La Santa Misa es la Eucaristía considerada como el sacrificio de Jesucristo, en el que se hace presente su muerte y resurrección de forma no cruenta. En la Misa, Jesús es la víctima ofrecida a Dios como lo fue en la cruz, reemplazando todos los sacrificios del Antiguo Testamento. Al participar en la Misa, los fieles reciben los frutos de la pasión del Señor a través de su presencia real hasta el fin de los tiempos.