Novena de Pentecostés con textos de san Juan Eudes
La organización economica en la edad media
1.
2. Edad Media es el término utilizado para
referirse a un período de la historia
europea que transcurrió desde la
desintegración del Imperio Romano de
Occidente, en el año 476 d.C, siglo
V, hasta el siglo XV con la caída de
Constantinopla en 1453. También se
señala como fecha de término la de la
invención de la imprenta, en 1455 o el
descubrimiento de América, en 1492.
La Edad Media suele dividirse convencionalmente en
dos periodos, llamados Alta Edad Media y Baja Edad
Media, ambas expresiones surgidas de una mala
traducción del idioma alemán, y que significan
"temprana" y "tardía", respectivamente. Se ha
propuesto también llamar a los primeros siglos de la
Alta Edad Media como Antigüedad Tardía u otras
denominaciones similares como Edad Oscura, pero
dicha terminología no es universalmente aceptada.
3. Economía en la Edad Media
Inicialmente se puede observar
algunos comportamientos
parecidos, por los cuales
llamarlos mercantilistas, pero no
era una escuela económica.
Básicamente eran mercaderes,
de allí deriva su nombre, tenían
algunos consejos e ideas
básicas. Si ellos
económicamente estaban bien,
si un país seguía los mismos
pasos, también lo estaría. Los
pasos eran mantener una
balanza comercial positiva, esto
es vender más de lo que se
compra. Otro paso era la
4. Ésta se desarrolló en Francia
antes de la Revolución
Francesa. Solo duró algunas
décadas (más o menos 30
años).
Quesnay fue uno de los
pensadores más importantes.
Ellos definían las actividades
estériles y las no estériles. Las
estériles eran aquéllas que no
producían riqueza a partir del
agro. Le daban total importancia
a la actividad agropecuaria.
La Edad Media: ética, pobreza y
teoría del valor trabajo
5. Estructura socio-económica
Las relaciones personales se basan en dos figuras típicas:
1. Las relaciones feudo-vasallaticas entre individuos, que tiene que ver más
con el mundo de la agricultura. En el campo predomina la agricultura de
subsistencia. El producto se obtenía en pequeña escala, utilizando
técnicas agrícolas relativamente primitivas. El objetivo del feudo era la
autosuficiencia.
2. Las relaciones gremiales. En las ciudades los gremios (agrupaciones de
artesanos) potencian la economía local e impiden la expansión de la
producción y el mercado: las actividades comerciales entre regiones o países
estaban severamente limitadas, poco desarrollo tecnológico, escasez de
capital, no hay facilidades para la movilidad de los individuos.
6. En suma, el marco
económico y social del
feudo era análogo en
muchos aspectos al de la
polis o ciudad estado
griega. El principio de
organización en ambos era
el rango y no el contrato.
Todo ello se reduce en que
estamos en una situación
de Economía de pre-
mercado. Para dar el paso
hacia una economía de
mercado era necesaria la
aparición de relaciones
impersonales, libre
movilidad, expansión
económica …
7. Enfoque Ético
Autoridad Intelectual. La Iglesia recoge parte del saber clásico personalizado
en Aristóteles, pero luego lo llevan a su moral religiosa (punto de vista
escolástico).
Bases de la actividad económica
1. La justicia debe de presidir toda la actividad económica:
• En los procesos de intercambio: justicia conmutativa (intercambio de
equivalentes), y
• en los de distribución: justicia distributiva –distribución de la renta- (mérito).
1. La doctrina del precio justo.
2. La dignificación del trabajo. Frente a los griegos, el enfoque cristiano
dignifica el trabajo. El trabajo es considerado como la principal fuente de
riqueza. El trabajo justifica los ingresos y la propiedad.
8. Organización Social
La sociedad, muy jerarquizada, se
organizó sobre la comunidad, de forma
estratificada, (nobleza, clero, y pueblo
llano) no sobre el individuo, (los individuos
solo son iguales ante Dios), de acuerdo a
un plan divino. Sobre la base de estos
principios se comprende la desigualdad
social en capacidad, riqueza y libertad. La
sociedad se estructura en estratos sociales
rígidos (como una pirámide) dentro de un
marco de desigualdad, concibiendo a la
comunidad como un cuerpo con varias
partes, cada una con su función, y su
condición, que en general pasaban de
padres a hijos, con escasas posibilidades
de cambio, pero que habían de funcionar
como un cuerpo único, como un solo
organismo (cada una de las partes de las
que se compone había de cumplir con su
función pero en única unidad).
9. Teorías del interés y la usura
Todo esto lleva, en el estudio del pensamiento económico a buscar el precio
justo (de los bienes) -la doctrina del precio justo- dentro de esta ética. Ello se
observa con claridad cuando se estudia la teoría del interés y la usura. Para el
pensamiento medieval usura suponía el cobro, al hacer un préstamo, de
cualquier tipo de interés, lo que provocaba su rechazo, considerándolo
éticamente reprobable porque el interés no modifica la naturaleza de las
cosas (el dinero es estéril: no crea nada) y no procede del trabajo.
Para esta ética el interés es equiparable al beneficio. El beneficio encuentra
su justificación en la actividad comercial como fruto del trabajo de transporte o
almacenamiento de los bienes. El beneficio solamente es legítimo si procede
del trabajo, no del capital.
Este pensamiento fue poco a poco evolucionando hasta llegar al siguiente
razonamiento: el interés solo encuentra justificación en las siguientes razones:
• Como sanción por retraso
• Sanción por daño
• Como indemnización por el lucro cesante (coste de oportunidad): el dueño
no dispone del bien en un determinado tiempo). Esta justificación del interés
como indemnización fue primeramente rechazada, pero finalmente terminó
siendo aceptada.
10.
11. La Teoría del valor-trabajo, orientándose hacia el lado de la oferta, explica el
precio (valor) de los bienes en función de la cantidad de trabajo utilizada en su
producción.
La posición de los pensadores medievales.
Ejemplos de las dos corrientes:
1. Coste (S. Alberto Magno) si el precio de mercado no cubre los costes de
producción ésta con el tiempo cesara
2. Demanda (Sto. Tomás de Aquino) introduce la necesidad en la fórmula del
precio: el precio variaba con la necesidad.
• No usan el trabajo como medida del valor.
• El trabajo es el instrumento para legitimar la actividad económica y los
ingresos, incluidos los beneficios e intereses.
• No hay una teoría del salario:
- No hay un grupo suficiente amplio de asalariados - No se preguntan cómo se
forma el salario, sino cuál debe ser para ser justo.
12. Pobreza y Caridad
La pobreza durante la edad media fue un
problema ético que se tenía que
corregir, empezando por la caridad. El
planteamiento doctrinal desde el punto de
vista económico fue que la caridad es
perjudicial porque cualquier tipo de medida
de caridad impide que los individuos
asuman sus responsabilidades y provoca
la ociosidad, con lo que, finalmente, lo que
ocurre es que se acentúa e incrementa la
pobreza:
13. La pobreza en la Edad Media
• La pobreza fue esencialmente un
problema moral. Objetivo: aliviar la pobreza.
Lo que hay que hacer es eliminar este
problema mediante la caridad que es
moralmente positiva.
• La pobreza no generaba una gran
presión social: las relaciones feudales
garantizaban el sustento de los vasallos y
siervos, los vínculos a la tierra o a los gremios
generan ingresos de subsistencia, por ello
• La pobreza no es un problema de
desempleo, sino que es fruto de desgracias
personales
(vejez, orfandad, enfermedad), antes que de
causas económicas, que el individuo no
controla y provocan desempleo involuntario
• Cuando se rompe el modo de
producción feudal (cercado de
fincas, desplazamiento de mano de obra a la
ciudad, etc.) empieza a tener más sentido la
14. Las mejoras técnicas
Es en este momento cuando se extienden modernas
técnicas agrícolas que, aún existiendo
anteriormente, habían quedado reducidas a escasos
espacios territoriales. Este proceso fue extraordinariamente
lento, pero se intensificó a partir del siglo XII con la mejora
de las comunicaciones y los intercambios.
Entre los avances cabe destacar el aumento en el uso de
los molinos de agua como fuerza motriz para el trigo y el
aceite, que por una parte se extiende desde el norte de
Europa hacia la zona central, y por otra con las
aportaciones de los musulmanes en España desde el sur
hasta Francia y de las acequias para riego, extendiendo los
cultivos y liberando mano de obra que podía dedicarse a
otras tareas más productivas. Además, mejoran los
métodos de enganche de los animales, especialmente el
caballo y el buey, introduciendo la collera rígida y el yugo
sobre los cuernos.
15. La cría del ganado de tiro aumenta de
manera notable y permitirá disponer de
animales en abundancia. También se cría
el caballo de combate que cambiará las
prácticas de la guerra en detrimento de la
infantería tradicional. Los instrumentos de
uso agrícola, como el arado o la
azada, generalmente de madera, son
sustituidos por otros de hierro. Esto es
especialmente útil en el centro y norte de
Europa, entre el Loira y el Rhin, donde la
tierra turbosa y muy húmeda era de difícil
trabajo. Ahora el arado penetra más, airea
la tierra con mayor facilidad y permite la
obtención de cosechas en espacios antes
baldíos.
16. A más producción, más población
El aumento de la producción como consecuencia de las
innovaciones supone ya en el siglo XI una reducción de
las prestaciones personales de los siervos a sus señores
en cuanto a horas de trabajo, sustituyéndose por el pago
de una cuantía económica o en especie. Se reducen las
tierras del señor y se extienden los arrendamientos. Al
mismo tiempo los campesinos, disponiendo de más
tiempo para procurarse sus ingresos, aumentan sus
rentas y ganan en independencia. En algunos lugares,
sólo son convocados a trabajar para el señor en los
periodos de laboreo con gran necesidad de mano de
obra como la siega.
El señor pasa de obtener trabajo gratuito, a recibir
retribuciones en especie que él muchas veces elige, y
oro o plata. Esto provoca una mayor acuñación de
moneda y el fluir del comercio. Aparecen las primeras
grandes fortunas y los señores hacen ostentación de sus
bienes, muchos de ellos traídos de Oriente, (entre otras,
a través de la "ruta de la seda").
17. El Alto Clero comienza a disponer a partir
del siglo XI de recursos con los que
engalanar las iglesias, catedrales y
palacios episcopales.
Aumenta el número de tierras roturadas y comienza el
periodo de eliminación de los bosques europeos, drenaje
de las tierras empantanadas, extensión de los terrenos
arados lejos de las aldeas y la construcción dispersa de
casas campesinas. Aunque no sea rápidamente, el tiempo
va cambiando el paisaje y las costumbres. Las tierras de
pastos en las laderas más difíciles de arar y los terrenos de
labranza en el resto se hacen comunes en muchas zonas.
Es el tiempo en el que se extiende el cultivo de la vid, poco
exigente con las tierras que han sido ganadas al bosque.
Las mejores zonas atraen a una mayor masa de población
y se producen migraciones en todo el centro de Europa. El
crecimiento poblacional es notable a partir del
1050, llegándose a duplicar la población de Inglaterra en
150 años y triplicándose hacia el final de la Edad Media. En
el siglo XI las hambrunas han desaparecido. Este
incremento se realiza a costa de una mayor tasa de
natalidad, si bien la de mortalidad se mantendrá más
18. El comercio
A partir del siglo XII los excedentes facilitan el comercio más allá de las
fronteras del señorío. Las actividades comerciales permiten que surja
una incipiente burguesía, los mercaderes, que en su origen eran
campesinos que aprovechaban los tiempos en los que no era necesario
el trabajo de la tierra para comerciar, y que deberán realizar su trabajo
pagando igualmente una parte de sus beneficios en forma de tributos a
los señores. El lujo al que aspiran los señores con el incremento de las
rentas, favorece la aparición cada vez más frecuente de artesanos. Las
rutas de peregrinaje son los nuevos caminos por donde se abre el
comercio. Roma, Jerusalén o Santiago de Compostela son los destinos
pero las comunidades situadas en sus vías de acceso florecen
ofreciendo hospedaje, comida y ropa. La venta directa al consumidor
permite a muchos campesinos aportaciones extras a sus arcas. Las
tasas de tránsito, peaje y mercados se incrementan. Las
ciudades, burgos, son al mismo tiempo espacios de defensa y de
comercio conforme avanza el tiempo y se va gestando una nueva
sociedad que despegará en los siglos XIII y XIV.
19. Renta feudal
La renta feudal, en terminología del materialismo histórico,
es el mecanismo de coerción extraeconómica por el que los
estamentos o clases privilegiadas (nobleza y clero) obtienen
el excedente de la producción del campesinado en el modo
de producción feudal.
La renta feudal puede obtenerse en forma de prestaciones
de trabajo (corveas francesas o sernas) castellanas, que el
siervo tiene que cumplir en la reserva señorial) , en especie
(porcentajes sobre la cosecha, como el diezmo a pagar a la
Iglesia) o dinero (de muy escasa circulación durante la Alta
Edad Media). En cualquier caso, la justificación para el cobro
no es tanto la propiedad de la tierra, que es un término muy
confuso, en un mundo como el feudal en que todos los
agentes disponen de algún derecho sobre ella, sino de la
posición social predominante de nobleza y clero, justificada
ideológicamente (orden social perfecto de oratores,
bellatores y laboratores) y mantenida por la violencia
constante de las invasiones, guerras y situación de frontera.
20. Mientras que el interés económico del siervo (o cualquier
forma jurídica de campesino sometido a régimen señorial) es
aumentar la producción en su propio beneficio, el interés del
señor es intentar impedir la existencia de ese
beneficio, localizando cualquier forma de excedente
productivo para situar un impuesto, carga feudal o derecho
señorial de cualquier tipo sobre él, (bien sea por derecho de
paso, pontazgo, portazgo, monopolio señorial de
molino, tienda, taberna, roturación, utilización de
bosques, montes, prados, dehesas, ríos, caza...) en un
etcétera que no tiene más límite que la imaginación y la
capacidad de ejercer la coerción extraeconómica, puesto
que no se basa en ningún tipo de mercado libre que
recompense a cada factor de la producción como en el
capitalismo.
La renta feudal no se acumula en forma de capital, sino que
se atesora o se consume. Cualquiera de los dos usos que se
de, contribuye al mantenimiento del predominio social de los
detentores de la renta, y dificulta la acumulación originaria
de capital que necesita el capitalismo. No obstante, la
redistribución de la renta feudal, mediante el consumo
suntuario, hacia la burguesía urbana de artesanos o
mercaderes, permite que en ese espacio urbano y en las
21. Feudo
Feudo (posiblemente del latín feodum, en latín vulgar feudum), que en
Alemania se le denominaba Lehen, en Francia Fief y en los Países Bajos
Leen, es el nombre con el que se designa a la tierra que el señor otorga al
vasallo en el contrato de vasallaje, como parte del beneficium (beneficio) que
le debe a éste por el cumplimiento de sus obligaciones: auxilium et consilim
(auxilio, o servicio militar y consejo o apoyo político).
Feudo y señorío
En España puede considerarse como equivalente al señorío. No obstante,
hay un debate historiográfico sobre las diferencias entre el régimen señorial
en España y el modelo europeo, ligado a la descomposición del Imperio
Carolingio.1
22. El feudo se vincula a la nobleza
Aunque en origen el señor (por ejemplo, el rey)
retenía la capacidad de retirar el feudo a su vasallo
(por ejemplo, un conde), el feudo en la práctica se
fue haciendo vitalicio y hereditario, pasando a
convertirse en el patrimonio de una familia noble.
No conviene utilizar el término propiedad para esta
relación, más propiamente vinculación. Los
derechos plenos de propiedad no son propios de la
Edad Media (ni siquiera del Antiguo Régimen), sino
del Derecho Romano o del Estado Liberal. El señor
que lo da, y su vasallo noble que lo
recibe, comparten de alguna manera algún tipo de
derecho de dominio sobre el feudo (que podría
llegar hasta la teórica reversión al señor en caso de
felonía o incumplimiento de la fidelidad debida, o de
la liberación de toda obligación para el vasallo en
felonía por parte del señor), del mismo modo que el
señor y su siervo campesino también comparten el
dominio sobre la tierra (dominio útil y dominio
eminente).
23. El feudo, unidad económica
La manera de explotar económicamente el feudo, en su manera "clásica", en los
siglos de la Alta Edad Media, en que no había casi circulación monetaria y muy
escasa comercialización de los excedentes, consistía en repartir la tierra en dos
porciones: la reserva señorial y los mansos. Cada manso era entregado a un
campesino, que se encomendaba (commendatio) al señor (bien libremente o
bien forzosamente), pasando a convertirse en su siervo. En latín servum podría
traducirse por esclavo (ancilla), pero en realidad en la época feudal la utilización
de mano de obra esclava en la agricultura no era dominante. La condición
jurídica del siervo tampoco era de libertad, puesto que estaba ligado a la tierra
que trabajaba. Eso sí, disponía del producto de su manso, que cultivaba a su
criterio y del que obtenía lo necesario para su subsistencia (en términos del
materialismo histórico, la reproducción de su fuerza de trabajo). Los días que
fijara la costumbre (corvea en Francia, serna en Castilla) debía trabajar
obligatoriamente en la reserva señorial. Ese trabajo excedente es la forma de
obtener el excedente por parte del señor, que se beneficiará del producto de esa
reserva (apropiación del excedente por coerción extraeconómica, en esos
mismos términos, que define el modo de producción feudal).
24. La activación de la economía a lo largo de
los siglos, sobre todo después del año
1000, que permiten que haya circulación
monetaria y el surgimiento de mercados,
comarcales, urbanos y luego a larga
distancia, harán que el modelo se altere, y
se conviertan los pagos en trabajo en
pagos en especie (fijos o porcentajes,
como en la aparcería) o en dinero (renta
feudal). Para el señor también eran
multitud de derechos feudales que
garantizaban que todo tipo de excedente le
sea entregado (portazgos, peajes, derecho
de molino, de taberna, de tienda, de
explotación de bosques, caza y ríos...)
incluyendo los pagos más polémicos (ius
primae noctis o derecho de pernada,
habitualmente redimible con un pago). La
apropiación de impuestos teóricamente del
rey (como la alcabala en Castilla) era
también muy común de los señores, en la
Baja Edad Media.
25. Referencias
Bibliografía
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enciclopedia.us.es/index.php/Economía_e
n_la_Edad_Media