Los niños participaron en un taller donde escribieron lo que los hace sentir bien y mal, compartieron sus trabajos, y aunque les costó expresar sus sentimientos, pudieron intercambiar opiniones. Se dividieron en grupos con características comunes y presentaron sus valores e ideas. La reflexión final destacó la importancia del respeto mutuo y las diferencias, además de encontrar similitudes en sus sentimientos a pesar de las dificultades para expresarse.