Este documento habla sobre la naturaleza transitoria de la vida y la necesidad de no aferrarse a las posesiones materiales. Afirma que el alma es eterna y que cualquier cosa que suceda es para nuestro propio bien. Recomienda vivir el presente sin lamentarse del pasado ni preocuparse por el futuro, y dedicar todas nuestras acciones a Dios para alcanzar la verdadera felicidad y libertad.