El hijo le escribe una carta a su madre expresando su tristeza y confusión porque ella ha decidido separarse de él. Le pregunta por qué se avergüenza de él y por qué insiste en que deben separarse, ya que él es su hijo, su sangre, parte de su cuerpo y alma. Aunque su corazón dejará de latir junto al de ella, siempre vivirá en sus recuerdos. Se había encariñado con ella a pesar de la separación, pero debe despedirse ahora llamándola mamá una última vez.