Un terremoto de magnitud 6.2 ocurrió el 17 de diciembre de 2009 en el Océano Atlántico a 113 km al sur de Cabo de San Vicente, Portugal. El epicentro se ubicó a 58 km de profundidad y se sintió principalmente en la provincia de Huelva, Andalucía. El origen del terremoto estuvo en el borde de las placas tectónicas euroasiática y africana que convergen en esa región.