Mis Oraciones Diarias

Mis Oraciones Diarias,
Segunda Edición, 2006
Fernando Castro Márquez
Editorial Uyapar s.r.l.

ISBN: 980-6629-01-9
Depósito Legal: IF25220062003316

Corrección y estilo: Zorina Arias y
Franklin Mendoza
Diagramación y portada: Luís García
Ilustración: Fernando Castro y
Franklin Mendoza
Impresión: editorial Texto, c.a.

República Bolivariana de Venezuela

Editorial Uyapar s.r.l.
Email: castrofer@cantv.net

12 / Fernando Castro Márquez

Prólogo
Hace algún tiempo, por razones de trabajo, tuve la oportunidad de
conocer a un joven profesor que se vio prácticamente obligado a
“sacarme las castañas del fuego” dictando una charla en mi sitio de
trabajo, el único pero que me puso fue el transporte ya que esta bendita
charla sería dictada fuera de la ciudad y él no tenía transporte. Me
ofrecí a llevarlo, nos caímos bien y desde el mismo momento,
planteamos conversación, yo le platique de algunos problemas que me
aquejaban y me oyó con mucha paciencia y sabiendo que no podía
pasar esa hora de viaje hablando yo nada mas, empecé a preguntar y
este joven con la sencillez más grande me confiesa: Yo estoy enfermo.
Estas eran palabras mayores y por un segundo pensé: ¿será verdad?
¿tan joven?. Él siguió hablando: “pero tengo mucha fe en Dios y, por
intermedio del Dr. José Gregorio Hernández le estoy pidiendo que me
conceda unos años más de vida para llevar a mi hijo a que se valga
por si mismo, porque todavía está muy pequeño. “Esto me tocó el
corazón bien adentro, allí tan sereno diciéndome que pedía por su hijo,
unos años más de vida”
Y siguió hablando de su fe en Dios y de sus oraciones diarias, de su
esperanza,m y en ese momento tomé la decisión de también orar por él.
Todos los días le doy gracias a Dios por esa “charla” y por ese viaje
que me permitió conocer a esa persona tan especial. Han pasado los
años y este joven, ya no tan joven, está vivo y su hijo todo un hombre y
todo producto de la repuesta de ese ser maravilloso llamado Dios ante
la fe y perseverancia es lo que lleva a publicar sus “oraciones diarias”
que tanto consuelo le han brindado a través de los años. Gracias amigo
por enseñarme que con fe en Dios y perseverancia en nuestras oraciones
todo puede suceder.

Margarita Nogales
Agosto, 2001

Mis oraciones diarias / 13

Fernando, doy gracias por tus oraciones;
Dios te ha dado la oportunidad de conocer y
experimentar su poder. Cada vez que oras
invocas a la vida, al bienestar, pero conociéndote
buscas
se que buscas lo mejor no solo para ti si no
también para los demás: tu familia, tus amigos, el
universo; todo lo que recibes lo vuelcas en amor a
las personas. Dios te planteó un reto y has
luchado con tanta fe que hoy estás más vivo que
nunca.

familia
Junto a mi familia celebro con mucho
regocijo la publicación de la segunda edición de
Mis Oraciones Diarias. Recuerda que la Fe es la
fuerza de la esperanza y la esperanza es vida.

Que la luz sanadora de Dios te bendiga.

Zorina Arias de Filgueira
Agosto, 2006


Fernando:

En algún momento un poeta peruano dijo:

“Hay golpes en la vida tan fuertes, yo lo sé. / como
si ante ellos/ la reseca de todo lo vivido se empezara
en el alma/ yo lo sé.”

Tú eres un ejemplo de ellos; pero también de la
lucha por la vida y la perseverancia.

¡Tú puedes!

Doris Figueroa

Julio, 2000


Para esta oportunidad son diecisiete años que han
transcurrido y gracias a la ayuda de Dios, sigo
sobreviviendo y logrando metas que quizás al principio
parecían imposible, como por ejemplo los quince años de
mi sobrina Maryoscar, los veinticinco años de mi hijo Luis
Fernando, el haber sido tutor de ochenta y ocho Trabajos
de Grado, el solicitar mi jubilación, entre otras.
Aún, continúo practicando mi fe en Dios a través de mis
Oraciones Diarias que hoy les presento con el fin de dar
aliento a todas aquellas personas que de la misma
manera que yo viven con el fantasma de una enfermedad
irreversible.
Al igual que la primera edición las oraciones me han
ido llegando a través de familiares, amigos, alumnos,
compañeros de trabajo, domésticas, etc. con las cuales me
identifico y comienzo a practicarlas diariamente.
Octubre 2005


Amanecer


Todos los días al amanecer hago las siguientes
oraciones:

Oración de la mañana
Señor, en el silencio de este día que nace,

vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza.

Hoy quiero mirar el mundo con ojos llenos de

amor; ser paciente, comprensivo, humilde, suave y

bueno.

Ver detrás de las apariencias a tus hijos, como

los ves tú mismo, para así, poder apreciar la

bondad de cada uno.

Cierra mis oídos a toda murmuración, guarda

mi lengua de toda maledicencia; que sólo los

pensamientos que bendigan permanezcan en mí.

Quiero ser tan bien intencionado y justo que

todos los que se acerquen a mí sientan tu


presencia. Revísteme de tu bondad, Señor y haz

que durante este día, yo te refleje. Amén.

Siempre he creído que todas las personas tienen su Ángel de la
Guarda, particularmente, he vivido situaciones peligrosas de las
cuales he salido airoso gracias a la protección de mi ángel de la
guarda, por eso, todas las mañanas, también lo invoco.

Ángel de la Guarda
Ángel del Señor, que eres mi custodio, puesto

que la providencia divina me encomendó a ti,

ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname en

este día. Amén

Ángel del Trabajo
Ángel del trabajo, a través de ti, pido a Dios y

a mis ángeles protectores que iluminen mi vida y

mi trabajo.

Que con su asistencia y amor, me ayuden a ir a

mis labores, cumplir con mi misión, ser útil a los


demás, obtener prosperidad y regresar feliz a

casa todos los días.

En unas de mis visitas al Santuario de la Virgen
del Valle, ubicado en el Valle del Espíritu Santo de
la Isla de Margarita. en la oportunidad de
celebrarse sus fiestas, alguien se me acercó y me
regaló una estampita con una oración a la virgen, a
partir de ese día todas las mañana la rezo:

A la Virgen Del Valle
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,

pues un solo Dios se recrea en tan preciosa

belleza, a ti Celestial Princesa Virgen

Sagrada María, yo te ofrezco en este día

Alma Vida y Corazón. Mírame con compasión,

no me dejes Madre mía y échame tu santa

Bendición. Amén


Consagración al espíritu Santo
Santo Espíritu de Dios, te consagro hoy
todo mi ser, voluntad, inteligencia, memoria,
imaginación y afecto.
Condúceme por tus caminos, guíame con tu
sabiduría a la vida plena de Jesús.
Crea en mí un corazón puro y humilde,
pero que tenga la osadía y el ardor de los
mártires.
Lléname con tus dones, santifícame con
tus frutos.
Restaura todo mi vivir, para que yo sea un
canal de tu amor. Amén.

En el año 2001, mi amiga Margarita, me
regaló un libro titulado Oraciones de Poder II. De la
II.
Organización Maisa Castro; de donde, una vez leído,
tomo esta oración, por considerarla la más


apropiada a la manera como quería comunicarme con
el Espíritu Santo.

A la Santísima Trinidad
¡Oh padre eterno y soberano Dios mío!

Yo creo firmemente que vos, con el Hijo y el Espíritu
Santo, sois tres personas realmente distintas y un solo
Dios verdadero; yo creo en vos, espero en vos, y os
amo con todo mi corazón, por vuestra suma bondad.
¡Oh Espíritu Santo, maestro de las Almas y Dios de
Divina Gracia! Venid sobre mi corazón, os suplico, y
enseñadme a estimar la nobleza del Misterio de la
Santísima Trinidad, animad mi fe, fortaleced mi
esperanza y adoradme con la caridad perfecta para
que, correspondiendo yo vuestras aspiraciones, ande
siempre por los caminos santos, hasta lograr ver cara a
cara vuestra divina presencia, y adoraros eternamente
con el Padre y el Hijo, cantando entre coros
celestiales: Santo, santo, santo, señor Dios de los
ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de
vuestra gloria, gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria
al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén


Salmo 23
Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará

descansar; junto a aguas de reposo me

pastoreará.

Confortará mi alma; me guiará por sendas de

justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no

temeré mal alguno porque tú estarás conmigo; tu

vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de

mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi

copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me

seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de

Jehová moraré por largos días. Amén


La Noche

En la noche antes de acostarme hago las siguientes
oraciones:


Oración de la Noche

Padre, mío, ahora que las voces se silenciaron y los
clamores se apagaron, aquí al pie de la cama mi alma
se eleva hasta Ti para decirte:
Creo en Ti, espero en Ti, te amo con todas mis
fuerzas.
¡Gloria a Ti, Señor!. Deposito en tus manos la fatiga y
la lucha, las alegrías y desencantos de este día que
quedó atrás.
Si los nervios me traicionaron, si los impulsos
egoístas me dominaron, si di entrada al rencor o a la
tristeza, perdón, Señor ¡ten piedad de mí!
Si he sido infiel, si pronuncié palabras vanas, si me
dejé llevar por la impaciencia, si fui espina para
alguien, ¡perdón Señor!
No quiero esta noche entregarme al sueño sin sentir
sobre mi alma la seguridad de tu misericordia, tu
dulce misericordia enteramente gratuita, Señor.


Te doy gracias Padre mío, porque has sido la
sombra fresca que me ha cobijado durante este día.
Te doy las gracias porque invisible, cariñoso,
envolvente, me has cuidado como una madre, a lo
largo de estas horas.
Señor a mi alrededor ya todo es silencio y calma.
Envía el ángel de la paz a esta casa. Relaja mis
nervios, sosiega mi espíritu, suelta mis tensiones,
inunda mi ser de silencio y serenidad. Vela sobre mí,
Padre querido, mientras me entrego confiado al
sueño, como un niño que duerme feliz en tus brazos.
Amén.

Esta oración al igual que la de la Mañana, me la trajo
de su viaje a Europa el 2002, mi amiga y hermana
Zorina, quien ha sido un apoyo espiritual muy importante
para mí a lo largo de estos años. Las oraciones vienen en
un folleto titulado ¿Qué te dice la Virgen en Covadonga?
Reaviva la fe para vivir en comunión.


En febrero de 2003, estando impartiendo una
asesoría a dos tutoradas, alumnas mías, en una
Universidad, una de ellas, Ana, sacó un folleto y me dijo
que leyera en la parte posterior del mismo una oración;
esa oración era “Dios Eterno”. Fue un momento muy
sublime para mí, sobre todo porque eran días muy tristes
por el fallecimiento de mi hermana Aura, quien fue como
mi segunda madre.

Dios Eterno
Confieso que he pecado de muchas maneras.
Lamento haberlo hecho.
Siento mucho no haberte amado, perdóname.
Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios que vino de Tu
presencia para rescatarme de mis pecados.
En este momento lo acepto como mi salvador.
Creo que la muerte de Jesús en la cruz fue para salvarme.
Me arrepiento de mis pecados y te pido que me ayudes a
vivir correctamente y a conocerte a Ti, Oh Dios.
He orado en el nombre del Señor Jesucristo, mi Salvador.
Amén.


En diciembre de 1995, Sail, un gran amigo y
compañero de apartamento, en esa oportunidad, me
regaló un marca libro el cual tenía escrito un Diálogo
con Cristo, al leerlo me pareció hermoso; muchas
veces nos quejamos por lo que nos pasa, sin
detenernos a pensar que hay mucha gente que está en
peor condición. Aprendí que lo que debemos es
agradecer a Dios por lo que nos ha dado, de allí que
hago este diálogo todas las noches.

Diálogo con cristo
Gracias, Señor por mis brazos buenos, cuando hay
tantos mutilados, por mis ojos buenos, cuando hay
tantos sin luz, por mi voz que canta, cuando tantas
enmudecen, por mis manos que trabajan, cuando hay
tantas que mendigan; por conservarme siempre con
buena salud, por el Pan nuestro de cada día, por
guiarme siempre por el buen camino.


Es maravilloso Señor, tener un hogar donde
volver, cuando hay tanta gente que no tiene
donde ir. Es maravilloso Señor amar, soñar,
sonreír cuando hay tanta gente que llora, que
odia, que se revuelve en pesadillas y tantos que
mueren antes de nacer.
Es maravilloso Señor sobre todo tener tan poco
que decirte y tanto que agradecerte.
Alabado seas Señor.


Domingo

Este día les hago las oraciones a mis santos devotos.


Inicio mis oraciones de este día, invocando a la
Santa Cruz, a través, de una oración que me regaló mi
gran amiga Zorina, la cual trajo de su visita a la reliquia
de la Santa Cruz, en Santo Toribio de Liébana, la cual
dice:

Salve, salve, Cruz gloriosa, dulce enseña
religiosa, paz del alma, luz del bien.
Al pie de tu imagen postrado de hinojos; la
pompa mundana condenó al desdén: te miran
amantes mis ávidos ojos, y siempre sublime con gozo
te ven.
Tú que el trono fuiste un día del Supremo
Redentor, sé mi norte, sé mi guía, mi consuelo, mi
alegría, y el emblema de mi amor. De la suerte los
rigores, nunca débil temeré si me amparan tus favores
y tus vivos resplandores son antorcha de mi fe.
Gloria a ti, Cruz bendecida del cristiano escudo
fuerte, por quien velas en la vida y a quien salvas en la
muerte.
Tus místicos rayos do quiera se ven, las almas
inundan de plácida luz. Prodigio que inspiras y
alcanzas el bien, condúceme al cielo santísima Cruz.
Amén.


Para mí, la Cruz tiene un gran significado, y es
que desde niño participaba en la celebración a la Santa
Cruz, todos los tres de mayo de cada año. Y es que, mi
difunta madre, pagaba una promesa a la Cruz, por la
recuperación milagrosa de una terrible enfermedad que
sufrió mi hermano Simón, cuando niño. De allí, que vestía
y celebraba este día todos los años. Por esas cosas de la
vida, en mayo del año 1977, la Cruz se quedó vestida en
su Altar, lista para su celebración, la cual no se dio,
debido a que mi mamá fue hospitalizada el 1º de mayo,
falleciendo el 14 de mayo. No obstante la Cruz y su Altar
sirvieron como el lugar de encuentro para la celebración de
sus novenarios y brindarles el carato de maíz, que ella
misma había preparado, a los visitantes.
Alicia, esposa de mi hermano Simón, se ha
encargado de continuar con esta promesa.


Doctor José Gregorio Hernández
Al Doctor José Gregorio Hernández, le rezo de la
siguiente manera:
Yo no acepto esto ni para mí ni para nadie.
Yo soy salud, porque Dios es salud y le digo a todo
virus, fuera de aquí, tu no tienes poder sobre mi, ni
sobre nadie.
Por el más grande poder de Dios, te digo disuélvete,
vuélvete luz, luz salutífera, luz de Dios. Amén.

Digo yo a Jehová ¡Esperanza mía y castillo mío, mi Dios en
ti confío! Tú me libras del lazo del cazador, de la peste
destructora. Con tus plumas me cubres y debajo de tus alas
estoy seguro. Escudo y adarga es tu verdad, no tengo temor
de espanto nocturno, ni de saeta que vuele en el día, ni
pestilencia que ande en la oscuridad, ni mortandad que en
medio del día destruya. Caen a mi lado mil y a mi derecha
diez mil, mas a mí ningún mal llega. Ciertamente, con mis
ojos miro y veo el pago que reciben los impíos.
Yo acudo a Jehová que es mi fe; al Altísimo elijo por mi
habitación, así no me sobreviene ningún mal, ni plaga


alguna toca mi morada, pues que a sus ángeles envía cerca
de mi para que me guarden en todos mis caminos, con sus
manos me guían para que mi pie no tropiece en piedra,
sobre el león y al basílico piso, al cachorro del león y al
dragón aplasto.
¡Oh Señor! Tu que todo lo puedes y que habéis acogido
bajo tu seno a nuestro hermano José Gregorio Hernández,
que por vuestra gran misericordia le distes el poder de curar
enfermos en este mundo, concédele Señor la gracia de
curar como médico espiritual mi alma y mi cuerpo si ha de
ser para tu gloria. Te pido esto Señor, en nombre de tu
amado hijo quien nos enseñó a orar diciendo:
Padre nuestro que estás en los cielos. Santificado sea tu
nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en el
cielo como en la tierra. Danos hoy, nuestro pan de cada día
y perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden y no nos dejes caer en
tentación, más líbranos del mal; porque tuyo es el reino, el
poder y la gloria, por todos los siglos. Amén.


Esta oración al Dr. José Gregorio Hernández, me la llevó
a mi casa un médico gran amigo mío, a los dos días que
me habían dado el diagnóstico.
Esa noche resé la oración con tanta fe, que esa misma
noche soñé que el Dr. José Gregorio Hernández me había
visitado en mi habitación.
Al día siguiente amanecí muy animado, visité su espacio
en la Iglesia de la Candelaria y decidí que no me
entregaría, sino que por el contrario empezaría a luchar
para sobrevivir y desde ese momento me convertí en devoto
del Dr. José Gregorio Hernández.
Ese mismo año, en septiembre fui a visitar el santuario
de la Virgen del Valle en la Isla de Margarita a quien
también le pedí que me ayudara a sobrevivir hasta que
saliera el medicamento que aliviara mi estado de salud.
Los medicamentos hoy existen.


A la Virgen Del Valle

Madre Santísima del Valle, a tus plantas acudo
confiadamente para pedirte que infundas en mi
alma vivos sentimientos de fe en Jesucristo tu
Hijo Divino, porque Él es el camino, la verdad y la
vida, Madre amorosa concédeme la paz espiritual,
llévame de las manos a los sacramentos, que en
el seno de mi familia reine la comprensión y el
amor. Acepta Madre Santa mi más profundo
agradecimiento por los favores que hasta hoy me
has concedido y no desoigas las súplicas que te
hago ante esta necesidad. Que nuestra devoción
a Ti, Madre Celestial, acreciente la religión
verdadera y se avive nuestra fe en el Padre, en el
Hijo y en el Espíritu Santo. Amén


En Septiembre de 2003, Judith y María, a quienes
les había tutorado su Trabajo Especial de Grado, el
día que defendieron su tesis me regalaron una bella
imagen del Divino Niño Jesús; desde ese día hago
esta oración:

Al Divino Niño Jesús

Divino Niño Jesús, que bendices y proteges las
casas donde se honra tu imagen:
Te elijo hoy para siempre Señor y Dueño de esta
casa. Te pido tu auxilio. Presérvanos de las
enfermedades, del fuego, del rayo, de las
inundaciones, de los terremotos, de las discordias
y de todo peligro.
Bendice y protege a las personas que aquí
habitan; concédeles paz, una gran fe, verdadero
amor a Ti y al prójimo, paciencia en las penas,
esperanza en la vida eterna, la gracia de no ser
arrastradas por los malos ejemplos, el vicio, el
pecado.
Divino Niño Jesús, bendice nuestro hogar. Amén


Cuando reflexioné sobre los sufrimientos padecidos por Jesús
de Nazareno, pude entender, lo que realmente es el dolor, pero
también la verdadera grandeza del amor hacia los demás. Por
eso también elevo mi plegaria al Jesús de Nazareno. Esta
reflexión la hice al leer la oración que me regalo en Semana
Santa 2005, Vilma quien trabajaba como domestica en mi casa

Oración al Nazareno
Jesús Nazareno, creador y Redentor mío, a
quien me humillo y en cuya presencia conozco y
debo ser vilmente despreciado, por haberos sido
ingrato y haber olvidado tan grandes beneficios
como me habéis hecho, padeciendo por mis
gravísimas culpas tantos martirios, especialmente
los dolores que sufristeis cuando cargaron sobre
vuestros delicados hombros esa muy pesada
cruz, para rendir en ella la vida en el Monte
Calvario.
Me pesa Señor de todo corazón de haberos
ofendido; pésame Señor, de haber sido yo la
causa de que llevéis esa cruz, sufriendo tantos
dolores, amarguras y congojas.
Pésame de mi ingratitud y descuido de no
haberos dado continuamente rendidas gracias
por tan grandes beneficios. Amén.


En mayo de 1998, recién me recuperaba de una
recaída, la cual me causó desesperanza y mucha
depresión, hasta llegar a pensar que el final estaba
cerca. Mi hermano Oscar y su esposa Rhodesia,
personas muy especiales para mí, representan fuerte
pilares en mi crecimiento, tanto en el ámbito personal
como profesional; ellos habían estado en Pampatar
en ocasión de celebrarse las fiestas del Cristo del
Buen viaje, me trajeron un librito titulado “Santísimo
Cristo del Buen Viaje” Festividades Patronales.
Pampatar 1998, en donde aparece la Oración al
Cristo del buen viaje. Una vez leída, la oración me
tocó profundamente, tanto así, que me devolvió la
esperanza y las ganas de seguir luchando. Desde ese
año hago esta oración y visito el Santuario del Cristo
del Buen Viaje todos los tres de mayo.


Oración al Cristo del Buen Viaje
¡Oh! Santísimo Cristo del “Buen Viaje” mi
amparo, mi guía y mi consuelo en toda tribulación, a
Vos acudo para depositar en vuestro pecho,
traspasado y abierto, todas las penas que en el mío se
encierran. Apiadaos de mí, Cristo adorado. Vos sois mi
única esperanza en medio de las penas y angustias
que me afligen el alma. Espero Señor, que así como
en vida vuestro corazón se conmovía ante el dolor, así
ahora se apiadará de mí y me consolará, compasivo,
en mi aflicción. Vos tenéis los oídos abiertos para
escuchar las voces de quien os invoca, los pies listos
para acudir en ayuda de quien os implora, vuestros
brazos abiertos para recibir a quien acuda a vos.
Recibidme en vuestros brazos, oíd mi humilde súplica,
y abridme vuestro pecho, Oh Cristo del “Buen Viaje”,
para confiaros todas las penas que atormentan el mío.
Dejadme reposar como Juan en el Cenáculo, mi
cabeza sobre vuestro corazón amoroso, para deciros
en silencio la gracia que necesito de Vos y la petición
que os quiero hacer para mi mayor bien espiritual y
temporal, suplicándoos, al mismo tiempo, inflaméis mi
corazón en vuestro santo amor a fin de que yo viva
siempre en Vos, en Vos siempre me inspire y de Vos
nunca me aparte. Amén


Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del
cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único
Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo. Que nació de María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos.
Fue crucificado, muerto y sepultado y descendió
al lugar de los justos. Al tercer día resucitó entre
los muertos, subió a los cielos, y está sentado a la
derecha de Dios Padre. Y desde allí ha de venir a
juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el
Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la
comunión de los Santos, en el perdón de los
pecados, en la resurrección de los muertos y en la
vida eterna. Amén.
Gloria al padre.........(cinco veces)


A la Virgen de Coromoto
Virgen de Coromoto. Patrona de Venezuela.
Protégeme del mal, guíame por el buen camino, haz
que nuestro pueblo vaya por el sendero de la
esperanza. Renueva la fe de nuestra Patria y no nos
dejes en el camino. Amén.

Oración a Santa Bárbara
Gloriosa Santa Bárbara, fiel discípula de Jesús.
Tú resististe todas las pruebas a las que te sometieron
para tratar de arrancarte tu fe, y caminaste hacia el
martirio con alegría valiente.
Ayúdame a superar todas las pruebas a que
me vea sometido en mí caminar por este mundo, que
sepa dar testimonio constante de mi fe.
Quiero permanecer firme y fiel, sin que nada ni
nadie me arrastre hasta el mal, y pasar con la fe en
alto.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén


Me identifico mucho con esta oración a Santa
Bárbara, mi enfermedad la he considerado, siempre,
como una prueba, pero nunca he perdido la fe y la he
aceptado con valentía. Y los que me conocen saben
que soy una persona alegre, tampoco he perdido esa
alegría. Finalmente siempre doy testimonio de mi
experiencia, prueba de ello es este libro.


Siempre había oído, lo valioso que son las mascotas como
terapia para una persona enferma. En Enero de 1999 decidí
tener una Mascota, es así como llega Chiqui mi perra, la cual
me reconfortó y reanimó mis ganas de vivir de tal manera que
siete meses más tarde llegó Almendra, mi segunda perra, ambas
juegan un papel fundamental en mi hogar, además de su
compañía es indescriptible el cambio que dieron a mi vida. Es así
como empiezo a rezar la oración del hermano San Francisco de
Asís de quien se dice es el santo de los animales, sin temor a
equivocarme, alguna vez escuche que San Francisco permitió la
entrada de los animales a la Iglesia.

Oración del Hermano Francisco
de Asís

¡Señor! Haz de mí un instrumento de tu Paz. Que donde
haya odio, yo ponga Amor, donde haya ofensa, yo ponga
perdón, donde haya duda yo ponga fe, donde haya error yo
ponga tu Verdad, donde haya tinieblas yo ponga Luz, donde
haya discordia yo ponga unión, donde haya tristeza ponga
yo alegría. Concédeme Señor la gracia, de no buscar tanto
ser amado como amar; ser comprendido, como
comprender; ser consolado como consolar. Porque dando
es como recibimos, perdonando es como somos
perdonados y muriendo en Ti, es como nacemos a la vida
eterna. Amén.


Oración a la Rosa Mística

¡Oh Jesús! Que clavado en la cruz, nos dejasteis como
Madre nuestra, a tu Madre Santa Virgen: concédeme por su
mediación amorosa, la purificación de mi alma y la curación
milagrosa de mi cuerpo aquejado por esta enfermedad. Te
lo suplico confiado en tus palabras “cuando pidan algo en
oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán” y en
cumplimiento de las promesas hechas por María Rosa
Mística en Motichari y Fontanelle. Amén.
Rosa Roja: Dios te salve María, llena eres de gracia; el
Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu vientre. Jesús. Santa María Madre
de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén

Rosa Blanca: Dios te salve María, llena eres de gracia; el

Rosa Amarilla: Dios te salve María, llena eres de gracia; el


Esta oración acompañada de una pequeña imagen de
la virgen, me la regaló, mi querida y extrañable
amiga, Margarita, años después, específicamente el
13 de Junio de 2003, día en el que bautizaba la
primera edición de “Mis Oraciones Diarias”, un
grupo de compañeros de trabajo, muy especiales
para mi porque nuestra relación es mas de
hermandad que de compañeros, me regalaron la
imagen de la Virgen María, Rosa Mística en su
nicho de madera, desde ese día dicha imagen
permanece en la entrada de la casa.


En la planta baja del Conjunto Residencial, donde
vivo, hay una Virgencita, todas las mañanas al salir
a mis caminatas, me acerco a ella para darle gracias
por el amanecer y pedirle su bendición y protección
para el día a día. Por mucho tiempo pregunté de qué
virgen se trataba, sin conseguir una respuesta
satisfactoria. Al final con la ayuda de mi prima
Maigualida descubrimos que se trataba de Nuestra
Señora de Lourdes. Es así, como mi prima me regala
su novena, impresa en Venezuela por Pablo
Distribución, y de donde hago la siguiente oración:

Oración a Nuestra Señora de Lourdes
Bajo tu amparo me acojo, santa Madre de Dios; no
desprecies mis súplicas en las necesidades, líbrame de
todos los peligros. ¡Oh siempre Virgen gloriosa y bendita!
Ruega por mí,¡oh Virgen de Lourdes! Para que sea
digno de las promesas de Jesucristo.
¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédeme la gracia
de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen
Santísima de Lourdes, para que sea digno de su intercesión
en la vida y en la hora de la muerte. Por Cristo Nuestro
Señor. Amén.


Cuando me siento enfermo o cuando me deprimo y
pienso que ya no tengo fuerzas para seguir luchando,
hago una oración que me regalo mi amiga Doris.

Ya Pasará
Hoy Señor, me siento triste,
muy cansado de luchar,
pero sé que con tu ayuda,
todo pasará.
Hoy debo luchar conmigo,
aceptar como son los demás,
pero sé que con tu ayuda,
todo pasará.
Hoy no es buena mi salud,
no veo al sol brillar,
pero sé que con tu ayuda
todo esto pasará.
Dame Señor fortaleza,
llena mi vida de amor,
porque sé que con tu ayuda
todo esto pasará.


Lorenzo, un buen amigo y compañero de trabajo, hacia
el año 1990, al enterarse de lo que me estaba ocurriendo,
me regalo un pequeño libro titulado “La oración
Poderosa” manos que oran, con la intención que rezará la
oración de la curación que allí aparece. Desde ese
momento, frecuentemente, hago esta Oración.

Oración de Curación
Oro pidiendo curación, creo en la curación y espero
la curación. Con Dios todas las cosas son posibles. He
sido creado para tener vida y salud. La felicidad y la
vitalidad son mías por derecho divino, al nacer; la
voluntad de Dios es que me cure y restaure. Si
necesito salud, me veo como Dios me ha creado:
completo, bien, perfecto. Me adhiero a la verdad de
que con Dios todas las cosas son posibles.
Oro pidiendo curación, creo en la curación y espero
la curación, a través de la oración me convierto en
aliado de las fuerzas y energías de Dios. Hago de mi
mismo un canal


A través del cual fluye libremente la vida de Dios,
llevando salud a cada parte de mi cuerpo. La fe es el
medio a través del cual hago contacto con la ilimitada
y eterna fuente de curación. Tengo fe y me afianzo
firmemente, es esta fe, el saber que puedo curarme
disipa las nubes de preocupación y temor, y mi mente
y corazón descansan. Para los hombres esto puede
ser imposible; mas para Dios todo es posible. Estoy
vivo, con vida del Espíritu, mi cuerpo irradia salud y
perfección.
Gracias Padre que esto es así.

Pienso que esta oración me ha dado mucha fortaleza,
así como la seguridad de que estoy vivo.


Hacia el año 2001, mi tía Blondina, persona muy
especial para mí y quien puso en mi camino a los médicos,
que con su sabiduría y gracias a la misericordia de Dios,
me han permitido sobrevivir estos años con calidad de vida.
Ella me regaló una Oración de gran significado, con la
cual finalizo mis oraciones diarias:

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo,
sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del
costado de Cristo, purifícame. Pasión de Cristo,
confórtame. ¡Oh buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus
llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi
muerte, llámame. Y mándame ir a ti. Para que con tus
Santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.


No importa, cual sea el mal, que te aqueja; lo
importante es asumirlo con dignidad, piensa que tú como
persona vales mucho. Basta con recordar lo que nos dice el
Apóstol San Pablo en su segunda Epístola a los Corintios
(Cap. 12:10). “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en
las debilidades, en afrentas, en necesidades, en
persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil,
entonces soy fuerte.” Y, precisamente, esa la fortaleza que
necesitas para luchar y vencer esa enfermedad, en el
nombre del poder sanador de nuestro señor Jesucristo.
Pero, además de esa fortaleza, necesitas paciencia
y esperanza para salir airoso de esta prueba. Tal como lo
podemos leer en el libro de los Romanos (Cap. 5: 3-5).”Y
no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las
tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce
paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha
sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu
Santo que nos fue dado.”


Lista de Referencias
Libros:
Goya, C. (1996) La Oración Poderosa. Manos que
oran. (2ª ed.). Caracas: Panapo.

García de Fleury, M. (1996) Emisarios Celestiales.
Los ángeles. Caracas: Panapo.

Nuevo Testamento. Salmos y Proverbios (s/f).
U.S.A.: The Gideons International.

Galíndez, F. (s/f) María, Rosa Mystica. Virgen
peregrina. Ora pro nobis. Caracas: Autor.

Fondene (1999) Santísimo Cristo del Buen Viaje.
Pampatar: Autor.


Folletos:
Yo Reinaré. Divino Niño Jesús. Serie Semillitas:
Paulinas.

¿Qué te dice la virgen en Covadonga? Reaviva la
fe para vivir en comunión.

Novena a Nuestra Señora de Lourdes. Pablo
Distribución.

Tarjetas:
Carnet de la Salud. Charallave: Fotografía Felipe.

Semana Santa 2005. Caracas: Alcaldía
Metropolitana.

Ya pasará. Serie Jesús vida: Paulinas.

Diálogo con Cristo.


Hilarius Marín, S.J. (1962) Oración para antes de
comulgar. Italia: Dr. Vicentíus Tena.


Mis Oraciones Diarias

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