3. Durante todo el día, Flon Flon jugaba con Musina, a veces de un lado del río, donde Musina, a veces al otro lado, donde Flon Flon.
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5. A la mañana siguiente la guerra estaba allí. Todavía nadie la veía, pero el papá dijo: - Hasta pronto, querida esposa, hasta luego mi pequeño Flon Flon, volveré pronto. Y los abrazó contra su corazón. Después se fue para la guerra.
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10. La guerra era demasiado grande. No escuchaba a nadie. Sólo se oía ir y venir. La guerra hacía un ruido inmenso. Se veía fuego y explosiones. Todo se rompía…
11. La guerra duró tanto tiempo que todos pensaban que sería para siempre. Pero al fin, de repente, ya no se oyó más. En lugar del ruido, hubo un gran silencio.
12. Ese día el papá regresó. Se veía muy cansado. Y dijo: - Ya está, la guerra se acabó.
13. Pero Fon Flon veía que la cerca de alambre seguía ahí. Y dijo: - No es verdad. La guerra no está muerta. ¿Por qué no la mataste tú?
14. El papá suspiró. - La guerra no muere nunca, mi pequeño Flon Flon. Solamente se duerme de cuando en cuando. Y cuando está dormida, hay que poner mucho cuidado para que no se despierte.
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17. Ella había hecho un pequeño agujero en la cerca de alambre y atravesaba el río.
