El documento describe el arte hispano-musulmán, con tres etapas principales: la etapa califal, la etapa cordobesa y la etapa nazarí. La etapa nazarí se desarrolló entre los siglos XIII y XV en el reino nazarí de Granada, con obras emblemáticas como la Alhambra de Granada. El estilo nazarí se caracteriza por la exuberante ornamentación y el uso de materiales pobres, dominando lo decorativo sobre lo constructivo.