1. ¿Que es la Yerba Mate?
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Subtítulos
Sus propiedades
Las técnicas
La yerba mate, es un árbol que crece en
las cuencas de los ríos Paraná, Uruguay y
Paraguay, en una región sudamericana
que abarca la zona trilimítrofe entre los
países de Argentina, Brasil y Paraguay.
Los indígenas de esa zona, los Guaraníes, usaron este vegetal desde la antiguedad
por sus propiedades alimenticias y curativas. Hoy, la Yerba mate se usa en forma muy
extendida no sólo en esos países, sino en otros como el Uruguay y Chile, y en torno de
ella se ha forjado una fuerte tradición cultural. Hoy su uso difiere de la antigua manera
de consumirla de los Guaraníes, quienes maceraban sus hojas por días y luego bebían
esa preparación como un curativo para diversas enfermedades (reumáticas,
intestinales, etc.) y como un elíxir reconfortante que les brindaba fuerza y energía.
En la actualidad, la forma de consumo es la infusión, la cual se realiza de dos maneras
predominantes:
• En forma de té, para lo cual se cuela la Yerba mate o se usa el empaquetado
comercial en forma de los típicos saquitos en que se prepara el té.
• En el curioso ritual del "mate cebado", para lo cual se necesita una vasija pequeña
(llamada mate) hecha de frutos naturales, de madera o metal; la bombilla, un tubo de
metal o caña con perforaciones en su parte inferior que, al sumergirla en el mate con
yerba, hace las veces de sorbete y colador al mismo tiempo. El mate se "ceba" (se
sirve) con agua caliente, pero existe la versión fría llamada "tereré".
Esta costumbre muy generalizada en toda una vasta región de Sudamérica tiene
connotaciones culturales muy fuertes. La Yerba mate se consume más por esa
tradición que por sus muchas propiedades nutritivas y curativas.
Sus propiedades
En el caso de la yerba mate, los principios activos se encuentran en las hojas, por lo
que se realiza una cosecha en forma de poda, que no perjudica al árbol. Sus
propiedades terapéuticas y nutritivas no dependen de un solo principio activo, sino de
todo el complejo.
Amplias y rigurosas investigaciones científicas señalan que la Yerba mate es un muy
buen antioxidante, diurético y laxante natural. También tiene una poderosa actividad
estimulante como tónico y hasta resulta preventiva de las caries dentales.
Otra de las acciones orgánicas de sus principios activos resultan muy apropiadas para
combatir una de las patologías de mayor crecimiento en las últimas décadas: el
sobrepeso y la obesidad. Se están estudiando científicamente sus propiedades para
quemar calorías y grasas, en un estudio sobre dos grupos de personas en Argentina y
Chile. Los investigadores se sienten atraídos por la relación entre alto consumo de
yerba mate y bajo porcentaje de obesidad, por lo cual están estudiando las
2. propiedades lipogénicas y termogénicas del mate.
Se fabrican cremas y geles sobre la base de extracto fluido de yerba mate para
tratamientos anticelulíticos. También se comercializa en forma de cápsulas para
adelgazar, y se le atribuye la propiedad de disminuir la tasa de colesterol, en especial
el llamado colesterol malo.
En casos de decaimiento físico o depresiones menores la mateína, un alcaloide
presente en la yerba, actúa sobre el sistema nervioso central, estimulándolo.
Las técnicas
La Yerba mate en su uso medicinal debe ser procesada mediante diversas técnicas.
Los productos se fabrican a partir de la elaboración de extracto seco, el extracto fluido
y tintura líquida del vegetal:
• Obtención de la tintura: se maceran las hojas seca en una sustancia hidro-alcohólica
(alcohol al 70%) dejándola reposar durante 15 días en un frasco que no le de luz ni sol.
Se cuela y se prensa para extraer la tintura que se utiliza para administrarla como
tónico y diurético, en forma de gotas.
• Extracto fluido: se obtiene por cocción de esa tintura a baño maría, hasta lograr la
consistencia de la miel por evaporación. Así se logra este extracto frío que tiene entre
un 15 % y un 20 % de humedad y se usa para elaborar las cremas y geles.
• Extracto seco: se realiza por cocción de la tintura hasta alcanzar sólo el 5% de
humedad. Se usa para comprimidos o cápsulas que se prescriben para conseguir el
efecto termogénico y la pérdida de grasas.
La yerba mate tiene principios activos llamados catequinas, que también están en el té,
el café y el cacao (mateína, teína, cafeína y teobromina respectivamente), sustancias
estimulantes del sistema nervioso central.
La mateína es lo que hace de la yerba mate un tónico, un estimulante que combate la
fatiga mental y física, y favorece el trabajo intelectual.
Por su parte, las saponinas son sustancias que tienen actividad como antioxidantes,
también presentes en la Yerba. También se descubrió que la planta posee taninos, que
actúan como cicatrizantes y astringentes. Además posee Vitamina C; vitaminas del
complejo B; y minerales: calcio, potasio y magnesio.
lex paraguariensis
Ilex paraguariensis, la yerba mate, de los jesuitas, o yerba del Paraguay (en guaraní:ka'a), es
una especie arbórea neotropical originaria de las cuencas del Alto Paraná, AltoUruguay y algunos
afluentes del Río Paraguay1 2 3 donde crece en estado silvestre, sobre todo formando parte
del sotobosque o del estrato mediano de los montes.
De las hojas y ramas, secas y molidas de esta aquifoliácea se prepara el mate, una infusióncomún
en la gastronomía de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y en las zonas rurales
de Chile.4 5 El nombre mate es el nombre dado a la calabacilla que tradicionalmente sirve de
3. recipiente a la infusión. Es ampliamente cultivada comercialmente en Argentina, Brasil, Bolivia y
Paraguay desde el siglo XIX, dando lugar a una importante industria. La Argentina es el mayor
productor de yerba mate del mundo (con un 66% del total), seguida por Brasil (28%) y el Paraguay
(6%).6
•
[]Características
La especie Ilex paraguariensis es un árbol perennifolio, de hasta 15 m de altura en estado salvaje.
Tiene un fuste recto y cilíndrico, de hasta 3 dm de diámetro, recubierto de una fina corteza
pardogrisácea acanalada. Las ramas brotan del árbol en ángulo recto, dando lugar a una copa
apicada. La raíz es pivotante.
Las hojas son alternas, obovadas, con el margen dentado y el ápice obtuso, de unos 11 cm de largo
y 5 de ancho, coriáceas; no presentan nunca pelos ni estomas por el haz, de color verde oscuro, y
estomas pequeños en el envés. Las nervaduras primarias y secundarias son de color amarillento y
muy marcadas.7 Perduran unos tres años en la planta.
Entre octubre y noviembre, la época de floración, produce inflorescencias en forma de haces
corimboides de 40 a 50 floros, que se desarrollan axilarmente. Es dioico; los ejemplares masculinos
presentan dicasios de entre 3 y 11 flores, mientras que en los femeninos aparecen solitarias o en
grupos de tres a lo sumo. Las flores son simples, pequeñas, polígamas, de color blancuzco; el cáliz
y la corola suelen ser tetrámeros o excepcionalmente pentámeros. Entre los pétalos presenta igual
número de estambres.
La polinización es entomófila, siendo tanto abejas como dípteros los vehículos de la fecundación.
Entre los meses de enero y marzo madura el fruto, una núcula indehiscente de unos siete mm de
diámetro, de color violáceo, rojizo o negruzco cuando madura, con un estigma poco prominente.
Contiene 4 a 8 propágulos rugosos, de color amarillo. La diseminación se produce por lo
general endozoicamente, siendo avessus principales vectores.
[]Cultivo
La yerba requiere temperaturas tropicales o subtropicales y una elevada humedad ambiente, así
como frecuentes precipitaciones, en el orden de los 1.500 mm anuales, especialmente durante la
floración. La temperatura óptima se ubica en torno a los 20º de media, aunque soporta bien las
heladas. Es muy tolerante a la sombra.
Prefiere sitios bajos, con buen drenaje y posibilidad de radicar en profundidad. El suelo debe ser
ligeramente ácido, arenoso o arcilloso, de textura fina o media. Tiene altos requerimientos de ácido
fosfórico y potasio.
[]Plantación
4. Tradicionalmente, la yerba se cultivaba de manera simplemente extractiva, aprovechando los
ejemplares silvestres del sotobosque, esta practica ya no se utiliza, en la actualidad hay cultivos de
manera ordenada. Los intentos iniciales de domesticar su cultivo se toparon con dificultades en la
germinación, lo que llevó a los sacerdotes de las reducciones jesuíticas, los primeros que
emprendieron el intento, a fomentar el replante en zona selvática y la poda como medios de
incrementar la producción. En buena parte de Brasil las pequeñas explotaciones funcionan aún de
ese modo.
Para el cultivo organizado, las semillas se cosechan entre febrero y abril; deben plantarse de
inmediato o almacenarse con sumo cuidado, para evitar que el endurecimiento de las mismas las
haga inviables. A bajas temperaturas pueden almacenarse hasta un año, aunque su capacidad de
germinar se reduce abruptamente. En muchas semillas externamente maduras el embrión es aún
rudimentario, lo que provoca larguísimos períodos de germinación en algunos casos. Sin embargo,
la reproducción sexual sigue siendo la forma más frecuente de cultivo.
Normalmente las semillas obtenidas de frutos maduros se quiebran y remojan una vez cosechadas;
después de dejarlas secar, se siembran menos de 30 días después de su cosecha. Con riego
abundante y temperatura favorable, la germinación tiene lugar al cabo de uno o dos meses. Se
trasplantan al cabo de un año a su ubicación definitiva, asumiendo otro año más su arraigo.
Las plantaciones organizadas comenzaron a ponerse en práctica en Argentina hacia 1915,
empleando una disposición en cuadrilátero o tresbolillo. Hacia la misma fecha se desarrollaron
mejoras en técnica de poda, entre ellas el llamado corte mesa, una poda horizontal adecuada a la
cosecha mecánica, que mejora además el rendimiento de la planta. En 1953 se impuso una
modificación a la técnica de plantado, ubicando los renovales en curvas de nivel e incrementando la
densidad por hectárea. El uso de leguminosas como cultivo de acompañamiento mejora también el
rendimiento del suelo.
La reproducción agámica (por esquejes) es inusual, sobre todo por la dificultad de obtener gajos con
raíz; la tasa de enraizamiento de ramas altas es baja, aun cuando se emplean hormonas para
fomentarla. Las técnicas de fecundación in vitro son aún experimentales.
[]Consumo
Hay tres formas básicas de consumir la yerba mate, que reciben distintos nombres:
La forma más común es el mate, una infusión que se prepara en un recipiente (también
denominado “mate”) o —si el recipiente es de la variante de boca ancha se le llama “porongo”—
en donde se vierte agua entre 75 y 82 grados de temperatura, que se succiona por medio de
una bombilla.
El tereré es similar al mate, pero se lo prepara con agua natural o bien fría, en épocas de calor
agobiante. Se le suele agregar mezcla de yerbas medicinales como la menta (Mentha arvensis),
5. el cedrón (Lippia citriodora), menta peperina, y otras . Es propio de Paraguay, oeste de Mato
Grosso y de São Paulo , y en el litoral argentino
El mate cocido es una infusión. Para prepararlo primero se hierve la yerba mate en agua, y
posteriormente se cuela y se sirve en una taza. Cabe destacar que esta forma "tradicional" de
preparar el mate cocido, ha sido en gran parte desplazada por el mate cocido preparado en
bolsitas, similares a las del té común. El mate cocido fue conocido en los siglos XVII y XVIII
como té de los jesuitas, por ser éstos quienes popularizaron su uso, a imitación del té.
[]Historia de la yerba mate
Planta de Yerba Mate en el Jardín Botánico de Buenos Aires.
Artículo principal: Historia de la yerba mate
Conocido como té de los jesuitas o té paraguayo. La yerba fue consumida desde tiempo
inmemorial por los pueblos guaraníes y guaycurúes, que recogían las hojas de ka'a en la selva,
donde crecía en forma silvestre. Inicialmente las mascaban, luego las prepararon eninfusión.
Iniciado el período de dominación hispano-portuguesa en América del Sur, la costumbre de beber la
infusión fue extendiéndose. Hacia fines del siglo XVI y comienzos del XVII, los españoles
consideraron al mate como un vicio peligroso.8 En abril de 1595, el teniente gobernador
de Asunción, Juan Caballero Bazán, prohíbe el tránsito por los yerbatales y el cultivo.
Con la llegada de la Compañía de Jesús al Paraguay a principios del 1600 y hasta 1630, se
prohíben el consumo de mate y la exportación de la yerba. Pero la prohibición del consumo sólo
sirvió para atraer la curiosidad de los conquistadores.
6. Hacia 1600 se consumían en Asunción cerca de 500 kilos de yerba al día. En 1611 Marín Negrón,
gobernador de Asunción, impone penas para los que fueran sorprendidos “en posesión de yerbas”:
cien latigazos si el infractor era indígena, cien pesos de multa si era español.
Contemporáneamente Hernandarias, gobernador de Buenos Aires, reprime el consumo de yerba
con 10 pesos de multa y 15 días de cárcel, al tiempo que manda quemar en la Plaza Mayor sacos
de la hierba ingresados clandestinamente.
Finalmente, el cultivo fue autorizado a los jesuitas, que lo monopolizaron hasta que fueron
expulsados en 1767. Los jesuitas lograron domesticar la planta, mediante técnicas de secado de la
semilla, lo que permitió extender las plantaciones al punto que la venta de yerba mate se convirtió
en la principal fuente de ingresos de las “reducciones”. Hacia 1720 el consumo se había
generalizado también en el actual estado de São Paulo (Brasil). En Chile desde la Colonia y hasta el
siglo XIX tuvo una amplia difusión, cediendo su preponderancia en las áreas urbanas en favor del té.
Hoy en día la zafra de la hoja en los yerbatales, continúa ligada a los regímenes de mensú sobre las
comunidades guaraníes, que son engañadas por sus necesidades extremas, pues muchos son
expulsados de sus tierras y al verse exiliados caen en manos de "enganchadores" que les ofrecen
adelantos de sueldo y son llevados a yerbatales para convertirse en mensúes -término que
denomina a la forma de trabajo forzoso en Paraguay-, que acarrea indígenas bajo amenazas para la
cosecha de la yerba mate[cita requerida]. Esto último no ocurre últimamente en Argentina, donde los que
cosechan la yerba mate, llamados "mensúes". En Misiones (Argentina se llama "tarefero" al que
cosecha artesanalmente la yerba, valiéndose de una tijera. Los mensúes y tareferos se sienten
identificados con la tarea de la cosecha; aún así, cobran muy poco por su trabajo y son semi-
explotados (como lo refleja la canción "El Mensú", de Ramón Ayala). Como las tareas de cosecha
(tarefa) no se llevan a cabo durante todo el año, en Misiones (Argentina) existen subsidios a los
tareferos. El gran problema al que se enfrentan los tareferos en Argentina es el trabajo en
negro que, según el gremio rural UATRE, involucra en la cosecha de yerba en la zona productora a
cerca de 25000 personas. El 49% de ellos está fuera del mercado legal (UATRE: Datos de 2005).