El documento hace un llamado a la resistencia médica contra aquellos que traicionan la salud y medicina peruanas buscando solo beneficio personal. Critica a quienes ven a los pacientes solo como una oportunidad de lucro y no como seres humanos que necesitan ayuda. Exhorta a los médicos a educar a los pacientes sobre sus derechos y a defender un sistema de salud que sirva realmente a la gente en lugar de intereses privados. Concluye diciendo que los médicos peruanos nunca olvidarán a los traidores que dañaron el
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No olvidemos jamás a quienes traicionen hoy la salud y medicina peruanas…¡La Resistencia Médica ha empezado!
1. NO OLVIDEMOS JAMÁS A QUIENES TRAICIONEN HOY LA SALUD Y
MEDICINA PERUANAS…¡LA RESISTENCIA MÉDICA HA EMPEZADO!
Para nadie es un secreto que la salud es uno de los bien más preciados y
necesarios. Y en ese afán de cuidar la salud, sobran ejemplos innegables y
honorables de quienes a través de su labor y estudios vienen entregando a la
Medicina lo mejor de sí para solucionar problemas que antes ni pensamos
podríamos; hay otros dedicados a entregar en su trabajo con cada
paciente desde su mejor sonrisa, experiencia y conocimiento hasta el simple
hecho de enseñar - a sus colegas más jóvenes - que esta ciencia es un arte y se
hace con amor, con entrega, con pasión y compasión.
Es que la Medicina no es una profesión más, es una religión que te hace
pensar, soñar en ella aún cuando no estás trabajando. Es una amante que te
acompaña fiel adónde vas, te hace sentir siempre como si llevaras el mandil
blanco aun cuando tu hora de salida ya fue hace rato.
La Medicina se aprende en las aulas, entre libros, pero también en cada
paciente, todos los días de tu vida, se vive en ella desde que abres los ojos hasta
que los cierras y aún dormida tu mente no deja de pensar en cómo hacer las
cosas mejor y si lo que hiciste fue todo lo que en realidad debiste hacer; no
estudias Medicina por la gloria personal, lo haces solo por amor por lo que
haces y servir de verdad a todos lo que te necesiten.
Por eso molesta y duele mucho ver que hay quienes le dan más bien una
actitud digna de pirata o bucanero, buscando sacar el mayor provecho personal
al menor costo.
Y ahí están quienes ven a la enfermedad como una oportunidad para hacer
del paciente un cofre de tesoro de donde vivir. Las empresas que viven de la
salud después de todo son mercaderes, su fin es buscar dinero, ninguna
empresa se ha creado para beneficiar sino para ganar. Pero lo mínimo
es mantener el respeto por la gente que necesita y acude por esos servicios,
que no son favores sino pagados muchas veces de sus bolsillos sea MINSA,
EsSALUD u otra forma, pues en este país LA SALUD NO ES GRATUITA, de
ninguna manera…desde el ticket de atención hasta las medicinas todo se paga y
si no se paga al contado y efectivo, es que se paga por descuento de planillas o
a una aseguradora.
Es imperdonable para quienes son médicos jugar ese tipo de juegos. La salud
no puede convertirse en un negocio donde te vendo lo mejor solo si puedes
pagarlo, donde te doy el mejor medicamento si tienes mejor nivel económico,
donde te miento diciéndote que ese producto X ayuda sabiendo que no es cierto
porque el laboratorio o empresa Y que me paga viaje, cena o curso me dice que
puedo ganar eso y más aún mintiendo al paciente.
2. Y es peor aún ser médico y olvidando todo atisbo de humanidad, teniendo el
poder en las manos de lograr un cambio de rumbo en la salud pública peruana
para lograr el beneficio de la gente que lo necesita tanto, darle la espalda para
entregarle todo a la codicia y ambición que llenaran sus bolsillos ennegreciendo
su alma y conciencia por un poco de metal.
Esos son mercenarios de la salud y no merecen más que el desprecio, la
vergüenza de ser recordados por todos como los que vendieron la salud de su
patria y traicionaron los ideales y nobleza de la carrera más bella, para prostituir
su arte y convertirlo en degradación por avaricia.
La salud de aquella mujer que con miedo acude para tratarse cáncer, aquel
niño que tiene tuberculosis, aquel anciano que sufre del corazón y se amanecen
por una consulta del MINSA o EsSALUD no pueden ser vistos como números
fríos y menos como dinero para bolsillos de empresas que buscan negociar con
sobrecostos de exámenes, de medicinas, de consultas en una reforma ruin,
envilecida por intereses y con puerta cerrada a quienes debemos participar
porque conocemos que significa la salud y reclamar si algo turbio hay: los
médicos.
No puede medirse la atrocidad de tremenda maldad, no es posible
cuantificar siquiera el daño a los millones de peruanos que ocurriría, irreparables,
irreversibles y todo por dinero, avaricia y gente sin alma ni corazón, que si son
médicos no merecen serlo pues sus conciencias y almas han sido vendidas al
mejor postor, como se venden en una esquina cualquier baratija.
Todo un sistema de salud creado para atender a la gente pobre y necesitada
de mi país, que acude masivamente buscando ayuda a hospitales, centros de
salud y postas no puede ser entregado como si fuera un botín para hacer lucro,
no puede ni debe ser visto como una posible fuente de dinero porque estaría
teñido de sangre, de lágrimas de dolor, de angustia y desesperación de madres,
niños y ancianos que enferman y no pueden pelear ellos por un sistema de salud
justo porque nunca han tenido esa opción.
Y sin embargo esta por ocurrir acá, como ha ocurrido en otros países
cercanos, donde las llamadas reformas de salud han ocasionado pérdidas no
solo en dinero sino en vidas humanas, reformas mal llamadas así porque en
verdad son argucias usadas para que un grupo de personas en el poder se
beneficie y de paso a sus amigotes, sin mínimo rubor o preocupación de cómo
quedara luego la salud del pueblo que juraron proteger pues cuando la gente se
dé cuenta ellos estarán bien lejos y con los bolsillos llenos.
A ellos que con descaro comprado de poder transitorio, enquistados en su
cargo, a quienes el hedor a corrupción los convirtió en sus marionetas, para
quienes el dinero se ha convertido en su dios, quienes se creen intocables
3. porque sus amos les hacen creer eso, les digo hoy no solo que la salud no se
negocia ni se vende eso lo tenemos claro los verdaderos médicos, que la salud
de la gente la defenderemos los médicos peruanos en todos los foros, desde la
calle hasta los más altos, que cada médico peruano consciente y digno
enseñará a sus pacientes cuál es el negociado que quieren hacer de la salud,
despertaremos la conciencia y sembraremos la resistencia de la salud, desde
abajo en base a educarlos a exigir sus derechos y que no acepten con pasividad
nunca más que unos pocos se enseñoreen de su derecho y se hagan ricos a
costa de su necesidad y dolor. Que este sistema cumpla con lo que debe,
revelemos sus demonios y fallas.
Démosle una lección de cómo los verdaderos médicos de vocación y con
amor por su semejante hicimos un cambio de rumbo dándole a la gente la mayor
enseñanza de vida: pelear y reclamar por su derecho a un sistema de salud
que no sea calco de modelos fracasados sino una verdadera revolución de la
salud como hay en otros países civilizados porque así lo merecen.
Y no olvidemos los nombres de quienes traicionaron y dieron la espalda a la
Medicina y salud nacional, a los que atacaron y dañaron a los colegas que
defendíamos la salud de todos deben ser señalados hasta su ultimo día como la
vergüenza de nuestra carrera, y no solo los médicos sino aquellos que siendo
funcionarios se coludieron y negociaron con la salud de todos los peruanos como
simples traidores a la patria. Los médicos peruanos tenemos esa tarea, jamás
olvidaremos, es inherente a todo colega que tiene en su corazón encendida la
flama del amor por la ciencia, la justicia social y la verdad que son nuestras
banderas e ideales a defender.
¡COLEGA, EMPIEZA LA RESISTENCIA MÉDICA AHORA!
Iliana Romero Giraldo
CMP 27837