Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
Te conoce el enemigo
1. ¿Te conoce el enemigo?
“Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. Perfecto
eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.”
(Ezequiel 28:12,15)
Alguna vez satanás fue un ángel de luz, bello entre los demás, su naturaleza
era buena, servía a Dios porque ciertamente por Él fue creado. Sin embargo,
su transgresión le llevó a ser expulsado de la misma presencia del Señor. A
partir de aquel momento la naturaleza de ese ser cambió y se hizo opuesta a la
del Creador, el mal encontró a su máxima representación en el diablo. Desde
entonces satanás se ha dedicado a destruir almas, llevándolas a la perdición
eterna, que es el lugar en donde él sabe que terminará después del gran día del
Señor.
Partiendo de este saber podemos mencionar algunas diferencias muy marcadas
entre Dios y el diablo, por ejemplo:
Dios es bueno, el diablo es malo
Dios es justo, el diablo injusto
Dios es misericordioso, el diablo egoísta
Dios es amor, el diablo es maligno
Dios es leal y fiel, el diablo es traidor
Dios es verdad, el diablo es falsedad y engaño
Dios es todopoderoso y soberano, el diablo sólo tiene poder en este mundo
En Hechos 19:13-17 encontramos el siguiente pasaje: “Pero algunos de los
judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús
sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que
predica Pablo. Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los
sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús
conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿Quiénes sois? Y el hombre en
quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más
que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos. Y
esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, así judíos como griegos;
y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús”.
De este pasaje analizaremos dos aspectos. Primero, resalta que existen
personas que utilizan el nombre de Dios para hacer milagros, personas que no
viven conforme la Voluntad del Señor, pero que sin embargo están consientes
de Su gran poder e invocan el nombre de Jesús para llevar a cabo este tipo de
2. actos. A aquellos que conocen acerca de Dios pero que no viven conforme a
Su voluntad poniendo en práctica el sabio Consejo Divino, a estos se les
llama “Religiosos”. La religiosidad es muy común en este mundo, muchos se
hacen llamar cristianos sin siquiera saber cuál es el significado de realmente
serlo. Como en tiempos del emperador Constantino (cuando se legalizó el
cristianismo) hoy en día el llamarse cristiano es bien visto por los demás, es
algo que da “estatus”, y muchos conocen de la Palabra verdadera, saben
muchas cosas acerca de las enseñanzas de Cristo, incluso memorizan pasajes
bíblicos que les parecen bonitos; Pero todo es conocimiento, no hay práctica,
no se está viviendo todo el consejo de Dios, el mensaje que se predica en las
iglesias modernas toma sólo las promesas de Cristo y se olvida totalmente de
las condiciones establecidas para que se cumplan esas promesas.
Segundo, en el pasaje en cuestión encontramos también que existe otra gran
diferencia entre Dios y el diablo, claramente se muestra que el espíritu malo
conoce a su opuesto cuando se le es mencionado, ubica rápidamente a sus
enemigos que son: el Señor Jesús (Dios mismo) y el Apóstol Pablo (siervo del
Señor). Sin embargo, el espíritu malo hace la pregunta a los religiosos “Pero
ustedes ¿Quiénes son?” se nos muestra que satanás no reconoce a los suyos,
no puede darse cuenta de quiénes están de su lado utilizando el nombre de
Dios en vano y haciendo iniquidad, no puede reconocer al mismo mal.
En cambio Dios reconoce quienes están de Su lado y quienes no, por ejemplo
en Juan 15:14 el Señor dice: “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os
mando” son los que obedecen todas las sencillas enseñanzas de Jesús y que
predican entero el consejo de Dios los que están de Su lado. Dios conoce a Sus
amigos. De la misma manera la Palabra nos muestra quiénes son los enemigos
de Dios, en Santiago 4:4 dice: “Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del
mundo, se constituye enemigo de Dios”. Entonces ¿Quiénes son los enemigos
de Dios? Aquellos que han decidido entablar amistad con el mundo, y por
ende se han hecho aliados de aquel que rige en este siglo corrupto, que por
cierto ni siquiera les conoce. Dios conoce a Sus enemigos.
El religioso y el mundo
El mundo cada día se corrompe más, son notables los síntomas de una
generación que ha decidido andar por el camino de la perdición, como en los
días de Noé y de Lot la gente come, bebe, se casa, compra, vende, planta y
edifican (Lucas 17:26-30). La sociedad se ocupa cada vez más de las cosas
que este mundo le ofrece, las personas aman las cosas que tienden a perecer,
3. perdieron de vista las cosas eternas y rechazan a diario la oportunidad de
arrepentirse y dejar sus malos caminos.
La vida del religioso no es muy distinta a la del mundano, la única diferencia
es que el religioso conoce acerca de Dios, lleva una vida moralista
preocupándose por lo que los demás dicen y enalteciéndose porque no es tan
impío como los otros. El religioso se asemeja al intelectual del mundo: “saben
mucho, pero no hacen nada para cambiar”. El que vive religiosamente se la
pasa criticando a los demás con actitud jactanciosa, sin tomar en cuenta que de
nada le sirve saber quién es Dios, sí no ha puesto su vida al servicio de Él en
plenitud.
Por lo demás no hay diferencia, el mundano y el religioso comparten los
mismos deseos carnales, participan de igual manera en las cosas de este
mundo, no rechazan las ofertas que satanás maquila día tras día. Por decir un
ejemplo: el mundano escucha música impía que habla del mundo y el religioso
quiere escuchar el mismo tipo de música pero que hable de Dios. El mundano
asiste a grandes conciertos de “rock” y el religioso asiste también a grandes
conciertos pero de “rock cristiano”, es decir, el religioso no quiere dejar las
cosas de este mundo completamente, y para que su conciencia no le esté
reprochando tanto, decide maquillar las cosas de este mundo para que no
parezcan “tan malas”. Al final, todas estas cosas son planeadas por el maligno
y ya ha atrapado a muchos con semejante engaño; a algunos no les es tan
difícil engañar, estos son los que se han rendido a los placeres vanos, pero a
los que no puede engañar tan fácilmente les presenta un evangelio
distorsionado y agradable a la carne y ésta se ha convertido en una de las
armas más peligrosas del diablo, tal engaño está llevando a muchos a la
perdición eterna, mueren pensando que agradaban a Dios con su vida
religiosa, pero nunca se dieron cuenta de que era necesario renunciar a las
cosas de este mundo para poder hallar a Cristo.
El cristiano y el mundo
El cristiano verdadero ha renunciado a las cosas que este mundo le ofrece, no
es nada fácil, pero a diario decide tomar su cruz y darle la espalda a este
sistema y a sus placeres.
No busca la comodidad, porque sabe que si
encuentra esa comodidad bajará la guardia, tampoco busca seguridad, porque
sabe que el que se siente seguro en este mundo se ha olvidado que este no es
su hogar, el cristiano no pretende maquillar las cosas de este mundo para que
no se vean tan malas, porque está consciente de que al hacer eso, después no
4. podrá discernir entre el bien y el mal, se guarda de poner la mirada en los
bienes materiales y en cambio tiene su mirada bien puesta en las cosas eternas,
está totalmente convencido de que todo en este mundo perecerá. Hay un
himno que contiene un verso que dice “El mundo no es mi hogar soy
peregrino aquí”….y el verdadero cristiano se toma muy en serio esto, sabe
que en este mundo está de paso, por lo tanto no puede perder el tiempo en
deleites carnales que le distraigan de su objetivo principal que es servir a Dios,
“EL CRISTIANO ESTÁ EN GUERRA” (Una guerra espiritual) contra el
mundo y su principal dirigente. Y esa batalla incluye: tener amor por las almas
que van en decadencia, tratar de ganarlas lo antes posible para evitar su
perdición, y aunque no es trabajo del cristiano convencer nadie, aun así va y
avisa acerca de las maquinaciones del maligno, dando testimonio de la verdad
del Evangelio puro y Santo, siendo luz para los que se pierden, sabiendo muy
bien que muchos han sido engañados.
El Apóstol Pablo fue un cristiano verdadero, y por esa razón el espíritu
maligno le conocía bien, Pablo fue enemigo de satanás y en este mundo
caminó por la senda angosta, estuvo en situaciones muy difíciles, enfrentó
muchas pruebas, dio la espalda al mundo pero se mantuvo firme, renuncio a
una vida basada en el conocimiento para dedicarse a predicar el Evangelio del
Reino poniendo en práctica las enseñanzas de Cristo, por las cuales sufrió
muchas adversidades. Pablo se diferenciaba radicalmente del mundo y del
religioso, caminó en contra del sistema y por eso el enemigo le conocía bien
(Cristo también era muy conocido por el maligno, ver Marcos 1:34).
Conclusión
El enemigo no conoce a los que por medio de sus acciones le sirven, tampoco
a los que viven reteniendo conocimiento teológico, no reconoce a los que
están de su lado, aunque éstos lo sepan o no.
¿Nos conoce el enemigo? Es importante hacernos esta pregunta a diario,
sabiendo que sí queremos servir al Señor, de antemano le hemos declarado
enemistad al príncipe de este mundo y por lo tanto viviremos en contra de lo
que él nos ofrece. Hay solo dos opciones, servimos a Dios con todo nuestro
corazón o servimos a satanás, pensar que podemos estar en medio, es decir en
la tibieza, y que así estaremos bien, es autoengañarse. No se trata de hablar y
saber acerca de la Palabra, no se trata de invocar el nombre del Señor y pensar
que con eso tengo asegurado un lugar en el cielo, eso es trasgiversar la Palabra
de Dios; el diablo hizo esto desde un principio, él cuestionó la Palabra
Verdadera, puso en duda la Voluntad de Dios, el no acató la autoridad del
5. Señor, y tú puedes caer en el mismo error. O cambias tu vida por los mandatos
Dios, acatándolos y llevándolos a la práctica diaria, o cambias Sus Palabras
para acoplarlas a tu vida y a tu conveniencia.
“Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por
naturaleza no son dioses; mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo
conocidos por Dios (enemigos del maligno), ¿Cómo es que os volvéis de
nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a
esclavizar?” (Gálatas 4:8,9)
Cuando conocimos la Verdad, fuimos libertados de la esclavitud del pecado
(Juan 8:32) Cristo por su gracia nos mostró el error en el que vivíamos y nos
reveló el camino a seguir después de quitarnos esa venda de los ojos. Esa
libertad que Dios nos ha dado no nos asegura la salvación. Si en un momento
dado por descuido bajamos la guardia, podemos desviarnos del camino.
Después de ser libertados depende de nosotros seguir adelante con diligencia y
guardándonos del mal. La gracia de Dios no incluye inmunidad con respecto
al pecado, Dios no acepta ningún pecado. Sí le has dado la espalda a satanás,
él va a hacer todo lo posible por hacerte claudicar, como león rugiente va a
estar buscando devorar a su adversario (1 Pedro 5:8). Sin embargo ese es el
camino verdadero, que satanás nos conozca es bueno, porque le hemos
declarado que no seguiremos más en sus caminos de perdición, y esa es la
manera en que el enemigo no tiene poder sobre nosotros (siendo bien
conocidos por él). Pero si satanás no nos conoce, entonces encontraremos,
paz, estabilidad, deleite, prosperidad, tranquilidad y todas las cosas nos van a
salir bien, porque esas son las cosas que él ofrece en este mundo, y son las
cosas que la mayoría busca en este siglo, cada uno decide si ser bien conocido
por el maligno (su adversario) o ser su “aliado desconocido”.…
Por Pedro Santos