4. La gran mayoría de los jóvenes que asisten a este plantel de estudios, de alguna manera no conocen alguna consecuencia que tiene el traer una perforación en el cuerpo y sin embargo no existe el mínimo interés en la gran mayoría de ellos, en conocer las consecuencias. En el CETIS 43 las perforaciones están prohibidas ya que dan mal aspecto tanto al alumno como a una mala impresión a la escuela, estas al ser vistas, solo se tiene la opción de retirarse la pieza, o no ser dejado entrar a el plantel. En la actualidad es más difícil el problema de los piercings en el plante, que hace algunos años, este problema no existía tanto en los jóvenes, y la moda que en ellos implementaba el tener una perforación.
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6. Desde tiempos inmemorables el ser humano impulsado por la religión, las supersticiones, el arte, la cultura, las costumbres, la estética ó la moda a colocado en su cuerpo insignias, como tatuajes o piercings. En algunas culturas de la antigüedad, se adoptaba esta forma de expresión porque, según sus creencias, los defenderían de los malos espíritus o tragedias, en dependencia de la zona del cuerpo donde fueran colocados. Desde la época de la inquisición, comunidades religiosas han utilizado el anillado genital, como método de castidad y de expiación de culpas. La colonización, la industria, las revoluciones inglesa y francesa y otros procesos sociales de amplia reputación, influyeron en que estos cambios trascendieran las fronteras europeas y llegaran al continente americano, fundamentalmente a Norteamérica.
7. En la historia occidental tradicional solo se practicaba a las mujeres un único agujero en las orejas para toda su vida, sin embargo los de mayor tamaño y material varían en forma y tamaño. La costumbre del body piercing es milenaria y se practicaba por muy diversas razones en distintos países. Perforarse la nariz, el ombligo, la ceja, los pezones o los genitales, considerados en muchos jóvenes, como una forma de expresarse. Pero la perforación de ciertas zonas en el cuerpo presenta riesgos que es sabio conocer antes de decidirse por un piercing.
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9. Complicaciones infecciosas víricas: Las complicaciones infecciosas más conocidas y temidas son las asociadas al riesgo de transmisión parenteral de agentes víricos, notablemente los virus de las hepatitis B y C y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). A este respecto, cabe recordar únicamente la gravedad de todas ellas y su potencial prevención, basada prácticamente en exclusiva en la estricta adherencia a las normas y prácticas higiénicas recomendadas (esterilización del material insertado y del instrumental empleado en el procedimiento, idealmente de un solo uso, lavado cuidadoso de manos y uso de guantes de látex protectores por parte del personal que realiza la inserción, etc.). La normativa legal existente indica los requerimientos higiénicos que deben necesariamente reunir los establecimientos públicos en los que se colocan piercings para evitar o reducir al máximo el riesgo de transmisión de infecciones. La posibilidad de contagio depende de la concentración del agente infeccioso y de la vía de inoculación (cutánea o mucosa). Datos derivados de estudios con personal sanitario cuantifican el riesgo de infectarse por exposición parenteral a material contaminado en un 0,2-0,5% para el VIH, 5% para el virus de la hepatitis B y 0,6-2% para el virus de la hepatitis C.
10. Dada la extensión de la cobertura vacunal frente al virus de la hepatitsBesposible que este riesgo sea incluso menor del estimado. Complicaciones infecciosas bacterianas: El piercing corporal supone un riesgo para el desarrollo de infecciones bacterianas potencialmente graves. El piercing supone la invasión del tejido subcutáneo, por lo que es posible la introducción de la microflora de la piel o de las membranas mucosas en el tejido subcutáneo durante el procedimiento de inserción o a partir de la colonización posterior in situ de esta microflora en el lugar donde se ha colocado la pieza de piercing, que no deja de ser un cuerpo extraño favorecedor de esta colonización. Tras el procedimiento pueden presentarse dolor, edema y sangrado prolongado, y en lugar de inserción puede desarrollarse un quiste, una cicatriz o un queloide. En distintos estudios, el índice de infección tras un piercing de la oreja se sitúa entre el 10 al 24%.
11. El piercing auricular es uno de los más frecuentes, y puede realizarse en ocasiones en establecimientos no profesionales y no debidamente autorizados, que pueden o no cumplir las condiciones higiénicas exigidas en España. Además, el piercing puede realizarse en el extranjero, donde en algunos países (por ejemplo en los EEUU) su regulación es variable (solo 1 de cada 4 estados tienen normas al respecto), y puede ser practicado por personal que carece de conocimientos básicos de prevención y control de infecciones. La existencia previa de lesiones cutáneas o anormalidades anatómicas en el lugar de inserción, así como la existencia de una enfermedad valvular cardiaca son factores de riesgo especial de infección a considerar. Se han descrito casos de endocarditis estafilocócica tras piercing nasal, endocarditis por Neisseria y por Haemophilus aphrophilus tras piercing lingual y endocarditis y mastitis por Staphylococcus epidermidis tras piercing del pezón. En este contexto, se recomienda valorar cuidadosamente la necesidad e indicación de emplear quimioprofilaxis antibiótica en todos aquellos pacientes con factores de riesgo de desarrollar endocarditis antes de someterse a un piercing.
12. de forma idéntica (y con pautas antibióticas similares) a las que se recomiendan en este tipo de población antes de procedimientos dentales u otros procedimientos invasivos. Se han comunicado casos de tétanos cefálico (una forma particularmente grave y rápidamente evolutiva de tétanos) tras piercing auricular, aunque la infección más frecuente en este tipo de piercing auricular es la debida a Pseudomonas aeruginosa, que puede producir infección cutánea del pabellón auricular o un absceso pericondrial auricular (pericondritis por Pseudomonas). Se ha descrito recientemente un brote epidémico de infecciones del cartílago auricular debidas a Pseudomonas aeruginosa en los EEUU, con 7 casos confirmados y 18 probables de un total de 186 piercings en 118 individuos, relacionados con un único e idéntico establecimiento comercial. Los síntomas locales se iniciaron muy rápidamente (1 día) y en los 7 casos confirmados se produjo un absceso con hinchazón, dolor, sangrado y exudación purulenta. Cuatro pacientes requirieron hospitalización, de los que tres debieron someterse a drenaje quirúrgico y uno a tratamiento antibiótico parenteral. Todos fueron finalmente tratados con antibióticos orales (fluoroquinolonas). Los investigadores pudieron determinar que el origen común de la infección tenia que ver con el empleo de un dispositivo mecánico (“pistola”) y con las técnicas de desinfección local de la zona auricular, especialmente con una botella conteniendo aparentemente un líquido desinfectante que se contaminó por Pseudomonas durante los procesos de relleno, a pesar de que originalmente se trataba de un dispositivo de un solo uso no recargable. Se han comunicado casos de tétanos cefálico (una forma particularmente grave y rápidamente evolutiva de tétanos) tras piercing auricular, aunque la infección más frecuente en este tipo de piercing auricular es la debida a Pseudomonas aeruginosa, que puede producir infección cutánea del pabellón auricular o un absceso pericondrial auricular (pericondritis por Pseudomonas). Se ha descrito recientemente un brote epidémico de infecciones del cartílago auricular debidas a Pseudomonas aeruginosa en los EEUU, con 7 casos confirmados y 18 probables de un total de 186 piercings en 118 individuos, relacionados con un único e idéntico establecimiento comercial. Los síntomas locales se iniciaron muy rápidamente (1 día) y en los 7 casos confirmados se produjo un absceso con hinchazón, dolor, sangrado y exudación purulenta. Cuatro pacientes requirieron hospitalización, de los que tres debieron someterse a drenaje quirúrgico y uno a tratamiento antibiótico parenteral. Todos fueron finalmente tratados con antibióticos orales (fluoroquinolonas). Los investigadores pudieron determinar que el origen común de la infección tenia que ver con el empleo de un dispositivo mecánico (“pistola”) y con las técnicas de desinfección local de la zona auricular, especialmente con una botella conteniendo aparentemente un líquido desinfectante que se contaminó por Pseudomonas durante los procesos de relleno, a pesar de que originalmente se trataba de un dispositivo de un solo uso no recargable.
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14. Los riesgos, por su vía de aplicación y método, son entre otros, la transmisión de enfermedades víricas como hepatitis (B, C, D) y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), además la tuberculosis, producto de infección de bacterias u hongos. El contagio con alguna de estas enfermedades, debido al desconocimiento de medidas sanitarias, atenta contra la integridad física, psíquica y moral, por el daño que causa al cuerpo y la imagen. El empleo, en su fabricación, de metales derivados del níquel y no metales pesados como el titanio y el niobio ocasionan el rechazo a esos materiales por parte del organismo, lo que requiere una urgente retirada del piercing. También se producen infecciones bacteriales.
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16. … ..noreli 1¿Qué te motivo hacerte una perforación en cualquier parte del cuerpo? me gusta como se ven, solo por eso. 2¿En que parte del cuerpo tienes un piercing? -en la lengua 3¿Conoces las consecuencias de hacerte un piercing? -creo son infecciones, pero pues también depende de el cuidado que uno tenga. 4¿Contaste con el permiso de tus papás para hacerte un piercing? -si mis papas me autorizaron hacerme un piercing. 5 ¿Por que motivo no lo saben? -no al contrario ellos si lo saben. 6¿tu como consideras los piercings? - como algo bonito, digo esa es mi opinión.