Procedimientos para la planificación en los Centros Educativos tipo V ( multi...
De historiando
1. “La miseria predispuso al pobrerío a la violencia y la divisa dio el empujón para que esta subiera al
rango de revolución política y tuviera una justificación sentimental, casi ética…Todo el paisanaje
empero esperaba el levantamiento armado, aventura, alimento abundante y la posibilidad de
recuperar su dignidad humana con un fusil o una lanza en la mano, beneficios que atribuirían al jefe
que los mandaban o a la divisa que servían. Saravia sabía, aunque lo declaró solo a sus íntimos, que
su única posibilidad de triunfo no era militar sino social: si la Revolución duraba y consumía
haciendas y quemaba postes de alambrado, la clase alta rural terminaría ejerciendo una presión
irresistible sobre Batlle para que pactase y cediese (1904) lográndose así el objetivo político
buscado” (…) El alimento abundante, la ansiada carne después de la abstinencia que sólo el abigeo
rompía de vez en cuando, era el beneficio mayor. El fuego para asarla se hacía con los postes de los
“odiados” alambrados” Barrán - Nahum. "Historia Social de las Revoluciones de 1897 y 1904"
La resolución parcial del conflicto llegó con el Pacto de la Cruz, que establecía que el Partido
Nacional renunciaría a la lucha armada, mientras que el Partido Colorado aceptaría compartir el
poder. Así, se acordó la coparticipación entre ambos partidos, entregando la administración de seis
departamentos al Partido Nacional. Desde este momento, el país se dividió en dos gobiernos: uno en
Montevideo (el oficial) y otro en la Estancia de Saravia, llamada "El Cordobés", que dirigía los
departamentos "blancos": Cerro Largo, Treinta y Tres, Florida, Flores, San José y Canelones