde su realidad personal , familiar, laboral y social.

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B. LAICOS

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1. CONCIENCIA DE NUESTRO SER CRISTIANOS
Los cristianos tenemos a Dios como el centro de la vida, porque nos hemos
encontrado con Cristo Resucitado y hemos experimentado una conversión y
un cambio progresivo en la vida personal.
Esto nos lleva a asumir un fuerte compromiso en la evangelización del
mundo en que vivimos, en el que se ha de anunciar el mensaje de Jesús y
tomar partido por los más desfavorecidos de la sociedad, porque la caridad
cristiana conlleva acercarse a todo sufrimiento y necesidad humana.
La conciencia de nuestra misión de laicos nos lleva a asumir el compromiso
cristiano como algo radical, dándole verdadero sentido a las acciones,
conscientes de que Cristo es el verdadero protagonista de esta gran tarea.

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2. RESONANCIAS QUE TIENEN EN NOSOTROS LOS
RASGOS DEL CARISMA
El carisma que Maximiano y Teresa transmitieron a la Congregación de la
Presentación se va haciendo vida en nosotros, por la acción del Espíritu, en el
contacto con las hermanas. Los rasgos que resuenan de manera especial en
nosotros son:
 Las actitudes de María en el Misterio de su Presentación.
 La acogida a las personas, de diferentes procedencias y situaciones sociales.
 La comunión fraterna, la paz, el encuentro, la tolerancia y la comprensión.
 La unidad contemplación-acción, buscando la armonía entre ambas, para llevar
la salvación de Jesucristo a todas las personas.
 La aspiración a la Santidad, entendida como ser consecuente con lo que Dios
nos pide y hacerlo vida.
 La corresponsabilidad en la Iglesia, estando atentos a los desafíos y
necesidades que se perciben, en especial en el mundo de la pobreza.
 La visión positiva de la Historia para adaptarnos a tiempos y lugares.

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3. GRADOS DE PERTENENCIA A LA FAMILIA DE LA
PRESENTACIÓN.
Desde esta conciencia laical y en el camino andado con las hermanas
descubrimos los siguientes niveles de pertenencia a la familia de la
Presentación:
1º NIVEL.- Implica compartir la misión desde la actividad profesional
(respetando el Carácter Propio o Estilo Educativo) o desde la
cercanía al carisma vivido por las hermanas de la
Presentación.
2º NIVEL.- Compartimos la espiritualidad y los rasgos carismáticos,
implicándonos en las tareas evangelizadoras.
3º NIVEL.- En este nivel nos incluimos personas que deseamos hacer de
este Carisma nuestra forma de vida, perteneciendo a la Familia
de Laicos de la Presentación.

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1º NIVEL.- Implica compartir la misión desde la actividad profesional
(respetando el Carácter Propio o Estilo Educativo) o desde la
cercanía al carisma vivido por las hermanas de la Presentación.
En este primer nivel, los laicos:
 Entramos en contacto con las hermanas de la Presentación, en
cualquiera de sus opciones de misión.
 Colaboramos con la acción educativa, social y misionera.
 Trabajamos por la educación cristiana de los niños y jóvenes, con
especial atención a los que tengan más necesidades.
 Nos implicamos con espíritu de sencillez, humildad y siempre
disponibles a las necesidades de los demás. Denunciamos y hacemos
visibles las injusticias sociales más cercanas con actitud solidaria.
 Testimoniamos real y verdaderamente una vida cristiana que hace que
los demás se cuestionen, siendo responsables en nuestra vida familiar,
social y profesional, trabajando con honestidad, constancia y dignidad.

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2º NIVEL.- Compartimos la espiritualidad y los rasgos carismáticos,
implicándonos en las tareas evangelizadoras.
 Vivimos nuestro seguimiento de Cristo como bautizados, incorporando los
rasgos del Carisma de la Presentación en nuestro actuar diario.
 Inculcamos a todos las actitudes de María en su Presentación.
 Nos implicamos en la construcción de un mundo mejor.
 Fortalecemos nuestra vida cristiana con la formación, oración personal y
comunitaria, atentos a lo que nos rodea y participando en la vida pastoral
de las parroquias y del colegio.
 Tomamos conciencia de la misión evangelizadora de la Iglesia a través de
nuestra labor educativa, social y pastoral, asumiendo las opciones de
misión de la Congregación.
 Renovamos y vigorizamos nuestra vida espiritual.
 Nos implicamos en la misión compartida con las hermanas de la
Presentación llevando la fe desde el Carisma de la Presentación.

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3º NIVEL.- Personas que deseamos hacer de este Carisma nuestra forma de
vida, perteneciendo a la Asociciación de Laicos de la Presentación.
 Nos integramos plenamente en la vivencia del Carisma de la Presentación.
 Nos comprometemos a trabajar por un mundo mejor en comunión con las
hermanas de la Presentación.
 Intentamos el enriquecimiento recíproco entre religiosas y laicos
sintiéndonos parte de una misma familia.
 Tenemos la posibilidad de vivir nuestra fe de forma comunitaria.
 Fortalecemos nuestro sentido de pertenencia e impulsamos la expansión del
Carisma junto con las hermanas, convencidos de la riqueza que aporta
nuestro ser de laicos, viviendo en actitud de humildad, sencillez, alegría,
disponibilidad y aspiración a la santidad, en nuestra realidad familiar, laboral
y social.
 Somos conscientes de que los laicos de la Presentación formamos una
familia, que tiene que fortalecer los vínculos con los demás laicos con los
que compartimos la misma espiritualidad.

22. CompartirCarismayMisiónconloslaicos PROPUESTAS PARA FAVORECER LA VIVENCIA COMÚN
DEL CARISMA Y MISIÓN
 Formar un equipo integrado por laicos y religiosas, que dinamice y coordine.
 Elaborar un plan de formación para los laicos y para las religiosas, que
pueda realizarse en común y/o por separado.
 Enviar el documento base “Familia de laicos de la Presentación” a los
diferentes lugares en los que está presente la Congregación.
 Organizar la Familia de Laicos de la Presentación, cuyos objetivos y
organización se recojan en los estatutos que se elaboren a partir del
documento base.
 Seguir dando pasos en el proceso de compartir la misión con los laicos en
cargos directivos y pastorales, con sus implicaciones y consecuencias.
 Comunicar las acciones que se vayan realizando a nivel general y local.
 Dar oportunidad a los laicos de participar en experiencias de misión en
cualquier lugar donde se encuentre la Congregación.
 Encuentros regionales, nacionales e internacionales de Laicos.

23. CompartirCarismayMisiónconloslaicos CONCLUSIÓN
Finalizamos este documento teniendo claros los objetivos que pretendemos
lograr tanto las religiosas como los laicos, cuando hablamos de compartir el
carisma y la misión de la Presentación.
• debemos hacernos planteamientos serios de nuestras opciones
fundamentales,
• una confrontación frecuente con la vida y las enseñanzas de Jesucristo
• Y con el espíritu y deseo de nuestros fundadores para ir logrando que
Dios transforme nuestras vidas, y a través de nosotras, el mundo que
nos rodea.
Ruego a Dios para que tanto laicos como religiosas nos unamos en este
proyecto común para que la actitud de María en el misterio de su
Presentación sea una realidad que anime nuestra Familia carismática y la
misión encomendada.