El documento analiza la misteriosa muerte de Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación de México, en un supuesto accidente aéreo. Plantea que es improbable que haya sido un accidente y que más bien pudo haber sido un crimen ordenado por el presidente Felipe Calderón, debido a que Mouriño le estorbaba. Cuestiona la versión oficial y el cinismo del gobierno al pretender solidarizarse con la muerte de alguien a quien posiblemente ordenó asesinar.