1. LA CGT Y EL MOVIMIENTO
EVITA SE MOVILIZAN, A 58 AñOS DE LA MUERTE DE EVA PERON
En “apoyo al gobierno de Cristina y para profundizar el modelo transformador”, la
central de trabajadores y movimientos sociales marcharán hasta el acto de cierre en la
CGT con Néstor Kirchner, Hugo Moyano y Emilio Pérsico.
“Queremos que el Estado se pinte de cabecita negra.” La imagen, pero también el
objetivo, corresponden a Marcelo Koenig, secretario general del Movimiento Peronista
Revolucionario, una de las tantas agrupaciones que se unieron para organizar la marcha
que se celebrará este lunes, en ocasión de un nuevo aniversario de la muerte de Eva
Perón. La movilización, a la que también convocan, entre otras, la CGT y el
Movimiento Evita, llevará como consigna principal “Con Evita construyamos la Patria
que soñamos” y buscará reflejar “la defensa del gobierno de Cristina Fernández, la
reafirmación de todo lo hecho desde el 2003 en adelante y la necesidad de profundizar
el proceso transformador”. Según está previsto, el acto de cierre contará con la
presencia de Néstor Kirchner, Hugo Moyano y Emilio Pérsico. La marcha se extenderá,
a partir de las 18, entre 9 de Julio y Belgrano y la sede de la CGT en Azopardo e
Independencia.
La manifestación del lunes aparece como un paso más en una alianza que comenzó a
forjarse luego de la derrota electoral en las elecciones de junio de 2009, que tuvo su
bautismo de fuego en el Congreso de la Militancia que reunió a varios miles de personas
en el microestadio de Ferro un año atrás y que busca darle organicidad a la
multiplicidad de corrientes y organizaciones que apoyan el proyecto kirchnerista. El
último paso, hasta ahora, se dio el 9 de Julio, en Tucumán, durante los festejos por el
Bicentenario. En esa ocasión, todos los sectores firmaron en conjunto una declaración
en base a dos ejes: el programático, en el que plantean cuál es la Argentina que se puede
construir de cara al 2016, y el estratégico, que propone el cómo. “En eso la militancia
tiene un rol importante –explicó Koenig–. Así como Néstor y Cristina tienen sus
zapatos, nosotros, como militantes, tenemos los nuestros, un lugar que debemos ocupar.
El rol de la militancia en este proceso es ver cómo teñir el Estado, lograr que se pinte de
cabecita negra, un Estado en el que el pueblo no sea parte del problema sino la
solución.”
Consultado por Página/12 acerca de la relación entre los movimientos sociales y
políticos con el sindicalismo, Eduardo “Cholo” Ancona, secretario de Organización del
Movimiento Evita, se apuró a aclarar que tienen “mucho en común”, ya que se trata de
“expresiones de la clase trabajadora” que, en muchos casos, crecieron juntas en la
resistencia al neoliberalismo de los ’90. “Hay un eje articulador que es el eje del trabajo
digno para todos, trabajo en blanco, con salario digno, como derecho garantizado desde
el Estado para toda la población”, agregó Koenig. También hay otra coincidencia: todos
los participantes de este espacio coinciden con el diagnóstico que hizo Néstor Kirchner
2. de los cimbronazos que sufrió con la disputa contra el campo y los comicios
legislativos, que “se perdió porque no se profundizó lo suficiente”.
–¿Qué sería profundizar, en este contexto?
Cholo Ancona: –Seguir avanzando en proyectos como la reforma tributaria, la reforma
financiera, la recuperación de los recursos naturales, de un proyecto de país industrial...
Marcelo Koenig: –Profundizar es afectar los privilegios y afectar los intereses de la
oligarquía. Cuando se avanza sobre determinados intereses, lo que se hace es concitar
más movilización del pueblo.
El cambio de estrategia, sostienen, le permitió al kirchnerismo recuperar durante el
último año parte del espacio perdido. “El tema de la Asignación Universal por Hijo, de
las cooperativas, ayuda a recuperar sectores a los que no se había llegado. La ley de
medios, si bien no va directamente al bolsillo de los trabajadores, también sumó en el
imaginario general”, enumeró Ancona. “El Bicentenario fue una fotografía de ese
avance –completó Koenig–. El peronismo, históricamente, logró interpelar al pueblo en
la medida en que incluyó entre sus reivindicaciones cuestiones de los excluidos. Néstor
y Cristina están reconociendo nuevos derechos, y el pueblo se siente interpelado por
esto. Ahora, los procesos históricos son películas y no fotos. No hay que sentarse a
esperar la victoria inexorable, hay que construirla. Hay que organizar a los que quieren
profundizar el proceso. Es como una bicicleta, que se mantiene en equilibrio a medida
que avanza.” Y su compañero retomó la posta: “El tema hoy es cómo construir la fuerza
necesaria para que esos seis millones que salieron a la calle no sean opinión pública sino
fuerza transformadora. No podemos depender del humor social”.
–¿El acto es también una muestra de fuerza con la mente puesta en el armado de las
listas para 2011?
M. K.: –El eje no es ése: si no-sotros nos planteamos como objetivo solamente la
cuestión electoral, estamos en el horno. Ese será el reflejo de la construcción que
queremos hacer.
C. A.: –Creemos que en el Estado, en general, tiene que haber más expresiones de la
militancia. Más allá del Congreso, esto debe verse en los lugares ejecutivos, donde se
desarrollan las políticas públicas, Las políticas de Estado las tienen que desarrollar
compañeros.
M. K.: –El Estado refleja las correlaciones de fuerza de la sociedad. Nosotros queremos
cambiar esa correlación. Fundamentalmente tener lugares de decisión, hoy tenemos
lugares de construcción. No creemos que haya un saber técnico que permita resolver
todos los quilombos. Sin participación popular no hay resolución posible de nada. No es
una negación del saber técnico pero sí de la valoración de lo técnico sobre lo político.
–¿Los sorprendió que Cristina hablara de reelección cuando todos dan por sentado que
el candidato sería Néstor?
M. K.: –Néstor y Cristina son los dos, y los únicos dos, que garantizan el proceso.
3. –¿Y no creen que esta falta de alternativas sea una deficiencia del armado kirchnerista?
M. K.:–No. En Latinoamérica los procesos se encarnan en personas concretas. Nosotros
somos peronistas, o sea, reivindicamos nuestra identidad en el nombre de un tipo. Eso
no significa que no haya que construir fuerza, pero siempre va a terminar encarnándose
en quienes lo dirigen.