1. INFORME # 261
PULSO SEMANAL – LA SEMANA POLÍTICA
del 29 de diciembre del 2014 al 04 de enero del 2015
LA DERECHA Y LA LIBERTAD DE ELEGIR
2. La derecha política chilena hace un poco más de un año era derrotada política y electoralmente de
manera contundente. El sueño de la sucesión y de romper la tesis “del paréntesis” se hace trizas. Desde
ese momento comenzó un proceso de transformación que se venía insinuando desde hace largos meses y
que podría describirse como de “re-fundación, ajuste, adaptación y/o re-estructuración”. Lo único claro
era que había que cambiar; por lo menos, aparentarlo.
La crisis de la derecha –se ha llegado a afirmar que “no existe” y/o que “está muerta”- es el diagnóstico
dominante. El desafío político era y es, por tanto, generar los cambios necesarios para adaptarse y ser
competitiva en la nueva fase político-social del país. Eso es lo que ha realizado el sector durante el 2014.
De hecho, sus proyecciones apuntan a que durante este 2015 debe estar materializada “en mínimos
comunes, estructura y funcionamiento”. En definitiva, convertirse en un pacto político –y electoral- que
culmine con un buen resultado municipal, con un proyecto país, con un programa de gobierno y con un
candidato único surgido de “primarias”.
En consecuencia, en un año más, la derecha política debe estar en condiciones y lista para empezar dos
años cruciales -2016 y 2017- en el que la competencia electoral define elecciones municipales, de
Intendentes, de Consejeros Regionales, de Parlamentarios y presidenciales. Aún más, debería hacia Mayo
o Junio del 2017 enfrentarse internamente en primarias. ¿Hará primarias el sector?
¿En qué condiciones esta la derecha para enfrentar estos eventos?
La derrota del sector en las últimas presidenciales y parlamentarias no sólo fue política y electoral, sino
también ideológica. Política, porque perdieron la capacidad de conducción y liderazgo político; electoral,
porque la derrota fue contundente; e ideológica, porque sus ideas se han debilitado y se ven enfrentados
a una ofensiva “reformista”.
En consecuencia, sobre este piso no sólo han debido convertirse en una oposición que defiende el
modelo, sino también han comenzado a generar condiciones favorables para sus proyectos y para volver
a La Moneda. Como están las cosas –incluido caso Penta-, las posibilidades de volver al gobierno son
nulas. Es más, el naufragio electoral podría profundizarse.
La apuesta del sector si bien está enfocada en convertirse en una coalición política amplia que se
materialice durante el 2015, las mayores fichas están puestas en que el liderazgo de Bachelet se debilite y
con ella sus apoyos políticos –la Nueva Mayoría y sus potenciales presidenciables- por efecto de un
conjunto de reformas que van en contra del “sentido común”, sobre todo, de la clase media. De este
modo, el fracaso de la “era de las reformas” es directamente proporcional a sus posibilidades de volver
a La Moneda. Las encuestas y la desaceleración económica son sus principales aliados.
PULSO SEMANAL # 261 05 de enero del 2015
LA DERECHA Y LA LIBERTAD DE ELEGIR
GONZÁLEZ LLAGUNO
3. Para convertirse en coalición política no sólo necesitan programa y proyecto, sino también liderazgo. En
ambas dimensiones también tienen problemas. El tema del liderazgo es complejo por cuanto el campo
político del sector está altamente fragmentado. De hecho, este aspecto es uno de los cambios
fundacionales que han ocurrido en el sector: Pasaron de dos referentes –RN y la UDI- a cinco –a lo menos-
: UDI, RN, Evópoli, Amplitud –que parece cada día más lejos- y el piñerismo.
Este último, sin duda, es el que tiene mayores posibilidades de articular y liderar al sector. Para nadie es
desconocido el hecho de que el ex Presidente Piñera tiene voluntad de poder y la capacidad de liderar y
conducir políticamente al sector. De hecho, en la escena pública hay un Piñera anterior y posterior al
evento de Ranco a mediados de diciembre. Sus entrevistas posteriores lo confirman. Es más, la única
posibilidad unitaria es bajo la conducción de Piñera.
No obstante, la dispersión es de tal magnitud y los conflictos tan profundos que las posibilidades de la
unidad presidencial son mínimas. Piñera va dar la pelea. No cabe duda. También, ante tal desorden e
incapacidad para conducir y articular, puede bajarse de la carrera. En ese escenario, todos a competir en
una primera vuelta.
Por el lado del programa y del proyecto las cosas son menos complejas. No obstante, difíciles por cuanto
hoy el sector no tiene nada. Todo lo gasto en su gobierno. De hecho, en su gestión construyeron
programa, mas no, proyecto. Hoy deben hacer las dos cosas. Sin embargo, la “era de las reformas” ha ido
generando un espacio ideológico para que el sector pueda reconstruirse desde el punto de vista
político.
En efecto, frente a la oleada que han llamado de distinta manera, “estatista, socializante, colectivistas,
igualitarista” y de muchos otros modos, han comenzado a refugiarse en una idea que tiene la capacidad
de articular al sector, de darle identidad y de seducir a importantes sectores ciudadanos: la libertad.
Frente a un gobierno que reduce la “libertad de elegir” y ahoga el emprendimiento, tienen la gran
posibilidad de construir una contrapropuesta que apunte a que el país recupere su “libertad”; es decir, la
posibilidad de que los padres puedan elegir un colegio para sus hijos –limitados por la reforma
educacional- y los capitales pueden recuperar su vocación de generar riqueza –limitada por la reforma
tributaria y la reforma laboral-.
Sin duda, por este camino no sólo están las claves para el futuro posicionamiento político del sector, sino
también para entender que la próxima contienda electoral –presidencial y parlamentaria- se define en
función de si las reformas se profundizan, se consolidan o se revierten.
La batalla política seguirá siendo ideológica por cuánto estamos en una fase de transición en la que se
definen los pilares del Chile de los próximos 20 años.
PULSO SEMANAL # 261 05 de enero del 2015
GONZÁLEZ LLAGUNO