3. Había una vez un niño llamado Carlos que tenía 2 años y medio de
edad y a quien le gustaba mucho jugar con los diferentes materiales
que se encontraban a su alrededor. Un día mientras jugaban su
mamá Lina le dijo:
“Carlitos muy pronto vas a ir a la escuelita, allí donde tu prima
Cindy también estudia”.
4. Carlitos estaba muy entusiasmado
con lo que su mamita le había dicho y
todos los días preguntaba si ya iba a ir
a la escuela, su mamá con mucho
amor le respondía que aún no, que
debía esperar un poquito más.
5. Pasaron los días hasta que llegó el tiempo de ir a la escuelita. Los primeros días en
ella fueron muy divertidos para Carlitos, ya que la maestra dejaba que jugaran con
todos los juguetes y demás materiales ……………………
que había en el aula……………………………
6. A medida que pasaron los días la maestra iba siendo más estricta,
restringía a los niños el uso de los juguetes por miedo a que los
dañasen, ensuciasen o que los niños se lastimaran, prácticamente
los tenía sentados mientras ella terminaba algún trabajo o les decía
algo, pero ya no salían al patio ni jugaban en el aula.
7. Un día en la mañana, cuando a Carlitos ya le tocaba ir a la
escuela, él le dijo a su mamá que ya no quería ir, la Señora Lina
se sorprendió porque a Carlitos lo que más le gustaba era ir a la
escuela, pero después ella pensó que tal vez era sueño, así que
siguió insistiendo, pero Carlitos se puso a llorar porque
realmente ya no quería ir.
8. Su mamita le preguntó:
¿Carlitos, por qué ya no quieres ir a la escuelita?
Carlitos le respondió:
Es que la profesora ya no juega con nosotros y tampoco nos deja jugar en el
patio, ni coger los juguetes y si yo lo hago ella me reta.
9. La mamá preocupada decidió hablar con la maestra, pero al no tener
una respuesta favorable fue a las autoridades superiores, quienes
hablaron con la profesora y ella pudo reconocer que estaba
accionando mal, prometió cambiar y pudo seguir trabajando con los
niños, pero ahora ya como correspondía.
10. Carlitos volvió a entusiasmarse y disfrutar cada día en la escuela, estaba
aprendiendo a través de los juegos y experiencias que la maestra permitía que
viviera, es así que cada día iba muy feliz a la escuelita…
y colorín colorado, éste cuento se ha terminado.