SlideShare a Scribd company logo
1 of 120
Alfredo Sáez
para
Toño Monzón
Hacedor de Proyectos
FESTIVAL PUERTA AL
  MEDITERRANEO
El cartel
El Mediterráneo cubre una extensión de unos
   2.510.000 km2. Tiene una longitud de este a
   oeste de 3.860 km y una anchura máxima de
   1.600 km. En general poco profundo 1.370 m
   de media, el Mediterráneo alcanza una
   profundidad máxima de 5.121 m frente a la
   costa sur de Grecia.
El Mediterráneo se puede considerar la suma de diferentes mares que
   continúan conservando su nombre a través de los siglos;
Mar Jónico, está localizado desde el sur de Italia a Grecia.

Mar Tirreno, localizado entre Cerdeña y Nápoles aprox.

Mar de Liguria, abarca desde Niza en Francia y costa noroeste de Italia.

Mar Adriática, Toda la costa este de Italia y la antigua Yugoslavia y Albania.

Mar Egeo, entre costa oeste de Turquía Las Cícladas y Tesalónica en Grecia.

Mar de Creta, como su propio nombre indica entre Creta y las islas Cícladas
El Mar Mediterráneo es un mar interior de Europa, Asia y
   Africa, unido al océano Atlántico en su extremo
   occidental por el estrecho de Gibraltar. Conocido por
   los romanos como el Mare Nostrum "Mar Nuestro", el
   Mediterráneo es casi un mar cerrado. Tiene una gran
   importancia política como salida marítima para los
   países de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas
   Soviéticas a través del Bósforo, el mar de Mármara, los
   Dardanelos y el mar Negro, y para el acceso de Europa
   y América al petróleo de Libia, Argelia y de la región
   del golfo Pérsico a través del canal de Suez y los
   oleoductos terrestres.
El Mediterráneo baña las costas de estos países:
   España, Francia, Italia, Croacia, Albania, Grecia
   y Turquía en la costa norte,
   Líbano, Siria e Israel en el este,
   Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos en el
   sur.
El atún, su representante

Descritos por Aristóteles hace 2.000 años, los
 atunes han sido siempre una de las especies
 más conocidas y apreciadas en el
 Mediterráneo. Estos peces de gran tamaño,
 que pueden superar los 600 kilos de peso,
 realizan a lo largo de su vida largas
 migraciones, y se localizan preferentemente
 en todo el Atlántico norte y en el
 Mediterráneo.
El atún desde la antigüedad fue muy apreciado en
   todo el Mediterráneo. Aristóteles cuenta que se
   decía que los Fenicios, desde Cádiz, viajaban con
   vientos del este por cuatro días más allá de los
   pilares de Hércules hasta un sitio con muchas
   algas y donde se encontraban en extraordinaria
   cantidad atunes de increíble tamaño, que una vez
   pescados, los preservaban, los ponían en jarros y
   los llevaban a Cartago, donde no sólo lo
   consumían ya que era muy apreciado como una
   delicadez epicúrea, sino que de allí lo exportaban
   por todo el Mediterráneo.
Sobre el atún se estableció una verdadera mitología precisamente
  difundida por Aristóteles que le dedicó gran interés y que duraría
  por más de 1.000 años.
Decía que llegaba a pesar hasta seiscientos kilos durante su vida que
  duraba dos años y que desovaba en el Mar Negro adonde el pez
  llegaba manteniendo la tierra a la vista con la ayuda de la poderosa
  vista de su ojo derecho. Asimismo que dormía tan profundamente
  que ni siquiera un arpón lo despertaría, que en ese caso,
  sonámbulo se hundiría para flotar y hundirse nuevamente, lo que
  hacía que fuera difícil de pescar, especialmente los más jóvenes
  pues a los más grandes los excitaba un pequeño gusano o
  escorpión, el "asillo", que se les adhería a las aletas en ciertas
  épocas del año que coincidían precisamente con la época pico del
  desove cuando era más vulnerable.
Fue en cierto modo un catalizador de la civilización,
  en algunos casos los puertos sobre los arrecifes
  de esas costas desde Gilbraltar hasta el Mar
  Negro y el Imperio Oriental de Bizancio, donde
  los observadores en sitios altos podían ver las
  migraciones de ellos y avisaban a los pescadores
  para que desplegaran sus redes, dieron origen a
  la formación de ciudades y fue tan importante
  por su valor comercial que estaba grabado en
  viejas monedas Púnicas.
KAVAFIS
         VIAJE A ITACA
   Cuando salgas para hacer el viaje hacia Ítaca
          has de rogar que el camino sea largo,
       lleno de aventuras, lleno de conocimiento.
          Has de rogar que el camino sea largo,
             que sean muchas las madrugadas
   que entrarás en un puerto que tus ojos ignoraban
    y vayas a ciudades a aprender de los que saben.
     Ten siempre en el corazón la idea de Ítaca.
             Has de llegar a ella, es tu destino,
              pero no fuerces nada la travesía.
           Es preferible que dure muchos años,
         que seas viejo cuando fondees en la isla,
rico de todo lo que habrás ganado haciendo el camino,
           sin esperar a que te dé más riquezas.
             Ítaca te ha dado el bello viaje,
                  sin ella no habrías salido.
         Y si la encuentras pobre, no es que Ítaca
         te haya engañado. Sabio como ya eres,
             sabrás lo que significan las Ítacas.
¿Duende?
Con respecto a la etimología de la palabra “duende”, indica que
   la palabra proviene del latín domus, que significa “casa”. Vale
   con el significado de “doméstico” o “casero” y alude a
   aquellos espíritus traviesos que viven dentro de las casas.
La descripción más temprana de los duendes proviene de la
   mitología nórdica. De allí se conserva el nombre “álfar”,
   aunque la creencia en estas criaturas maravillosas era muy
   común entre las tribus germánicas y los antiguos
   escandinavos.
Otra explicación:
Un duende es una criatura mítica perteneciente a la mitología
   pagana germánica que todavía sobrevive en el folclore de
   Europa del norte. En la mitología de los nórdicos, estas
   criaturas eran originalmente consideradas como una raza de
   dioses de la naturaleza y de la fertilidad, aunque de menor
   importancia.
Los duendes son representados a menudo como hombres y
   mujeres jóvenes de gran belleza que viven en bosques y otros
   lugares naturales subterráneos, así como en pozos y fuentes.
Los duendes parecen compartir muchas características
  con los seres humanos, con la diferencia de que
  aquéllos son siempre muy hermosos.
Suele aludirse a estas criaturas como seres semi-divinos
  asociados a la fertilidad y al culto de los antepasados.
  Se los relaciona con la creencia animista y espiritista de
  la naturaleza y de los difuntos, muy común en casi
  todas las religiones humanas. Allí se remonta la vieja
  creencia nórdica en los fylgjur y vörðar, espíritus
  protectores.
La palabra duende es una contracción del
  castellano antiguo duen de casa (dueño de la
  casa)
Duendes son espíritus o fantasmas que habitan
  en una casa. La palabra duende es una
  contracción del castellano antiguo /"duen de
  casa"/
("dueño de una casa").
El origen remoto de la palabra "duende" es la
   raíz indogermánica /demd/ que designaba lo
   relacionado con la casa u hogar. De ahí
   /domicilio/ e incluso *Don* en castellano.
El duende es ese genio que inspira al cante
   flamenco.
•
Algunos investigadores sostienen que los
  duendes son el equivalente germánico de las
  ninfas de la mitología griega y romana, así
  como el “vili” y el “rusalki” de la mitología
  Eslavita.
Es interesante constatar que en la lengua sueca
  existe la palabra tomte/, que designa
  exactamente lo mismo que ese duende en
  español. El tomte/ sueco es una figura de
  carácter mágico que protege el hogar.
Pero también se aplica a una manera especial de
  comportamiento. "Eres un duende", decimos a
  un niño que anda enredando con ideas y
  actividades
fuera de lo corriente. También los suecos dicen a
  los niños: "/Du är en tomte"/ (Eres un duende).
Han sido retratados como seres longevos o
 inmortales que gozan de energías mágicas
 innatas. Después del éxito de la obra épica de
 J.R.R. Tolkien “El señor de los anillos”, donde
 existen personas sabias y angelicales llamadas
 duendes, estas criaturas juegan un rol cultural
 significativo y se han convertido en personajes
 obligados de la fantasía
Los duendes pueden ser clasificados en “duendes”
  y “elfos”. Cualidades extraordinarias asociadas a
   los duendes se califican a través de los adjetivos
          elfo o elfin, que significa “mágico”.
Con respecto a la pronunciación, la v de “elven” se
  refiere a los duendes clasificados como humanos
     (se les dice así por su menor estatura, y son
  propios de la mitología vikinga) mientras que la f
  en “elfin” alude a los elfos minúsculos (asociados
 fundamentalmente al folklore del Renacimiento y
                  del Romanticismo).
Duendes y elfos adquieren también los siguientes nombres:
  - En Alemania: Elfen, Elben.
  - En Gran Bretaña: addler (aunque el vocablo ha quedado
  obsoleto).
  - En Países Bajos: Elfen, Alfen, Elven.
  - En Dinamarca: alfer, elvere, elverfolk, ellefolk o huldrer.
  - En Islandia: álfar, álfafólk y huldufólk (significa “gente que
  se oculta”).
  - En Noruega: alver, alfer o elvefolk.
  - En Suecia: alfer, alver o älvor (Älvor es también atribuido
  a las hadas).
  - En Italia: elfo o fata (Fata se atribuye solamente a las
  hadas).
Tras numerosos debates, el consenso de duende
  es álf mientras que las palabras relacionadas
  derivan de la raíz proto-indo-europea albh,
  que significa “blanco”. De allí surgió la voz
  latina albus para el color blanco, que se usa
  también en portugués. En la lengua inglesa ha
  adquirido la forma de albino.
¿Qué es el duende?
"El muletazo que brota pringado en duende es
siempre, siempre, una revelación de la divinidad,
un túnel o agujero que momentáneamente une a
dos mundos incomunicados y extraños entre si
(...) El Duende surge cuando el hombre pisa
durante esa milésima de segundo territorios del
más allá.“
                                  Joaquín Albacín
"...cuando el quite es melodía y el trincherazo
   poesía..."
cuando el olé se queda atrapado en la garganta
        y sale humedecido por los ojos.
• ¿Cuántas veces te has quedado con las ganas de vitorear una
  buena interpretación y la emoción es tanta que simplemente
            la voz no sale por quedar aprisionada?

  Cuando las cuerdas vocales se quedan congeladas y la mirada
  se inunda; cuando por cada poro de tu piel respiras el olor del
   actor y el aliento del autor y tu mundo se reduce al portal de
  tiempo y espacio que existe entre la dicción y el texto; cuando
       en el andar del bailarín que sigue como hipnotizado la
  trayectoria de la coreógrafo tu mirada sigue igual el correr de
    la mano del danzante; cuando sientes en el rostro el viento
   que arroja una buena actuación; cuando acto es melodía y el
       oscuro poesía...Cuando sientes todo eso, el duende, te
          susurra al oído "no digas bravo, no es necesario"
Federico García Lorca señala en su Teoría y Juego del Duende:
   "Así, pues, el duende es un poder y no un obrar, es un luchar y no un
   pensar. Yo he oído decir a un viejo maestro guitarrista: «El duende no está
   en la garganta; el duende sube por dentro desde la planta de los pies». Es
   decir, no es cuestión de facultad, sino de verdadero estilo vivo; es decir,
   de sangre; es decir, de viejísima cultura, de creación en acto.
   Este «poder misterioso que todos sienten y que ningún filósofo explica»
   es, en suma, el espíritu de la sierra, el mismo duende que abrazó el
   corazón de Nietzsche, que lo buscaba en sus formas exteriores sobre el
   puente Rialto o en la música de Bizet, sin encontrarlo y sin saber que el
   duende que él perseguía había saltado de los misteriosos griegos a las
   bailarinas de Cádiz o al dionisíaco grito degollado de la siguiriya de
   Silverio."
   En lo particular siento que es la exaltación sublime de los sentidos,
   rebasando la realidad misma, encontrándose el espíritu en un estado
   intermedio entre el cielo y las tierra.
Al terminar esta fundamentación quedará claro el
   concepto de este diseño que por ahora explicito
   como:
   El duende se adueña de la casa, significada aquí
   como el cuerpo del artista.
El duende está ahí, escondido, a la vista de todos,
   pero en la mirada de unos pocos…y en el
   sentimiento de todos, todos lo perciben, pocos
   pueden discriminarlo, pero sienten la emoción…
Algunas Apostillas de Ortega
Vivir
La mayor parte de los hombres no hacemos sino querer
  en el sentido económico de la palabra: resbalamos de
  objeto en objeto, de acto en acto, sin tener el valor de
  exigir a ninguna cosa que se ofrezca como fin a
  nosotros. Hay un talento del querer, como lo hay del
  pensar, y son pocos los capaces de descubrir por
  encima de las utilidades sociales que rigen nuestros
  movimientos, que nos imponen esta o aquella actitud,
  su querer personalísimo.
  Solemos llamar vivir a sentirnos empujados por las
  cosas en lugar de conducirnos por nuestra propia
  mano.
Arte
La verdadera emoción estética, sólo se produce en quien no está
   dispuesto a tenerla y no ha preformado el gesto de admiración. Se
   hace uno el siguiente razonamiento: si, en efecto, hay tantas cosas
   bellas como se dice, una de dos: o su belleza nos mataría de tanto
   conmovernos, o es la belleza una sustancia tan tibia e inocua que
   no merece la pena de hablar de ella. Yo creo que se ha perdido el
   sentido del arte a fuerza de multiplicarlo y abaratarlo. Cuánto
   mejor considerar el arte como una aventura que sobreviene alguna
   que otra vez, muy raramente. Por lo pronto es una sorpresa. Vamos
   por la vida ocupados en nuestros asuntos y de repente algo nos
   arrebata, nos saca de nuestro quicio, nos infunde un frenesí, nos
   arrastra como el vendaval divino a los profetas hacia una localidad
   extramundana. No hay arte sin éxtasis en el sentido más riguroso
   de la palabra, que es “estar fuera de sí”.
Lo Esencial
Cuando no sabemos bien qué hacer, lo mejor
  que podemos hacer es ser sinceros, esto es,
  cumplir con intensidad la tarea que la hora
  nos presenta. Si lo hacemos hondamente,
  seriamente, estemos seguros de que
  toparemos con algo esencial. Y lo esencial es
  siempre actual.
El duende del Mediterráneo
Federico García Lorca
       Conferencias
Teoría y juego del duende.
El ángel guía y regala como San Rafael, defiende y evita
   como San Miguel, y previene como San Gabriel.
El ángel deslumbra, pero vuela sobre la cabeza del
   hombre, está por encima, derrama su gracia, y el
   hombre, sin ningún esfuerzo, realiza su obra o su
   simpatía o su danza. El ángel del camino de Damasco y
   el que entró por las rendijas del balconcillo de Asís, o el
   que sigue los pasos de Enrique Susson, ordena y no
   hay modo de oponerse a sus luces, porque agita sus
   alas de acero en el ambiente del predestinado.
La musa dicta, y, en algunas ocasiones, sopla.
  Puede relativamente poco, porque ya está
  lejana y tan cansada (yo la he visto dos veces),
  que tuve que ponerle medio corazón de
  mármol. Los poetas de musa oyen voces y no
  saben dónde, pero son de la musa que los
  alienta y a veces se los merienda.
Ángel y musa vienen de fuera; el ángel da luces
  y la musa da formas (Hesíodo aprendió de
  ellas). Pan de oro o pliegue de túnicas, el
  poeta recibe normas en su bosquecillo de
  laureles. En cambio, al duende hay que
  despertarlo en las últimas habitaciones de la
  sangre.
Y rechazar al ángel y dar un puntapié a la musa,
  y perder el miedo a la fragancia de violetas
  que exhale la poesía del siglo XVIII y al gran
  telescopio en cuyos cristales se duerme la
  musa enferma de límites.
La verdadera lucha es con el duende.
Para buscar al duende no hay mapa ni ejercicio. Solo se
  sabe que quema la sangre como un tópico de vidrios,
  que agota, que rechaza toda la dulce geometría
  aprendida, que rompe los estilos, que hace que Goya,
  maestro en los grises, en los platas y en los rosas de la
  mejor pintura inglesa, pinte con las rodillas y los puños
  con horribles negros de betún; o que desnuda a Mosén
  Cinto Verdaguer con el frío de los Pirineos, o lleva a
  Jorge Manrique a esperar a la muerte en el páramo de
  Ocaña, o viste con un traje verde de saltimbanqui el
  cuerpo delicado de Rimbaud, o pone ojos de pez
  muerto al conde Lautréamont en la madrugada del
  boulevard.
Los grandes artistas del sur de España, gitanos o
  flamencos, ya canten, ya bailen, ya toquen, saben
  que no es posible ninguna emoción sin la llegada
  del duende. Ellos engañan a la gente y pueden
  dar sensación de duende sin haberlo, como os
  engañan todos los días autores o pintores o
  modistas literarios sin duende; pero basta fijarse
  un poco, y no dejarse llevar por la indiferencia,
  para descubrir la trampa y hacerle huir con su
  burdo artificio.
La llegada del duende presupone siempre un
  cambio radical en todas las formas sobre
  planos viejos, da sensaciones de frescura
  totalmente inéditas, con una calidad de rosa
  recién creada, de milagro, que llega a producir
  un entusiasmo casi religioso.
En toda la música árabe, danza, canción o elegía, la
  llegada del duende es saludada con enérgicos "¡Alá,
  Alá!", "¡Dios, Dios!", tan cerca del "¡Olé!" de los toros,
  que quién sabe si será lo mismo; y en todos los cantos
  del sur de España la aparición del duende es seguida
  por sinceros gritos de "¡Viva Dios!", profundo,
  humano, tierno grito de una comunicación con Dios
  por medio de los cinco sentidos, gracias al duende que
  agita la voz y el cuerpo de la bailarina, evasión real y
  poética de este mundo, tan pura como la conseguida
  por el rarísimo poeta del XVII Pedro Soto de Rojas a
  través de siete jardines o la de Juan Calímaco por una
  temblorosa escala de llanto.
Naturalmente, cuando esa evasión está lograda,
 todos sienten sus efectos: el iniciado, viendo
 cómo el estilo vence a una materia pobre, y el
 ignorante, en el no sé qué de una autentica
 emoción.
Todas las artes son capaces de duende, pero
  donde encuentra más campo, como es
  natural, es en la música, en la danza y en la
  poesía hablada, ya que estas necesitan un
  cuerpo vivo que interprete, porque son
  formas que nacen y mueren de modo
  perpetuo y alzan sus contornos sobre un
  presente exacto.
Muchas veces el duende del músico pasa al
 duende del intérprete y otras veces, cuando el
 músico o el poeta no son tales, el duende del
 intérprete, y esto es interesante, crea una
 nueva maravilla que tiene en la apariencia,
 nada más, la forma primitiva.
Todas las artes, y aun los países, tienen
  capacidad de duende, de ángel y de musa; y
  así como Alemania tiene, con excepciones,
  musa, y la Italia tiene permanentemente
  ángel, España está en todos tiempos movida
  por el duende, como país de música y danza
  milenaria, donde el duende exprime limones
  de madrugada, y como país de muerte, como
  país abierto a la muerte.
En todos los países la muerte es un fin. Llega y se corren
  las cortinas. En España, no. En España se levantan.
  Muchas gentes viven allí entre muros hasta el día en
  que mueren y los sacan al sol. Un muerto en España
  está más vivo como muerto que en ningún sitio del
  mundo: hiere su perfil como el filo de una navaja
  barbera. El chiste sobre la muerte y su contemplación
  silenciosa son familiares a los españoles. Desde El
  sueño de las calaveras, de Quevedo, hasta el Obispo
  podrido, de Valdés Leal, y desde la Marbella del siglo
  XVII, muerta de parto en mitad del camino, que dice:
La sangre de mis entrañas
cubriendo el caballo está.
Las patas de tu caballo
echan fuego de alquitrán...
al reciente mozo de Salamanca, muerto por el toro,
   que clama:
Amigos, que yo me muero;
amigos, yo estoy muy malo.
Tres pañuelos tengo dentro
y este que meto son cuatro...
Las cabezas heladas por la luna que pintó Zurbarán, el amarillo
   manteca con el amarillo relámpago del Greco, el relato del padre
   Sigüenza, la obra íntegra de Goya, el ábside de la iglesia de El
   Escorial, toda la escultura policromada, la cripta de la casa ducal de
   Osuna, la muerte con la guitarra de la capilla de los Benaventes en
   Medina de Rioseco, equivalen a lo culto en las romerías de San
   Andrés de Teixido, donde los muertos llevan sitio en la procesión, a
   los cantos de difuntos que cantan las mujeres de Asturias con
   faroles llenos de llamas en la noche de noviembre, al canto y danza
   de la sibila en las catedrales de Mallorca y Toledo, al oscuro In
   Recort tortosino y a los innumerables ritos del Viernes Santo, que
   con la cultísima fiesta de los toros forman el triunfo popular de la
   muerte española. En el mundo, solamente Méjico puede cogerse de
   la mano con mi país.
La Muerte, El Ángel, La Musa y El Duende

Cuando la musa ve llegar a la muerte cierra la puerta o levanta un plinto o
   pasea una urna y escribe un epitafio con mano de cera, pero en seguida
   vuelve a rasgar su laurel con un silencio que vacila entre dos brisas. Bajo el
   arco truncado de la oda, ella junta con sentido fúnebre las flores exactas
   que pintaron los italianos del xv y llama al seguro gallo de Lucrecio para
   que espante sombras imprevistas.
Cuando ve llegar a la muerte, el ángel vuela en círculos lentos y teje con
   lágrimas de hielo y narciso la elegía que hemos visto temblar en las manos
   de Keats, y en las de Villasandino, y en las de Herrera, y en las de Bécquer
   y en las de Juan Ramón Jiménez. Pero ¡qué horror el del ángel si siente
   una arena, por diminuta que sea, sobre su tierno pie rosado!
En cambio, el duende no llega si no ve posibilidad
  de muerte, si no sabe que ha de rondar su casa, si
  no tiene seguridad de que ha de mecer esas
  ramas que todos llevamos y que no tienen, que
  no tendrán consuelo.
Con idea, con sonido o con gesto, el duende gusta
  de los bordes del pozo en franca lucha con el
  creador. Ángel y musa se escapan con violín o
  compás, y el duende hiere, y en la curación de
  esta herida, que no se cierra nunca, está lo
  insólito, lo inventado de la obra de un hombre.
La virtud mágica del poema consiste en estar
  siempre enduendado para bautizar con agua
  oscura a todos los que lo miran, porque con
  duende es más fácil amar, comprender, y es
  seguro ser amado, ser comprendido, y esta
  lucha por la expresión y por la comunicación
  de la expresión adquiere a veces, en poesía,
  caracteres mortales.
Hemos dicho que el duende ama el borde, la
 herida, y se acerca a los sitios donde las
 formas se funden en un anhelo superior a sus
 expresiones visibles.
Parece como si todo el duende del mundo
  clásico se agolpara en esta fiesta perfecta,
  exponente de la cultura y de la gran
  sensibilidad de un pueblo que descubre en el
  hombre sus mejores iras, sus mejores bilis y su
  mejor llanto. Ni en el baile español ni en los
  toros se divierte nadie; el duende se encarga
  de hacer sufrir por medio del drama, sobre
  formas vivas, y prepara las escaleras para una
  evasión de la realidad que circunda.
El duende opera sobre el cuerpo de la bailarina
   como el aire sobre la arena. Convierte con
   mágico poder una muchacha en paralítica de
   la luna, o llena de rubores adolescentes a un
   viejo roto que pide limosna por las tiendas de
   vino, da con una cabellera olor de puerto
   nocturno, y en todo momento opera sobre los
   brazos con expresiones que son madres de la
   danza de todos los tiempos.
En los toros adquiere sus acentos más impresionantes, porque tiene
    que luchar, por un lado, con la muerte, que puede destruirlo, y por
    otro lado, con la geometría, con la medida, base fundamental de la
    fiesta.
El toro tiene su órbita; el torero, la suya, y entre órbita y órbita un
    punto de peligro donde está el vértice del terrible juego.
Se puede tener musa con la muleta y ángel con las banderillas y pasar
    por buen torero, pero en la faena de capa, con el toro limpio
    todavía de heridas, y en el momento de matar, se necesita la ayuda
    del duende para dar en el clavo de la verdad artística.
El torero que asusta al público en la plaza con su temeridad no torea,
    sino que está en ese plano ridículo, al alcance de cualquier hombre,
    de jugarse la vida; en cambio, el torero mordido por el duende da
    una lección de música pitagórica y hace olvidar que tira
    constantemente el corazón sobre los cuernos.
Pero imposible repetirse nunca, esto es muy
  interesante de subrayar. El duende no se
  repite, como no se repiten las formas del mar
  en la borrasca.
El duende que llena de sangre, por vez primera
   en la escultura, las mejillas de los santos del
   maestro Mateo de Compostela, es el mismo
   que hace gemir a San Juan de la Cruz o quema
   ninfas desnudas por los sonetos religiosos de
   Lope.
El duende que levanta la torre de Sahagún o
   trabaja calientes ladrillos en Calatayud o
   Teruel es el mismo que rompe las nubes del
   Greco y echa a rodar a puntapiés alguaciles de
   Quevedo y quimeras de Goya.
Cuando llueve saca a Velázquez enduendado, en
     secreto, detrás de sus grises monárquicos;
   cuando nieva hace salir a Herrera desnudo para
    demostrar que el frío no mata; cuando arde,
      mete en sus llamas a Berruguete y le hace
    inventar un nuevo espacio para la escultura.
La musa de Góngora y el ángel de Garcilaso han de
     soltar la guirnalda de laurel cuando pasa el
       duende de San Juan de la Cruz, cuando
                 El ciervo vulnerado
                 por el otero asoma.
Duende de Quevedo y duende de Cervantes, con verdes
  anémonas de fósforo el uno, y flores de yeso de
  Ruidera el otro, coronan el retablo del duende de
  España.
Cada arte tiene, como es natural, un duende de modo y
  forma distinta, pero todos unen raíces en un punto de
  donde manan los sonidos negros de Manuel Torres,
  materia última y fondo común incontrolable y
  estremecido de leño, son, tela y vocablo.
Sonidos negros detrás de los cuales están ya en tierna
  intimidad los volcanes, las hormigas, los céfiros y la
  gran noche apretándose la cintura con la Vía láctea.
Señoras y señores: He levantado tres arcos y con mano torpe he
   puesto en ellos a la musa, al ángel y al duende.
La musa permanece quieta; puede tener la túnica de pequeños
   pliegues o los ojos de vaca que miran en Pompeya a la narizota de
   cuatro caras con que su gran amigo Picasso la ha pintado. El ángel
   puede agitar cabellos de Antonello de Mesina, túnica de Lippi y
   violín de Massolino o de Rousseau.

El duende... ¿Dónde está el duende? Por el arco vacío entra un aire
    mental que sopla con insistencia sobre las cabezas de los muertos,
    en busca de nuevos paisajes y acentos ignorados: un aire con olor
    de saliva de niño, de hierba machacada y velo de medusa que
    anuncia el constante bautizo de las cosas recién creadas.

                                 Federico García Lorca
Como he expuesto más arriba los
 duendes se esconden, se
 adueñan de la casa, se adueña
 del artista, del torero, del
 público, siempre invisibles al ojo
 y cerebro humano, pero se
 encuentra ahí.
¿Dónde está el duende del
    Mediterráneo?
Es precisa otra Mirada
Imaginemos estar detrás de un fotógrafo, podrían
  pasar horas y su trabajo; enfocar la lente,
  hincarse para buscar el mejor ángulo; levantarse,
  volverse a hincar, nos parecería tedioso, pero hay
  dos dimensiones de un mismo hecho, esa donde
  vemos al fotógrafo en la rutina, y otra que es la
  más significativa, y está en la lente; en ese
  minúsculo espacio de la mira, donde la realidad
  habrá de ser atrapada en un instante, que vive y
  languidece como un natural …
En el Festival Puerta del
       Mediterráneo,
             en
 Mora de Rubielos de Mora
             En
Rubielos de Mora de Rubielos
con duende
Formatos para prensa
Alfredo Sáez Vallés para

More Related Content

What's hot

Mitos Y Leyendas Universales y Chilenos
Mitos Y Leyendas Universales y ChilenosMitos Y Leyendas Universales y Chilenos
Mitos Y Leyendas Universales y Chilenossynk
 
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIO
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIOCULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIO
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIOMaría José Moreno
 
Seres mitológicos. Sara Gómez, Jessica Lamas, Ana L. B.
Seres mitológicos. Sara Gómez, Jessica Lamas, Ana L. B.Seres mitológicos. Sara Gómez, Jessica Lamas, Ana L. B.
Seres mitológicos. Sara Gómez, Jessica Lamas, Ana L. B.Manuel Rodriguez
 
Criaturas de la Mitología Egipcia
Criaturas de la Mitología EgipciaCriaturas de la Mitología Egipcia
Criaturas de la Mitología EgipciaKrisGr
 
Diapositivas hadas slideshare
Diapositivas hadas slideshareDiapositivas hadas slideshare
Diapositivas hadas slideshareYenn Donado
 
Seres mitologicos del aire
Seres mitologicos del aireSeres mitologicos del aire
Seres mitologicos del airejuanjofuro
 
Trabajo de las hadas
Trabajo de las hadasTrabajo de las hadas
Trabajo de las hadascrisgamu
 
Los Mitos Y Leyendas
Los Mitos Y LeyendasLos Mitos Y Leyendas
Los Mitos Y Leyendasshotaguns
 
Animales fantastocos 2
Animales fantastocos 2Animales fantastocos 2
Animales fantastocos 2magarciaf01
 
Animales fantásticos
Animales fantásticos Animales fantásticos
Animales fantásticos FjavierCS07
 
Presentación animales fantásticos 2º eso
Presentación animales fantásticos 2º esoPresentación animales fantásticos 2º eso
Presentación animales fantásticos 2º esoNombre Apellidos
 
Mitología medieval (resumen de historias) (seres mitológicos de mayor importa...
Mitología medieval (resumen de historias) (seres mitológicos de mayor importa...Mitología medieval (resumen de historias) (seres mitológicos de mayor importa...
Mitología medieval (resumen de historias) (seres mitológicos de mayor importa...Diana Carrillo
 
Seres mitológicos, Laura Rodríguez,Patricia Cacheiro, Ana Cuiñas
Seres mitológicos, Laura Rodríguez,Patricia Cacheiro, Ana CuiñasSeres mitológicos, Laura Rodríguez,Patricia Cacheiro, Ana Cuiñas
Seres mitológicos, Laura Rodríguez,Patricia Cacheiro, Ana CuiñasManuel Rodriguez
 
Criaturas MitolóGicas
Criaturas MitolóGicasCriaturas MitolóGicas
Criaturas MitolóGicaslatinpando
 
Personajes y criaturas de leyenda
Personajes y criaturas de leyendaPersonajes y criaturas de leyenda
Personajes y criaturas de leyenda1marivalle63
 

What's hot (20)

Mitos Y Leyendas Universales y Chilenos
Mitos Y Leyendas Universales y ChilenosMitos Y Leyendas Universales y Chilenos
Mitos Y Leyendas Universales y Chilenos
 
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIO
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIOCULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIO
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIO
 
Seres mitológicos. Sara Gómez, Jessica Lamas, Ana L. B.
Seres mitológicos. Sara Gómez, Jessica Lamas, Ana L. B.Seres mitológicos. Sara Gómez, Jessica Lamas, Ana L. B.
Seres mitológicos. Sara Gómez, Jessica Lamas, Ana L. B.
 
Criaturas de la Mitología Egipcia
Criaturas de la Mitología EgipciaCriaturas de la Mitología Egipcia
Criaturas de la Mitología Egipcia
 
Diapositivas hadas slideshare
Diapositivas hadas slideshareDiapositivas hadas slideshare
Diapositivas hadas slideshare
 
Seres mitologicos del aire
Seres mitologicos del aireSeres mitologicos del aire
Seres mitologicos del aire
 
Trabajo de las hadas
Trabajo de las hadasTrabajo de las hadas
Trabajo de las hadas
 
DÉDALO
DÉDALODÉDALO
DÉDALO
 
Los Mitos Y Leyendas
Los Mitos Y LeyendasLos Mitos Y Leyendas
Los Mitos Y Leyendas
 
Animales fantastocos 2
Animales fantastocos 2Animales fantastocos 2
Animales fantastocos 2
 
Animales fantásticos
Animales fantásticos Animales fantásticos
Animales fantásticos
 
LA MITOLOGIA
LA MITOLOGIALA MITOLOGIA
LA MITOLOGIA
 
Presentación animales fantásticos 2º eso
Presentación animales fantásticos 2º esoPresentación animales fantásticos 2º eso
Presentación animales fantásticos 2º eso
 
Mitos astronómicos II
Mitos astronómicos IIMitos astronómicos II
Mitos astronómicos II
 
Ave fenix
Ave fenixAve fenix
Ave fenix
 
Seres mitologicos
Seres mitologicosSeres mitologicos
Seres mitologicos
 
Mitología medieval (resumen de historias) (seres mitológicos de mayor importa...
Mitología medieval (resumen de historias) (seres mitológicos de mayor importa...Mitología medieval (resumen de historias) (seres mitológicos de mayor importa...
Mitología medieval (resumen de historias) (seres mitológicos de mayor importa...
 
Seres mitológicos, Laura Rodríguez,Patricia Cacheiro, Ana Cuiñas
Seres mitológicos, Laura Rodríguez,Patricia Cacheiro, Ana CuiñasSeres mitológicos, Laura Rodríguez,Patricia Cacheiro, Ana Cuiñas
Seres mitológicos, Laura Rodríguez,Patricia Cacheiro, Ana Cuiñas
 
Criaturas MitolóGicas
Criaturas MitolóGicasCriaturas MitolóGicas
Criaturas MitolóGicas
 
Personajes y criaturas de leyenda
Personajes y criaturas de leyendaPersonajes y criaturas de leyenda
Personajes y criaturas de leyenda
 

Similar to Mediterraneocartel

Itaca, El Mediterráneo y su Influencia
Itaca, El Mediterráneo y su InfluenciaItaca, El Mediterráneo y su Influencia
Itaca, El Mediterráneo y su Influenciagamcslideshare
 
Sirenas
SirenasSirenas
SirenasAthos
 
Mitos Y Leyendas Universales y Chilenos
Mitos Y Leyendas Universales y ChilenosMitos Y Leyendas Universales y Chilenos
Mitos Y Leyendas Universales y Chilenossynk
 
Criaturas magicas
Criaturas magicasCriaturas magicas
Criaturas magicasCarolina
 
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIO
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIOCULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIO
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIOMaría José Moreno
 
TAETON conoce el FOLK Lore de Cantabria*
TAETON conoce el FOLK Lore de Cantabria*TAETON conoce el FOLK Lore de Cantabria*
TAETON conoce el FOLK Lore de Cantabria*FINA ORDORIKA
 
El país de los duendes
El país de los duendesEl país de los duendes
El país de los duendesCarmina Martos
 
Monstruos del Mediterraneo
Monstruos del MediterraneoMonstruos del Mediterraneo
Monstruos del MediterraneoMelisa Penélope
 
Mitología Chilota (Caleuche, Pincoya, Trauco, Invunche, Camahueto, etc)
Mitología Chilota (Caleuche, Pincoya, Trauco, Invunche, Camahueto, etc)Mitología Chilota (Caleuche, Pincoya, Trauco, Invunche, Camahueto, etc)
Mitología Chilota (Caleuche, Pincoya, Trauco, Invunche, Camahueto, etc)Educagratis
 
FantasÍa para todos los gustos
FantasÍa para todos los gustosFantasÍa para todos los gustos
FantasÍa para todos los gustosdianasanchezr25
 

Similar to Mediterraneocartel (20)

Itaca, El Mediterráneo y su Influencia
Itaca, El Mediterráneo y su InfluenciaItaca, El Mediterráneo y su Influencia
Itaca, El Mediterráneo y su Influencia
 
Sirenas
SirenasSirenas
Sirenas
 
Mitos Y Leyendas Universales y Chilenos
Mitos Y Leyendas Universales y ChilenosMitos Y Leyendas Universales y Chilenos
Mitos Y Leyendas Universales y Chilenos
 
Mitología asturiana
Mitología asturianaMitología asturiana
Mitología asturiana
 
El DelfíN
El DelfíNEl DelfíN
El DelfíN
 
El delfín
El delfínEl delfín
El delfín
 
Sireenas
SireenasSireenas
Sireenas
 
Criaturas magicas
Criaturas magicasCriaturas magicas
Criaturas magicas
 
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIO
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIOCULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIO
CULTURA CLÁSICA 3º ESO TEMARIO
 
Los delfines
Los delfinesLos delfines
Los delfines
 
Las sirenas
Las sirenasLas sirenas
Las sirenas
 
TAETON conoce el FOLK Lore de Cantabria*
TAETON conoce el FOLK Lore de Cantabria*TAETON conoce el FOLK Lore de Cantabria*
TAETON conoce el FOLK Lore de Cantabria*
 
El país de los duendes
El país de los duendesEl país de los duendes
El país de los duendes
 
Diapositivas
DiapositivasDiapositivas
Diapositivas
 
Monstruos del Mediterraneo
Monstruos del MediterraneoMonstruos del Mediterraneo
Monstruos del Mediterraneo
 
ACCIDENTE OFIDICO
ACCIDENTE OFIDICOACCIDENTE OFIDICO
ACCIDENTE OFIDICO
 
Mitología Chilota (Caleuche, Pincoya, Trauco, Invunche, Camahueto, etc)
Mitología Chilota (Caleuche, Pincoya, Trauco, Invunche, Camahueto, etc)Mitología Chilota (Caleuche, Pincoya, Trauco, Invunche, Camahueto, etc)
Mitología Chilota (Caleuche, Pincoya, Trauco, Invunche, Camahueto, etc)
 
Mitología chilota
Mitología chilotaMitología chilota
Mitología chilota
 
FantasÍa para todos los gustos
FantasÍa para todos los gustosFantasÍa para todos los gustos
FantasÍa para todos los gustos
 
Los delfines, mamíferos brillantes
Los delfines, mamíferos brillantesLos delfines, mamíferos brillantes
Los delfines, mamíferos brillantes
 

More from hacerproyectos

Las colecciones Viva el Barroco
Las colecciones Viva el BarrocoLas colecciones Viva el Barroco
Las colecciones Viva el Barrocohacerproyectos
 
Las colecciones Ivan Aivazovsky
Las colecciones Ivan AivazovskyLas colecciones Ivan Aivazovsky
Las colecciones Ivan Aivazovskyhacerproyectos
 
Fotografias de edward sheriff curtis
Fotografias de edward sheriff   curtisFotografias de edward sheriff   curtis
Fotografias de edward sheriff curtishacerproyectos
 
Las colecciones la mujer en el arte y el arte de la mujer
Las colecciones la mujer en el arte y el arte de la mujerLas colecciones la mujer en el arte y el arte de la mujer
Las colecciones la mujer en el arte y el arte de la mujerhacerproyectos
 
Las colecciones Gustavo Dore la divina comedia
Las colecciones Gustavo Dore la divina comediaLas colecciones Gustavo Dore la divina comedia
Las colecciones Gustavo Dore la divina comediahacerproyectos
 
Las colecciones Edward Hooper
Las colecciones Edward HooperLas colecciones Edward Hooper
Las colecciones Edward Hooperhacerproyectos
 
Las colecciones El Quijote Gustavo Doré
Las colecciones El Quijote Gustavo DoréLas colecciones El Quijote Gustavo Doré
Las colecciones El Quijote Gustavo Doréhacerproyectos
 
Indice Edward Hoopper las colecciones
Indice Edward Hoopper las coleccionesIndice Edward Hoopper las colecciones
Indice Edward Hoopper las coleccioneshacerproyectos
 
Las colecciones Paul Klee parte 14
Las colecciones Paul Klee parte 14Las colecciones Paul Klee parte 14
Las colecciones Paul Klee parte 14hacerproyectos
 
Las colecciones Paul Klee parte 3
Las colecciones Paul Klee parte 3Las colecciones Paul Klee parte 3
Las colecciones Paul Klee parte 3hacerproyectos
 
Las colecciones Paul Klee parte 7 b
Las colecciones Paul Klee parte  7 bLas colecciones Paul Klee parte  7 b
Las colecciones Paul Klee parte 7 bhacerproyectos
 
Las Colecciones Paul Klee parte 2 p
Las Colecciones Paul Klee parte 2 pLas Colecciones Paul Klee parte 2 p
Las Colecciones Paul Klee parte 2 phacerproyectos
 
Las Colecciones Vincent van Gogh parte 3
Las Colecciones Vincent van Gogh parte 3Las Colecciones Vincent van Gogh parte 3
Las Colecciones Vincent van Gogh parte 3hacerproyectos
 
Las colecciones Vincent Van Gogh parte 2
Las colecciones Vincent Van Gogh parte 2Las colecciones Vincent Van Gogh parte 2
Las colecciones Vincent Van Gogh parte 2hacerproyectos
 
Las colecciones Vincent Van Gogh parte 1
Las colecciones Vincent Van Gogh  parte 1Las colecciones Vincent Van Gogh  parte 1
Las colecciones Vincent Van Gogh parte 1hacerproyectos
 
Las colecciones Paul Klee parte 9 b
Las colecciones Paul Klee parte 9 bLas colecciones Paul Klee parte 9 b
Las colecciones Paul Klee parte 9 bhacerproyectos
 
Las colecciones Paul Klee parte 9 a
Las colecciones Paul Klee parte 9 aLas colecciones Paul Klee parte 9 a
Las colecciones Paul Klee parte 9 ahacerproyectos
 
Las colecciones Paul Klee parte 6
Las colecciones Paul Klee parte 6Las colecciones Paul Klee parte 6
Las colecciones Paul Klee parte 6hacerproyectos
 
Las colecciones Paul Klee parte 4 p
Las colecciones Paul Klee parte 4 pLas colecciones Paul Klee parte 4 p
Las colecciones Paul Klee parte 4 phacerproyectos
 
Las colecciones Paul Klee parte 2
Las colecciones Paul Klee parte 2Las colecciones Paul Klee parte 2
Las colecciones Paul Klee parte 2hacerproyectos
 

More from hacerproyectos (20)

Las colecciones Viva el Barroco
Las colecciones Viva el BarrocoLas colecciones Viva el Barroco
Las colecciones Viva el Barroco
 
Las colecciones Ivan Aivazovsky
Las colecciones Ivan AivazovskyLas colecciones Ivan Aivazovsky
Las colecciones Ivan Aivazovsky
 
Fotografias de edward sheriff curtis
Fotografias de edward sheriff   curtisFotografias de edward sheriff   curtis
Fotografias de edward sheriff curtis
 
Las colecciones la mujer en el arte y el arte de la mujer
Las colecciones la mujer en el arte y el arte de la mujerLas colecciones la mujer en el arte y el arte de la mujer
Las colecciones la mujer en el arte y el arte de la mujer
 
Las colecciones Gustavo Dore la divina comedia
Las colecciones Gustavo Dore la divina comediaLas colecciones Gustavo Dore la divina comedia
Las colecciones Gustavo Dore la divina comedia
 
Las colecciones Edward Hooper
Las colecciones Edward HooperLas colecciones Edward Hooper
Las colecciones Edward Hooper
 
Las colecciones El Quijote Gustavo Doré
Las colecciones El Quijote Gustavo DoréLas colecciones El Quijote Gustavo Doré
Las colecciones El Quijote Gustavo Doré
 
Indice Edward Hoopper las colecciones
Indice Edward Hoopper las coleccionesIndice Edward Hoopper las colecciones
Indice Edward Hoopper las colecciones
 
Las colecciones Paul Klee parte 14
Las colecciones Paul Klee parte 14Las colecciones Paul Klee parte 14
Las colecciones Paul Klee parte 14
 
Las colecciones Paul Klee parte 3
Las colecciones Paul Klee parte 3Las colecciones Paul Klee parte 3
Las colecciones Paul Klee parte 3
 
Las colecciones Paul Klee parte 7 b
Las colecciones Paul Klee parte  7 bLas colecciones Paul Klee parte  7 b
Las colecciones Paul Klee parte 7 b
 
Las Colecciones Paul Klee parte 2 p
Las Colecciones Paul Klee parte 2 pLas Colecciones Paul Klee parte 2 p
Las Colecciones Paul Klee parte 2 p
 
Las Colecciones Vincent van Gogh parte 3
Las Colecciones Vincent van Gogh parte 3Las Colecciones Vincent van Gogh parte 3
Las Colecciones Vincent van Gogh parte 3
 
Las colecciones Vincent Van Gogh parte 2
Las colecciones Vincent Van Gogh parte 2Las colecciones Vincent Van Gogh parte 2
Las colecciones Vincent Van Gogh parte 2
 
Las colecciones Vincent Van Gogh parte 1
Las colecciones Vincent Van Gogh  parte 1Las colecciones Vincent Van Gogh  parte 1
Las colecciones Vincent Van Gogh parte 1
 
Las colecciones Paul Klee parte 9 b
Las colecciones Paul Klee parte 9 bLas colecciones Paul Klee parte 9 b
Las colecciones Paul Klee parte 9 b
 
Las colecciones Paul Klee parte 9 a
Las colecciones Paul Klee parte 9 aLas colecciones Paul Klee parte 9 a
Las colecciones Paul Klee parte 9 a
 
Las colecciones Paul Klee parte 6
Las colecciones Paul Klee parte 6Las colecciones Paul Klee parte 6
Las colecciones Paul Klee parte 6
 
Las colecciones Paul Klee parte 4 p
Las colecciones Paul Klee parte 4 pLas colecciones Paul Klee parte 4 p
Las colecciones Paul Klee parte 4 p
 
Las colecciones Paul Klee parte 2
Las colecciones Paul Klee parte 2Las colecciones Paul Klee parte 2
Las colecciones Paul Klee parte 2
 

Mediterraneocartel

  • 1.
  • 3.
  • 4.
  • 7. FESTIVAL PUERTA AL MEDITERRANEO
  • 9. El Mediterráneo cubre una extensión de unos 2.510.000 km2. Tiene una longitud de este a oeste de 3.860 km y una anchura máxima de 1.600 km. En general poco profundo 1.370 m de media, el Mediterráneo alcanza una profundidad máxima de 5.121 m frente a la costa sur de Grecia.
  • 10. El Mediterráneo se puede considerar la suma de diferentes mares que continúan conservando su nombre a través de los siglos; Mar Jónico, está localizado desde el sur de Italia a Grecia. Mar Tirreno, localizado entre Cerdeña y Nápoles aprox. Mar de Liguria, abarca desde Niza en Francia y costa noroeste de Italia. Mar Adriática, Toda la costa este de Italia y la antigua Yugoslavia y Albania. Mar Egeo, entre costa oeste de Turquía Las Cícladas y Tesalónica en Grecia. Mar de Creta, como su propio nombre indica entre Creta y las islas Cícladas
  • 11. El Mar Mediterráneo es un mar interior de Europa, Asia y Africa, unido al océano Atlántico en su extremo occidental por el estrecho de Gibraltar. Conocido por los romanos como el Mare Nostrum "Mar Nuestro", el Mediterráneo es casi un mar cerrado. Tiene una gran importancia política como salida marítima para los países de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a través del Bósforo, el mar de Mármara, los Dardanelos y el mar Negro, y para el acceso de Europa y América al petróleo de Libia, Argelia y de la región del golfo Pérsico a través del canal de Suez y los oleoductos terrestres.
  • 12. El Mediterráneo baña las costas de estos países: España, Francia, Italia, Croacia, Albania, Grecia y Turquía en la costa norte, Líbano, Siria e Israel en el este, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos en el sur.
  • 13. El atún, su representante Descritos por Aristóteles hace 2.000 años, los atunes han sido siempre una de las especies más conocidas y apreciadas en el Mediterráneo. Estos peces de gran tamaño, que pueden superar los 600 kilos de peso, realizan a lo largo de su vida largas migraciones, y se localizan preferentemente en todo el Atlántico norte y en el Mediterráneo.
  • 14. El atún desde la antigüedad fue muy apreciado en todo el Mediterráneo. Aristóteles cuenta que se decía que los Fenicios, desde Cádiz, viajaban con vientos del este por cuatro días más allá de los pilares de Hércules hasta un sitio con muchas algas y donde se encontraban en extraordinaria cantidad atunes de increíble tamaño, que una vez pescados, los preservaban, los ponían en jarros y los llevaban a Cartago, donde no sólo lo consumían ya que era muy apreciado como una delicadez epicúrea, sino que de allí lo exportaban por todo el Mediterráneo.
  • 15. Sobre el atún se estableció una verdadera mitología precisamente difundida por Aristóteles que le dedicó gran interés y que duraría por más de 1.000 años. Decía que llegaba a pesar hasta seiscientos kilos durante su vida que duraba dos años y que desovaba en el Mar Negro adonde el pez llegaba manteniendo la tierra a la vista con la ayuda de la poderosa vista de su ojo derecho. Asimismo que dormía tan profundamente que ni siquiera un arpón lo despertaría, que en ese caso, sonámbulo se hundiría para flotar y hundirse nuevamente, lo que hacía que fuera difícil de pescar, especialmente los más jóvenes pues a los más grandes los excitaba un pequeño gusano o escorpión, el "asillo", que se les adhería a las aletas en ciertas épocas del año que coincidían precisamente con la época pico del desove cuando era más vulnerable.
  • 16. Fue en cierto modo un catalizador de la civilización, en algunos casos los puertos sobre los arrecifes de esas costas desde Gilbraltar hasta el Mar Negro y el Imperio Oriental de Bizancio, donde los observadores en sitios altos podían ver las migraciones de ellos y avisaban a los pescadores para que desplegaran sus redes, dieron origen a la formación de ciudades y fue tan importante por su valor comercial que estaba grabado en viejas monedas Púnicas.
  • 17. KAVAFIS VIAJE A ITACA Cuando salgas para hacer el viaje hacia Ítaca has de rogar que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de conocimiento. Has de rogar que el camino sea largo, que sean muchas las madrugadas que entrarás en un puerto que tus ojos ignoraban y vayas a ciudades a aprender de los que saben. Ten siempre en el corazón la idea de Ítaca. Has de llegar a ella, es tu destino, pero no fuerces nada la travesía. Es preferible que dure muchos años, que seas viejo cuando fondees en la isla, rico de todo lo que habrás ganado haciendo el camino, sin esperar a que te dé más riquezas. Ítaca te ha dado el bello viaje, sin ella no habrías salido. Y si la encuentras pobre, no es que Ítaca te haya engañado. Sabio como ya eres, sabrás lo que significan las Ítacas.
  • 18.
  • 19.
  • 20.
  • 21.
  • 22.
  • 23.
  • 24.
  • 25.
  • 26.
  • 27.
  • 28.
  • 29.
  • 30.
  • 31.
  • 33. Con respecto a la etimología de la palabra “duende”, indica que la palabra proviene del latín domus, que significa “casa”. Vale con el significado de “doméstico” o “casero” y alude a aquellos espíritus traviesos que viven dentro de las casas. La descripción más temprana de los duendes proviene de la mitología nórdica. De allí se conserva el nombre “álfar”, aunque la creencia en estas criaturas maravillosas era muy común entre las tribus germánicas y los antiguos escandinavos. Otra explicación: Un duende es una criatura mítica perteneciente a la mitología pagana germánica que todavía sobrevive en el folclore de Europa del norte. En la mitología de los nórdicos, estas criaturas eran originalmente consideradas como una raza de dioses de la naturaleza y de la fertilidad, aunque de menor importancia. Los duendes son representados a menudo como hombres y mujeres jóvenes de gran belleza que viven en bosques y otros lugares naturales subterráneos, así como en pozos y fuentes.
  • 34. Los duendes parecen compartir muchas características con los seres humanos, con la diferencia de que aquéllos son siempre muy hermosos. Suele aludirse a estas criaturas como seres semi-divinos asociados a la fertilidad y al culto de los antepasados. Se los relaciona con la creencia animista y espiritista de la naturaleza y de los difuntos, muy común en casi todas las religiones humanas. Allí se remonta la vieja creencia nórdica en los fylgjur y vörðar, espíritus protectores.
  • 35. La palabra duende es una contracción del castellano antiguo duen de casa (dueño de la casa) Duendes son espíritus o fantasmas que habitan en una casa. La palabra duende es una contracción del castellano antiguo /"duen de casa"/ ("dueño de una casa").
  • 36. El origen remoto de la palabra "duende" es la raíz indogermánica /demd/ que designaba lo relacionado con la casa u hogar. De ahí /domicilio/ e incluso *Don* en castellano. El duende es ese genio que inspira al cante flamenco. •
  • 37. Algunos investigadores sostienen que los duendes son el equivalente germánico de las ninfas de la mitología griega y romana, así como el “vili” y el “rusalki” de la mitología Eslavita.
  • 38. Es interesante constatar que en la lengua sueca existe la palabra tomte/, que designa exactamente lo mismo que ese duende en español. El tomte/ sueco es una figura de carácter mágico que protege el hogar. Pero también se aplica a una manera especial de comportamiento. "Eres un duende", decimos a un niño que anda enredando con ideas y actividades fuera de lo corriente. También los suecos dicen a los niños: "/Du är en tomte"/ (Eres un duende).
  • 39. Han sido retratados como seres longevos o inmortales que gozan de energías mágicas innatas. Después del éxito de la obra épica de J.R.R. Tolkien “El señor de los anillos”, donde existen personas sabias y angelicales llamadas duendes, estas criaturas juegan un rol cultural significativo y se han convertido en personajes obligados de la fantasía
  • 40. Los duendes pueden ser clasificados en “duendes” y “elfos”. Cualidades extraordinarias asociadas a los duendes se califican a través de los adjetivos elfo o elfin, que significa “mágico”. Con respecto a la pronunciación, la v de “elven” se refiere a los duendes clasificados como humanos (se les dice así por su menor estatura, y son propios de la mitología vikinga) mientras que la f en “elfin” alude a los elfos minúsculos (asociados fundamentalmente al folklore del Renacimiento y del Romanticismo).
  • 41. Duendes y elfos adquieren también los siguientes nombres: - En Alemania: Elfen, Elben. - En Gran Bretaña: addler (aunque el vocablo ha quedado obsoleto). - En Países Bajos: Elfen, Alfen, Elven. - En Dinamarca: alfer, elvere, elverfolk, ellefolk o huldrer. - En Islandia: álfar, álfafólk y huldufólk (significa “gente que se oculta”). - En Noruega: alver, alfer o elvefolk. - En Suecia: alfer, alver o älvor (Älvor es también atribuido a las hadas). - En Italia: elfo o fata (Fata se atribuye solamente a las hadas).
  • 42. Tras numerosos debates, el consenso de duende es álf mientras que las palabras relacionadas derivan de la raíz proto-indo-europea albh, que significa “blanco”. De allí surgió la voz latina albus para el color blanco, que se usa también en portugués. En la lengua inglesa ha adquirido la forma de albino.
  • 43. ¿Qué es el duende?
  • 44. "El muletazo que brota pringado en duende es siempre, siempre, una revelación de la divinidad, un túnel o agujero que momentáneamente une a dos mundos incomunicados y extraños entre si (...) El Duende surge cuando el hombre pisa durante esa milésima de segundo territorios del más allá.“ Joaquín Albacín
  • 45. "...cuando el quite es melodía y el trincherazo poesía..."
  • 46. cuando el olé se queda atrapado en la garganta y sale humedecido por los ojos.
  • 47. • ¿Cuántas veces te has quedado con las ganas de vitorear una buena interpretación y la emoción es tanta que simplemente la voz no sale por quedar aprisionada? Cuando las cuerdas vocales se quedan congeladas y la mirada se inunda; cuando por cada poro de tu piel respiras el olor del actor y el aliento del autor y tu mundo se reduce al portal de tiempo y espacio que existe entre la dicción y el texto; cuando en el andar del bailarín que sigue como hipnotizado la trayectoria de la coreógrafo tu mirada sigue igual el correr de la mano del danzante; cuando sientes en el rostro el viento que arroja una buena actuación; cuando acto es melodía y el oscuro poesía...Cuando sientes todo eso, el duende, te susurra al oído "no digas bravo, no es necesario"
  • 48. Federico García Lorca señala en su Teoría y Juego del Duende: "Así, pues, el duende es un poder y no un obrar, es un luchar y no un pensar. Yo he oído decir a un viejo maestro guitarrista: «El duende no está en la garganta; el duende sube por dentro desde la planta de los pies». Es decir, no es cuestión de facultad, sino de verdadero estilo vivo; es decir, de sangre; es decir, de viejísima cultura, de creación en acto. Este «poder misterioso que todos sienten y que ningún filósofo explica» es, en suma, el espíritu de la sierra, el mismo duende que abrazó el corazón de Nietzsche, que lo buscaba en sus formas exteriores sobre el puente Rialto o en la música de Bizet, sin encontrarlo y sin saber que el duende que él perseguía había saltado de los misteriosos griegos a las bailarinas de Cádiz o al dionisíaco grito degollado de la siguiriya de Silverio." En lo particular siento que es la exaltación sublime de los sentidos, rebasando la realidad misma, encontrándose el espíritu en un estado intermedio entre el cielo y las tierra.
  • 49. Al terminar esta fundamentación quedará claro el concepto de este diseño que por ahora explicito como: El duende se adueña de la casa, significada aquí como el cuerpo del artista. El duende está ahí, escondido, a la vista de todos, pero en la mirada de unos pocos…y en el sentimiento de todos, todos lo perciben, pocos pueden discriminarlo, pero sienten la emoción…
  • 51. Vivir La mayor parte de los hombres no hacemos sino querer en el sentido económico de la palabra: resbalamos de objeto en objeto, de acto en acto, sin tener el valor de exigir a ninguna cosa que se ofrezca como fin a nosotros. Hay un talento del querer, como lo hay del pensar, y son pocos los capaces de descubrir por encima de las utilidades sociales que rigen nuestros movimientos, que nos imponen esta o aquella actitud, su querer personalísimo. Solemos llamar vivir a sentirnos empujados por las cosas en lugar de conducirnos por nuestra propia mano.
  • 52. Arte La verdadera emoción estética, sólo se produce en quien no está dispuesto a tenerla y no ha preformado el gesto de admiración. Se hace uno el siguiente razonamiento: si, en efecto, hay tantas cosas bellas como se dice, una de dos: o su belleza nos mataría de tanto conmovernos, o es la belleza una sustancia tan tibia e inocua que no merece la pena de hablar de ella. Yo creo que se ha perdido el sentido del arte a fuerza de multiplicarlo y abaratarlo. Cuánto mejor considerar el arte como una aventura que sobreviene alguna que otra vez, muy raramente. Por lo pronto es una sorpresa. Vamos por la vida ocupados en nuestros asuntos y de repente algo nos arrebata, nos saca de nuestro quicio, nos infunde un frenesí, nos arrastra como el vendaval divino a los profetas hacia una localidad extramundana. No hay arte sin éxtasis en el sentido más riguroso de la palabra, que es “estar fuera de sí”.
  • 53. Lo Esencial Cuando no sabemos bien qué hacer, lo mejor que podemos hacer es ser sinceros, esto es, cumplir con intensidad la tarea que la hora nos presenta. Si lo hacemos hondamente, seriamente, estemos seguros de que toparemos con algo esencial. Y lo esencial es siempre actual.
  • 54. El duende del Mediterráneo
  • 55. Federico García Lorca Conferencias Teoría y juego del duende.
  • 56. El ángel guía y regala como San Rafael, defiende y evita como San Miguel, y previene como San Gabriel. El ángel deslumbra, pero vuela sobre la cabeza del hombre, está por encima, derrama su gracia, y el hombre, sin ningún esfuerzo, realiza su obra o su simpatía o su danza. El ángel del camino de Damasco y el que entró por las rendijas del balconcillo de Asís, o el que sigue los pasos de Enrique Susson, ordena y no hay modo de oponerse a sus luces, porque agita sus alas de acero en el ambiente del predestinado.
  • 57. La musa dicta, y, en algunas ocasiones, sopla. Puede relativamente poco, porque ya está lejana y tan cansada (yo la he visto dos veces), que tuve que ponerle medio corazón de mármol. Los poetas de musa oyen voces y no saben dónde, pero son de la musa que los alienta y a veces se los merienda.
  • 58. Ángel y musa vienen de fuera; el ángel da luces y la musa da formas (Hesíodo aprendió de ellas). Pan de oro o pliegue de túnicas, el poeta recibe normas en su bosquecillo de laureles. En cambio, al duende hay que despertarlo en las últimas habitaciones de la sangre.
  • 59. Y rechazar al ángel y dar un puntapié a la musa, y perder el miedo a la fragancia de violetas que exhale la poesía del siglo XVIII y al gran telescopio en cuyos cristales se duerme la musa enferma de límites. La verdadera lucha es con el duende.
  • 60. Para buscar al duende no hay mapa ni ejercicio. Solo se sabe que quema la sangre como un tópico de vidrios, que agota, que rechaza toda la dulce geometría aprendida, que rompe los estilos, que hace que Goya, maestro en los grises, en los platas y en los rosas de la mejor pintura inglesa, pinte con las rodillas y los puños con horribles negros de betún; o que desnuda a Mosén Cinto Verdaguer con el frío de los Pirineos, o lleva a Jorge Manrique a esperar a la muerte en el páramo de Ocaña, o viste con un traje verde de saltimbanqui el cuerpo delicado de Rimbaud, o pone ojos de pez muerto al conde Lautréamont en la madrugada del boulevard.
  • 61. Los grandes artistas del sur de España, gitanos o flamencos, ya canten, ya bailen, ya toquen, saben que no es posible ninguna emoción sin la llegada del duende. Ellos engañan a la gente y pueden dar sensación de duende sin haberlo, como os engañan todos los días autores o pintores o modistas literarios sin duende; pero basta fijarse un poco, y no dejarse llevar por la indiferencia, para descubrir la trampa y hacerle huir con su burdo artificio.
  • 62. La llegada del duende presupone siempre un cambio radical en todas las formas sobre planos viejos, da sensaciones de frescura totalmente inéditas, con una calidad de rosa recién creada, de milagro, que llega a producir un entusiasmo casi religioso.
  • 63. En toda la música árabe, danza, canción o elegía, la llegada del duende es saludada con enérgicos "¡Alá, Alá!", "¡Dios, Dios!", tan cerca del "¡Olé!" de los toros, que quién sabe si será lo mismo; y en todos los cantos del sur de España la aparición del duende es seguida por sinceros gritos de "¡Viva Dios!", profundo, humano, tierno grito de una comunicación con Dios por medio de los cinco sentidos, gracias al duende que agita la voz y el cuerpo de la bailarina, evasión real y poética de este mundo, tan pura como la conseguida por el rarísimo poeta del XVII Pedro Soto de Rojas a través de siete jardines o la de Juan Calímaco por una temblorosa escala de llanto.
  • 64. Naturalmente, cuando esa evasión está lograda, todos sienten sus efectos: el iniciado, viendo cómo el estilo vence a una materia pobre, y el ignorante, en el no sé qué de una autentica emoción.
  • 65. Todas las artes son capaces de duende, pero donde encuentra más campo, como es natural, es en la música, en la danza y en la poesía hablada, ya que estas necesitan un cuerpo vivo que interprete, porque son formas que nacen y mueren de modo perpetuo y alzan sus contornos sobre un presente exacto.
  • 66. Muchas veces el duende del músico pasa al duende del intérprete y otras veces, cuando el músico o el poeta no son tales, el duende del intérprete, y esto es interesante, crea una nueva maravilla que tiene en la apariencia, nada más, la forma primitiva.
  • 67. Todas las artes, y aun los países, tienen capacidad de duende, de ángel y de musa; y así como Alemania tiene, con excepciones, musa, y la Italia tiene permanentemente ángel, España está en todos tiempos movida por el duende, como país de música y danza milenaria, donde el duende exprime limones de madrugada, y como país de muerte, como país abierto a la muerte.
  • 68. En todos los países la muerte es un fin. Llega y se corren las cortinas. En España, no. En España se levantan. Muchas gentes viven allí entre muros hasta el día en que mueren y los sacan al sol. Un muerto en España está más vivo como muerto que en ningún sitio del mundo: hiere su perfil como el filo de una navaja barbera. El chiste sobre la muerte y su contemplación silenciosa son familiares a los españoles. Desde El sueño de las calaveras, de Quevedo, hasta el Obispo podrido, de Valdés Leal, y desde la Marbella del siglo XVII, muerta de parto en mitad del camino, que dice:
  • 69. La sangre de mis entrañas cubriendo el caballo está. Las patas de tu caballo echan fuego de alquitrán... al reciente mozo de Salamanca, muerto por el toro, que clama: Amigos, que yo me muero; amigos, yo estoy muy malo. Tres pañuelos tengo dentro y este que meto son cuatro...
  • 70. Las cabezas heladas por la luna que pintó Zurbarán, el amarillo manteca con el amarillo relámpago del Greco, el relato del padre Sigüenza, la obra íntegra de Goya, el ábside de la iglesia de El Escorial, toda la escultura policromada, la cripta de la casa ducal de Osuna, la muerte con la guitarra de la capilla de los Benaventes en Medina de Rioseco, equivalen a lo culto en las romerías de San Andrés de Teixido, donde los muertos llevan sitio en la procesión, a los cantos de difuntos que cantan las mujeres de Asturias con faroles llenos de llamas en la noche de noviembre, al canto y danza de la sibila en las catedrales de Mallorca y Toledo, al oscuro In Recort tortosino y a los innumerables ritos del Viernes Santo, que con la cultísima fiesta de los toros forman el triunfo popular de la muerte española. En el mundo, solamente Méjico puede cogerse de la mano con mi país.
  • 71. La Muerte, El Ángel, La Musa y El Duende Cuando la musa ve llegar a la muerte cierra la puerta o levanta un plinto o pasea una urna y escribe un epitafio con mano de cera, pero en seguida vuelve a rasgar su laurel con un silencio que vacila entre dos brisas. Bajo el arco truncado de la oda, ella junta con sentido fúnebre las flores exactas que pintaron los italianos del xv y llama al seguro gallo de Lucrecio para que espante sombras imprevistas. Cuando ve llegar a la muerte, el ángel vuela en círculos lentos y teje con lágrimas de hielo y narciso la elegía que hemos visto temblar en las manos de Keats, y en las de Villasandino, y en las de Herrera, y en las de Bécquer y en las de Juan Ramón Jiménez. Pero ¡qué horror el del ángel si siente una arena, por diminuta que sea, sobre su tierno pie rosado!
  • 72. En cambio, el duende no llega si no ve posibilidad de muerte, si no sabe que ha de rondar su casa, si no tiene seguridad de que ha de mecer esas ramas que todos llevamos y que no tienen, que no tendrán consuelo. Con idea, con sonido o con gesto, el duende gusta de los bordes del pozo en franca lucha con el creador. Ángel y musa se escapan con violín o compás, y el duende hiere, y en la curación de esta herida, que no se cierra nunca, está lo insólito, lo inventado de la obra de un hombre.
  • 73. La virtud mágica del poema consiste en estar siempre enduendado para bautizar con agua oscura a todos los que lo miran, porque con duende es más fácil amar, comprender, y es seguro ser amado, ser comprendido, y esta lucha por la expresión y por la comunicación de la expresión adquiere a veces, en poesía, caracteres mortales.
  • 74. Hemos dicho que el duende ama el borde, la herida, y se acerca a los sitios donde las formas se funden en un anhelo superior a sus expresiones visibles.
  • 75. Parece como si todo el duende del mundo clásico se agolpara en esta fiesta perfecta, exponente de la cultura y de la gran sensibilidad de un pueblo que descubre en el hombre sus mejores iras, sus mejores bilis y su mejor llanto. Ni en el baile español ni en los toros se divierte nadie; el duende se encarga de hacer sufrir por medio del drama, sobre formas vivas, y prepara las escaleras para una evasión de la realidad que circunda.
  • 76. El duende opera sobre el cuerpo de la bailarina como el aire sobre la arena. Convierte con mágico poder una muchacha en paralítica de la luna, o llena de rubores adolescentes a un viejo roto que pide limosna por las tiendas de vino, da con una cabellera olor de puerto nocturno, y en todo momento opera sobre los brazos con expresiones que son madres de la danza de todos los tiempos.
  • 77. En los toros adquiere sus acentos más impresionantes, porque tiene que luchar, por un lado, con la muerte, que puede destruirlo, y por otro lado, con la geometría, con la medida, base fundamental de la fiesta. El toro tiene su órbita; el torero, la suya, y entre órbita y órbita un punto de peligro donde está el vértice del terrible juego. Se puede tener musa con la muleta y ángel con las banderillas y pasar por buen torero, pero en la faena de capa, con el toro limpio todavía de heridas, y en el momento de matar, se necesita la ayuda del duende para dar en el clavo de la verdad artística. El torero que asusta al público en la plaza con su temeridad no torea, sino que está en ese plano ridículo, al alcance de cualquier hombre, de jugarse la vida; en cambio, el torero mordido por el duende da una lección de música pitagórica y hace olvidar que tira constantemente el corazón sobre los cuernos.
  • 78. Pero imposible repetirse nunca, esto es muy interesante de subrayar. El duende no se repite, como no se repiten las formas del mar en la borrasca.
  • 79. El duende que llena de sangre, por vez primera en la escultura, las mejillas de los santos del maestro Mateo de Compostela, es el mismo que hace gemir a San Juan de la Cruz o quema ninfas desnudas por los sonetos religiosos de Lope.
  • 80. El duende que levanta la torre de Sahagún o trabaja calientes ladrillos en Calatayud o Teruel es el mismo que rompe las nubes del Greco y echa a rodar a puntapiés alguaciles de Quevedo y quimeras de Goya.
  • 81. Cuando llueve saca a Velázquez enduendado, en secreto, detrás de sus grises monárquicos; cuando nieva hace salir a Herrera desnudo para demostrar que el frío no mata; cuando arde, mete en sus llamas a Berruguete y le hace inventar un nuevo espacio para la escultura. La musa de Góngora y el ángel de Garcilaso han de soltar la guirnalda de laurel cuando pasa el duende de San Juan de la Cruz, cuando El ciervo vulnerado por el otero asoma.
  • 82. Duende de Quevedo y duende de Cervantes, con verdes anémonas de fósforo el uno, y flores de yeso de Ruidera el otro, coronan el retablo del duende de España. Cada arte tiene, como es natural, un duende de modo y forma distinta, pero todos unen raíces en un punto de donde manan los sonidos negros de Manuel Torres, materia última y fondo común incontrolable y estremecido de leño, son, tela y vocablo. Sonidos negros detrás de los cuales están ya en tierna intimidad los volcanes, las hormigas, los céfiros y la gran noche apretándose la cintura con la Vía láctea.
  • 83. Señoras y señores: He levantado tres arcos y con mano torpe he puesto en ellos a la musa, al ángel y al duende. La musa permanece quieta; puede tener la túnica de pequeños pliegues o los ojos de vaca que miran en Pompeya a la narizota de cuatro caras con que su gran amigo Picasso la ha pintado. El ángel puede agitar cabellos de Antonello de Mesina, túnica de Lippi y violín de Massolino o de Rousseau. El duende... ¿Dónde está el duende? Por el arco vacío entra un aire mental que sopla con insistencia sobre las cabezas de los muertos, en busca de nuevos paisajes y acentos ignorados: un aire con olor de saliva de niño, de hierba machacada y velo de medusa que anuncia el constante bautizo de las cosas recién creadas. Federico García Lorca
  • 84. Como he expuesto más arriba los duendes se esconden, se adueñan de la casa, se adueña del artista, del torero, del público, siempre invisibles al ojo y cerebro humano, pero se encuentra ahí.
  • 85. ¿Dónde está el duende del Mediterráneo?
  • 86. Es precisa otra Mirada
  • 87. Imaginemos estar detrás de un fotógrafo, podrían pasar horas y su trabajo; enfocar la lente, hincarse para buscar el mejor ángulo; levantarse, volverse a hincar, nos parecería tedioso, pero hay dos dimensiones de un mismo hecho, esa donde vemos al fotógrafo en la rutina, y otra que es la más significativa, y está en la lente; en ese minúsculo espacio de la mira, donde la realidad habrá de ser atrapada en un instante, que vive y languidece como un natural …
  • 88. En el Festival Puerta del Mediterráneo, en Mora de Rubielos de Mora En Rubielos de Mora de Rubielos
  • 89.
  • 90.
  • 91.
  • 92.
  • 93.
  • 94.
  • 95.
  • 96.
  • 97.
  • 98.
  • 100.
  • 101.
  • 102.
  • 103.
  • 104.
  • 105.
  • 106.
  • 107.
  • 108.
  • 109.
  • 110.
  • 111.
  • 112.
  • 113.
  • 114.
  • 115.
  • 116.
  • 118.
  • 119.