Ctio igualdad de oportunidades nº3 trabajo y familia
1.
2. Staff Autoridades
Edita y publica Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social
Carlos A. Tomada
Producción de Contenidos
Area de Formación CTIO Secretaria de Trabajo
Blanca Ibarlucía Noemí Rial
Area de Comunicación y Difusión CTIO
Jefe de Gabinete
Carmen López
Norberto Ciaravino
Estilo editorial
Area de Estilo Editorial Comisión Tripartita de Igualdad de Oportunidades
Dirección de Prensa y Comunicaciones
y de Trato entre Mujeres y Varones en el Mundo Laboral (CTIO)
Producción gráfica Olga Martín de Hammar
Area de Diseño Gráfico
Dirección de Prensa y Comunicaciones
3. Trabajo
y familia
Responsabilidades compartidas y corresponsabilidad social para la igualdad de oportunidades
introduccion | De la economia del cuidado a la etica del cuidado | Una propuesta de analisis |
Construccion de las subjetividades e identidades | Division socio-sexual del funcionamiento
de las sociedades | Relaciones de poder-dominacion y control | Estado de situacion y algunas
propuestas | compromisos integrados a los objetivos de la CTIO | reflexiones finales
4.
5. t r a b a j o y f a m i l i a
Introducción
El presente documento tiene como pro- indagar para su observancia cabal. A tal
pósito aportar a la definición de políticas fin, este trabajo plantea el análisis de los
que hagan realidad la igualdad de opor- ejes que pueden constituir rémoras y de
tunidades entre mujeres y varones en los que vehiculizan avances, y desde allí
los espacios laborales, principio fundan- proponer posibles soluciones. Los temas
te de la CTIO. Todos los derechos están del cuidado y de las responsabilidades
garantizados de jure por la Constitución compartidas son fundamentales, por-
Nacional y las provinciales, y por las le- que están directamente vinculados con
yes que las regulan, pero no de facto; de la conciliación entre trabajo y familia y la
hecho no se cumplen en su totalidad de- consecuente equidad.
bido a complejas razones que es preciso
Igualdad de oportunidades 5
6. cuidado
De la economía del cuidado
a la ética del cuidado
Por tradición y cultura, las mujeres, remuneradas o no, son quienes,
La complejidad y multiplicidad además del cuidado de su prole y su familia, continúan mayorita-
de las obligaciones demanda- riamente haciéndose cargo de la atención de la ancianidad, de las
das en los trabajos del cuidado personas enfermas y de todas aquellas personas con diferentes ne-
están naturalizadas y atribui- cesidades. La complejidad y multiplicidad de las obligaciones de-
das a las mujeres como parte mandadas en los trabajos del cuidado están naturalizadas y atri-
de la esencia femenina. buidas a las mujeres como parte de la esencia femenina.
Las sociedades son dinámicas. Un cambio en una parte del sistema
tiene efectos en el resto. Esto sucedió con la masiva irrupción de las
mujeres en el mundo público y su inserción en espacios de deci-
sión antes sólo ocupados por los varones como conjunto humano.
Algunas de las consecuencias se han visto reflejadas en los cues-
tionamientos y planteamientos acerca de la asunción de las tareas
del cuidado y las responsabilidades compartidas entre mujeres y
varones en los mundos público y privado. Afrontar alternativas sig-
nifica tramitar un cambio de paradigma en beneficio del bienestar
y la equidad social.
7. t r a b a j o y f a m i l i a
Los gobiernos y los Estados, a través de la
definición de sus políticas implementan y
refuerzan la ideología que las regula. Esto Ese cuidado se ha basado en la
sucede con las políticas que explícita o facultad de las mujeres como re-
implícitamente prosiguen fortaleciendo productoras de la especie; trasla-
el rol instituido a las mujeres como las dando el hecho biológico, físico,
principales responsables del cuidado en de la reproducción-materni-
sus diferentes modalidades, mecanismo dad, al ideológico-político de
que se constata, entre otras cosas, en el maternaje, esto es, a la función
hecho de que las licencias para el cuidado de cuidado, instituyendo a
de los/las recién nacidos/as en los prime- las mujeres como cuidadoras
ros meses de vida son para las madres; las universales.
guarderías (cuando las hay) están cerca
del lugar de trabajo de las madres, como
si los hijos e hijas fueran sólo de las mu-
jeres; lo mismo sucede con las licencias Socialmente se invisibiliza que la comple-
para el cuidado de familiares. Además no ja red de funciones y responsabilidades
hay políticas públicas para cuidar a las que implican los trabajos de cuidado a
personas que ejercen los cuidados; no se cargo de las mujeres en el mundo priva-
reconoce el valor económico ni la ener- do resuelve muchas necesidades básicas
gía psíquico-física puesta al servicio de la de las personas para su inserción en el
asistencia y protección de los demás. mundo público.
Igualdad de oportunidades 7
8. propuesta
Una propuesta de análisis
Como marco de referencia para examinar los condicionantes que
conforman las representaciones, base de las construcciones de las
subjetividades e identidades de mujeres y varones, su consecuente
desempeño personal y social, para estudiar constantes, permanen-
cias y cambios y dar cauce a acciones superadoras que se concreten
en políticas para la igualdad de oportunidades, se propone hacerlo
a partir de tres variables intervinientes, interdependientes, que se
vinculan, interactúan y afectan recíprocamente en forma sostenida.
1. Construcción de las subjetividades e identidades. Lo biológico y
lo social.
2. ivisión socio-sexual del funcionamiento de las sociedades: es-
D
pacios, trabajos, tiempos, funciones, responsabilidades.
3. Relaciones de poder-dominación y control social.
Esta propuesta teórico-práctica se plantea como una posibilidad
de construir un cuerpo de conocimientos permanentemente enri-
quecido con el trabajo interdisciplinario y multisectorial tripartito,
teniendo como herramienta al Diálogo Social.
9. t r a b a j o y f a m i l i a
1. Construccion de las cada cultura y momento histórico, pero
subjetividades e identidades que dentro de sí contienen su propias
contradicciones para los cambios.
Para garantizar su funcionamiento, con-
tinuidad y permanencia las sociedades Dentro de los ejes subjetivantes e identi-
establecen normas, reglas y principios, tarios se ha de analizar:
insertos en un ideario compartido por a) el trabajo y el empleo
quienes las conforman; ideario que les b) la sexualidad-maternidad-paternidad.
da coherencia e identidad social. Como
parte de ese ideario se asignan roles, fun-
1. 1 El trabajo y el empleo
ciones y responsabilidades, en gran parte
divididas por sexo, y se ubica a mujeres
y varones en lugares adecuados para la
sustentabilidad de lo establecido. Ese
sistema ideológico-político permea to- El trabajo y el empleo son
das las estructuras sociales: la familia, la mecanismos primordiales que
educación formal y no formal, el lengua- hacen a la inclusión social, al
je, las confesiones religiosas, el trabajo, la capital social, al prestigio que
publicidad, los medios de comunicación, esos lugares adjudican y por los
la política y se instituye como formador que se valora a las personas; en
de la subjetividad de sus integrantes. consecuencia, forman parte de
Esto se manifiesta a través de sus deseos, la autoimagen, de la autoestima,
expectativas, proyectos. Esos modos de son instituyentes de la subjeti-
sentir, pensar y actuar responden a di- vidad e identidad y tienen en el
chos mandatos, estableciendo represen- sistema capitalista-mercantilista
taciones compartidas, que fijan, de forma valor económico-monetario.
directa o subliminal, qué “es” cada uno,
qué “deben ser” la mujer y el varón en
Igualdad de oportunidades 9
10. Parte de los mensajes que en nuestras so- los trabajos instituidos a las mujeres: tra-
ciedades capitalistas-mercantilistas nos bajo doméstico, comunitario, de cuidado;
constituyen se vincula con la relación del obnubilando el aporte económico con-
valor economía-trabajo, que valoriza a las creto, no contabilizado, de esos trabajos
personas de acuerdo con el trabajo que como sostén del mundo público. Esto
realizan y su precio en el mercado. En ese está avalado por estimaciones aproxi-
esquema, el trabajo, remunerado o no, madas del PNUD (Programa de Naciones
de las mujeres como cuidadoras (im- Unidas para el Desarrollo) en los Informes
prescindible para la reproducción de la de Desarrollo Humano (1995, 1996, 1998,
especie) goza de un “prestigio” meramen- 1999) que establecen que si los trabajos
te discursivo. Se tiene incorporado que di- no remunerados que realizan las muje-
chos trabajos y responsabilidades corres- res a nivel mundial fueran evaluados en
ponden “naturalmente” a las mujeres, pero relación con los salarios predominantes,
no son estimados en términos económi- equivaldrían a alrededor del 30% de la
cos, ni apreciados en su real magnitud. producción mundial.
En cambio, aparece con valor econó- Como derivación de ese ocultamiento,
mico-monetario lo que se considera la la sociedad en su conjunto, y las mujeres
producción, hecho que en la división como parte de ella, especialmente cuan-
socio-sexual del trabajo atañe primor- do realizan trabajos no reconocidos como
dialmente a los trabajos y competencias tales, suelen hacer coincidir esa desva-
de los varones como grupo; quedando lorización con su propia identidad. Más
en esa evaluación oscurecidos, no valo- de una vez hemos oído: “Yo no trabajo,
rados, o de escasa valoración económica sólo soy ama de casa, sólo me ocupo del
10 Igualdad de oportunidades
11. t r a b a j o y f a m i l i a
cuidado de la familia, de los chicos, de la especial a mujeres de menores recur-
casa” lo que implica suponer yo no apor-
, sos económicos) por lo cual entran en el
to, mi trabajo no vale, el que trabaja es mercado informal, en el que pueden aco-
mi marido, él es quien nos mantiene, modar horarios y lugares de trabajo que
quien aporta económicamente al ho- se adecuen a sus obligaciones familiares.
gar, a cubrir nuestras necesidades. Y en Esta solución aparentemente beneficio-
algún lugar, esa mujer siente y piensa: “Si sa es precaria, carece de estabilidad y no
lo que hago no vale, entonces, ¿yo valgo?” . recibe ninguna protección de la seguri-
dad social.
La sobrecarga de responsabilidades cen-
tradas en los trabajos de cuidado, suma- Hoy una gran cantidad de mujeres apor-
das a las del trabajo doméstico remunera- tan económicamente en igualdad con los
do y no remunerado, constituye la base de varones, y muchas dedican tiempo simi-
la discriminación y dificulta la igualdad de lar que ellos al trabajo remunerado, pero
oportunidades tanto para el acceso a me- no hay una equitativa distribución de las
jores fuentes de trabajo como a su posibi- tareas domésticas. Hay espacios institui-
lidad de permanencia y ascenso. Asimis- dos para la negociación en el mundo pú-
mo, limitan su autonomía y contribuyen blico, pero no existe el mismo tipo de ca-
a fortalecer la brecha de posibilidades de pacidad de conciliación al interior de las
perfeccionamiento de sus capacidades. unidades familiares. Mientras que las dis-
cusiones socio-económicas del mundo
Las responsabilidades del cuidado tam- público son tratadas exhaustivamente, la
bién imponen obstáculos para la libre problemática del mundo privado parece
elección de trabajos remunerados (en no ser relevante.
Igualdad de oportunidades 11
12. autodesvalorización en el caso de que no
1. 2. Sexualidad-maternidad-paternidad
se logre cumplir con esas exigencias.
No obstante las grandes transformacio-
nes culturales y las nuevas formas de re- Si bien no es cierto que “la biología es
lación entre los sexos, un punto clave de destino” como sustentara Freud, ni que
,
diferenciación entre mujeres y varones a las mujeres las mueva el instinto, es in-
en cuanto a la conformación de las sub- dudable que los tiempos biológicos de
jetividades está determinado por el eje mujeres y varones son distintos. A causa
sexualidad-maternidad-paternidad del reloj biológico, las mujeres deben to-
con consecuencias en todas las áreas de mar decisiones vitales que pueden hacer
involucramiento. A pesar de los cambios entrar en conflicto lo personal y lo labo-
persiste el hecho de que la sexualidad ral; ese determinante biológico limitativo
de las mujeres está fuertemente ligada condiciona el tiempo para decidir acerca
a la procreación, mientras que la de los de ser madres o no, resolver la contradic-
varones se vincula al placer, existiendo ción entre carrera profesional, laboral,
dobles valores al respecto. social, sindical, política y la maternidad /
maternaje. Esto ubica a las mujeres ante
Las relaciones sexuales suelen, para los las siguientes opciones:
varones, no tener la misma carga afectiva
que para las mujeres, y las consecuencias a)
Ser madres jóvenes “de excelencia” ,
no son iguales. Por otro lado, en relación tiempo completo, como exige el man-
con la sexualidad, como en el resto de las dato instituido, y postergar la carrera
acciones que deben enfrentar los varones, laboral, lo que significa un gran des-
la exigencia de ser siempre potentes, exi- fasaje con los varones, quienes no in-
tosos, sin claudicación, es fuente de desa- terrumpen su desarrollo a causa de la
fío y posible angustia, con la consecuente paternidad.
12 Igualdad de oportunidades
13. t r a b a j o y f a m i l i a
b) madres “añosas” como se denomi-
Ser , compartidas y sus consecuentes accio-
na a las que han privilegiado sus ca- nes, las mujeres madres son las que mu-
rreras. No se habla de igual modo de chas veces se ven ante el dilema de tener
padres “añosos” quienes no tienen li-
, que elegir un trabajo de medio tiempo, o
mitantes biológicos para la reproduc- en ciertos casos dejar de trabajar remu-
ción, ni la imposición de la responsa- neradamente hasta el momento en que
bilidad del cuidado. sus hijas e hijos comienzan la escolaridad;
c) ser madres, no procrear, a pesar de
No aun así, no suelen estar tranquilas, por-
los mandatos sociales que permane- que no hay espacios donde su prole esté
cen, juzgan, prejuzgan, ideologizan, y atendida idónea y seguramente mientras
hasta condenan, dicha decisión. Esta ellas trabajan fuera del hogar. La culpa,
exigencia de procreación no es im- resultado del mandato social de cuidado-
puesta del mismo modo a los varones. ras, es una constante, aparece permanen-
d) madres “de excelencia” y al mismo
Ser , temente, y la necesidad de enmendar su
tiempo profesionales, políticas o sin- ausencia las lleva con frecuencia a situa-
dicalistas también “de excelencia” con
, ciones de autoexigencia compensatoria,
los riesgos que tales exigencias signi- circunstancia que revela la necesidad de
fican, física y psicológicamente. cambios respecto de valores en torno a
e) ntrar y salir del mercado de trabajo,
E los nuevos significados que han de ad-
según el momento, alternando ello quirir las funciones de mujeres y varones
con la maternidad y el maternaje, con y su correlación con la maternidad y la
el consecuente perjuicio que les cau- paternidad.
sa interrumpir sus carreras.
Vemos cómo las funciones y responsabili-
Dado que todavía no está incorporado dades, fruto del rol de cuidado asignado a
el paradigma de las responsabilidades las mujeres, asociado de diversas maneras
Igualdad de oportunidades 13
14. a la maternidad, limitan su propio avance La identidad social y personal de los va-
en las carreras y muchas veces se instala rones no está definida por la paternidad.
como un factor discriminatorio. Así, la ma- Con la paternidad cambian sus expecta-
ternidad, que simbólicamente es sacrali- tivas, sus obligaciones, sus responsabili-
zada, puede establecerse como un impe- dades, sus afectos, pero por ella no ven in-
dimento para el desarrollo integral de las terrumpidas o postergadas sus acciones,
potencialidades de las mujeres. sus trabajos, sus carreras. Además, a dife-
rencia de lo que ocurre a las mujeres, la
Si bien el descubrimiento de los anticon- paternidad no deja huellas marcadas en
ceptivos permitió a muchas mujeres en sus cuerpos, ni existe igual tiempo limi-
nuestra cultura separar la sexualidad de tante para la fertilidad y la consiguiente
la procreación, la identidad de las muje- necesidad de enfrentarse a alternativas
res continúa fuertemente marcada por la trascendentes.
maternidad.
La maternidad y la paternidad, como
todas las acciones humanas, no son uní-
vocas ni homogéneas; son acciones po-
Aún persiste en ciertos espacios
lisémicas, cruzadas, entre otros factores,
el paso del hecho fáctico, bioló-
por la edad, la clase social, la etnia, la con-
gico, corpóreo de que “para ser
fesión religiosa y están atravesadas, de
madre es necesario ser mu- algún modo, por la ideología dominante,
jer” al ideológico-político por el que forma parte del poder hegemónico,
cual se considera “para ser mu- espacio donde se establecen las biopolí-
jer es preciso ser madre” . ticas y se aporta a la resolución de la con-
ciliación entre trabajo y familia.
14 Igualdad de oportunidades
15. t r a b a j o y f a m i l i a
Dentro de la suma de cambios, contradic- reproductivas, lo que incluye embriones
ciones y ambivalencias, hay permanencia congelados, alquiler de vientres; materni-
de los valores tradicionalmente institui- dad sin compañero/a, y también el deseo
dos junto a su cuestionamiento por parte de no ser madre.
de muchos sectores. Una de sus manifes-
taciones contradictorias aparece en re- Estos cambios inciden en las unidades
lación con la maternidad y al aumento familiares, hay un aumento de familias
del número de mujeres que no desean monomarentales (que llegan a casi el
ser madres, ni que su identidad esté li- 40% en muchos lugares), familias mono-
gada a la maternidad; al mismo tiempo parentales; familias ensambladas, familias
que es cada vez mayor el caudal de ma- en las que conviven proles de distintas/
dres precoces, cuyo proyecto de vida está os progenitoras/es; todo esto trae consi-
vinculado a la maternidad, y asimismo, la go transformaciones sustanciales en las
cantidad de mujeres que se someten a relaciones, en las tareas de cuidado, en
técnicas reproductivas no siempre exito- las responsabilidades compartidas, que
sas, pero onerosas en diversos aspectos, cuestionan la ideología hegemónica y re-
con la expectativa de ser madres. Por lo claman la adecuación a la realidad de las
tanto, más que hablar de maternidad de- políticas referidas al tema.
bemos hablar de maternidades: mater-
nidad como deseo, como elección, como Las modificaciones sociales, con la irrup-
privilegio; maternidad como imposición, ción de las mujeres en el mundo público,
como mandato; como adoptante, como están impactando sobre el ejercicio de la
producto de estupro, de violación; mater- paternidad. Se percibe, en ciertos secto-
nidad en parejas del mismo sexo; mater- res, una tendencia a la democratización
nidad como resultado de metodologías de la autoridad paterna; ya no es universal
Igualdad de oportunidades 15
16. la responsabilidad del varón como único que atribuye a los varones jerarquías,
proveedor, y la presencia de los padres en fortaleza, roles dominantes, autoridad
la crianza de sus hijas e hijos está aumen- y responsabilidad por la provisión eco-
tando; pero, del mismo modo que en el nómica como factor ineludible para el
caso de la maternidad, esta tendencia no bienestar familiar. De sus logros y éxitos
es uniforme. depende la inclusión social de su familia
y de sus hijos e hijas; tal es así, que inclu-
La paternidad es una construcción que so en ausencia el pater familiae mantie-
congenia con el resto de las construccio- ne su presencia.
nes humanas, tal como se ha expuesto,
y si la maternidad es en el imaginario Vemos, entonces, que un eje identitario
social lo que determina el ser mujer, la del ser mujer sigue siendo la maternidad
paternidad sigue asociada a la jefatura con su vinculación con la responsabilidad
familiar, a la autoridad, a la virilidad, a del cuidado, mientras que el del varón
la toma de decisiones, y el varón sigue está unido al poder, cuya responsabilidad
siendo tradicionalmente el que da el se inscribe en la obligación y exigencia
nombre a la familia y a la descendencia. de proveer. A ambos es preciso incorpo-
Ser padre debe verse dentro del proce- rarles los significantes ocultados: cuidar
so de formación de la masculinidad, es proveer y proveer es cuidar.
La maternidad también puede constituirse, y de hecho se ha dado, en potencia movilizadora,
que alcanzó su grado excelso a través de las Madres de Plaza de Mayo, quienes (paridas por
sus hijos/as, según sus propias palabras) arriesgando sus vidas, resignificaron la maternidad
al transformar el sacrificio en coraje, politizaron su dolor y lo convirtieron en arma de lucha
por la libertad. De ese modo, sus pañales-pañuelos blancos son hoy símbolo universal de la
dignidad y la fortaleza de las mujeres, como mujeres y como madres.
16 Igualdad de oportunidades
17. t r a b a j o y f a m i l i a
y renacer de la vida, a la que percibieron
2. Division socio-sexual del fun- ligada a sus propios ciclos vitales; ese co-
cionamiento de las sociedades nocimiento las impulsó al desarrollo de
la agricultura y facilitó la crianza de pe-
Todo a lo largo de la historia, siempre, exis- queños animales domésticos; se mejoró
tió una marcada división de actividades, la alimentación, se promovió la no depre-
responsabilidades y funciones según los dación, se estimuló la vida en comunidad,
sexos, y también la percepción del binomio y con ello el desarrollo de las artes, el te-
reproducción-producción como ente de jido, la alfarería, todas “cosas de mujeres”
mitades contrapuestas, oscureciendo su que cambiaron la historia. También des-
vínculo y recíproca complementariedad. cubrieron las hierbas curativas, pero ese
saber utilizado en su rol de sanadoras las
Así divididos, los varones, establecidos transformó en brujas temibles.
como proveedores, ancestralmente se
ocupaban de la caza, y las mujeres, como En el proceso, las mujeres quedaron res-
reproductoras de la especie, de la casa. Los ponsabilizadas del cuidado de la prole,
varones cazadores, exigidos por su papel del grupo, de la alimentación, de ser las
como protectores-proveedores, fueron custodias del fuego del lar; y los varones,
también depredadores; la búsqueda de por cuyos cuerpos no pasa la gestación,
alimento y de condiciones favorables para proteger su prole, su clan, su territo-
para la vida los impulsaba a ser nómades. rio, se dedicaron a las distintas formas de
Las mujeres, a causa de los embarazos, conquista y dominación que se fueron y
partos, puerperios y lactancias, requerían siguen adecuando al devenir histórico y
condiciones adecuadas para su función, sus consecuencias.
y esa necesidad las llevó a sedentarse. En
esa división, ellas descubrieron la fuer- En la Edad Media los/las integrantes de la
za de la tierra, de la naturaleza, el nacer familia estaban bajo el dominio del jefe
Igualdad de oportunidades 17
18. varón para su protección y provisión. Du- de producción, pero manteniendo las de
rante siglos la familia fue una unidad de cuidado, aunque se comenzó a compar-
reproducción-producción, las tareas de tir esas responsabilidades y funciones de
cuidado de la niñez y la ancianidad no cuidado con otras instituciones. El padre,
eran un tema básico de responsabilida- como proveedor de bienes materiales,
des dado que la esperanza de vida era aseguraba la relación de la familia con la
muy corta y la muerte en los primeros sociedad; la madre fortaleció su función
años de vida era lo esperado. de cuidadora al interior de la familia, es-
pacio de la afectividad y protección ante
El capitalismo, con la revolución indus- los problemas de la sociedad.
trial, produjo cambios fundamentales
en el funcionamiento de las sociedades, Con el surgimiento del proletariado, la
se implantaron nuevos valores y relacio- prole se constituyó en un bien para la
nes entre las personas. Se desarrolló la producción y en un seguro para la vejez.
burguesía, se construyeron las ciudades.
Se produjo la separación hogar-trabajo,
imponiendo la supuesta disociación
El modelo de las mujeres en el
entre producción-reproducción, la divi-
ámbito de lo privado, de lo cerra-
sión público-privado, capital-trabajo; se
do, del cuidado y responsabilidad
ampliaron las fronteras del intercambio.
del equilibrio físico y emocional
Se instauró la división de funciones y
de la familia, implicó que se les
responsabilidades contrapuestas: varón
proveedor-mujer cuidadora. Como sus-
impusieran dificultades para
tento, se fue estableciendo un nuevo
acceder a los beneficios de los
tipo de familia: la familia nuclear, que res-
conocimientos requeridos para
pondía a los requerimientos de la nueva su inserción en el campo laboral
economía. La familia devino en unidad de externo a su hogar.
consumo, fue perdiendo sus funciones
18 Igualdad de oportunidades
19. t r a b a j o y f a m i l i a
Otro gran salto cualitativo en las relacio- bién con la actitud de las mujeres frente
nes se produjo a partir de la llamada se- a los cambios, a su rol en el cuidado, a sus
gunda guerra mundial y la consiguiente antiguas y nuevas responsabilidades, exi-
ubicación socio-laboral de las mujeres, gencias que no se les plantean a los varo-
hecho que trajo consigo desequilibrios nes. Ante estos veloces cambios y hasta
y la necesidad de nuevos equilibrios en tanto se haga realidad el principio de las
las relaciones familiares y sociales para responsabilidades compartidas, gran par-
llegar a acuerdos acerca de los trabajos te de las mujeres asumen dobles y triples
de cuidado y encarar las responsabilida- jornadas de trabajo.
des compartidas.
Las divisiones responden a las represen-
taciones simbólicas constituyentes com-
Responsabilidades compartidas
partidas en nuestra cultura, que sedi-
Las responsabilidades compartidas en mentan modos de sentir, pensar y actuar
los mundos privado y público aluden a sobre bases binarias, simplificadoras de
un cambio ideológico-político que habría la realidad, que ocultan la multiplicidad,
de cruzar todas las instituciones y estruc- la complejidad y las contradicciones que
turas sociales. Las rápidas transformacio- la conforman, y que continúan ubicando
nes socio-laborales objetivas no son fácil- a las mujeres en el mundo privado, el
mente aceptadas por el conjunto social. mundo cerrado, el de los afectos, el del
El espacio de lo doméstico fue siempre cuidado, el de la contención cuya cen-
el de las mujeres, y aunque muchos va- tralidad está dirigida a la formación del
rones, sobre todo jóvenes, se están in- “ser”. Es el lugar donde se realizan los
corporando al mismo, gran parte siente trabajos necesarios para la reproducción
que si lo ocupan, su masculinidad podría de la fuerza de trabajo y en el que se ubi-
ponerse en juego, especialmente frente a ca a la mujer como una intermediadora
sus pares. Pero éste no es solamente un dentro de la cadena para la instalación
tema de los varones; tiene que ver tam- de la ideología hegemónica.
Igualdad de oportunidades 19
20. Ese lugar arcano, idealizado, encubre que líticas y leyes económicas, como puede ser
también puede y suele ser el espacio de la regulación de precios, impactan sobre las
aprendizaje de las relaciones de poder posibilidades de desarrollo de las unidades
desigual, de las violencias, de los someti- familiares, y al mismo tiempo, las prácticas
mientos. Dicotómicamente, a los varones desarrolladas en el mundo privado en re-
se los coloca en el mundo público, el de la lación especialmente al cuidado y la edu-
producción, el espacio donde se deciden cación tienen efectos directos en el mundo
las macropolíticas, desde donde se con- público, como pueden serlo las posibilida-
duce el poder real, cuyo eje es la cons- des de inserción en el campo laboral.
trucción del “tener”, y que es también
parte fundamental y complementaria de
la transmisión de lo instituido. 3. Relaciones de
poder-dominacion y control
Es preciso notar que esa división El tema del poder es una cuestión filo-
ideológico-política intenta ocultar sófica, axiológica, política. Es el eje fun-
que ambos mundos se retroali- damental que hace a la dominación y en
mentan, se sostienen y enrique- sus diversas formas atraviesa todas las re-
cen mutuamente, y constituyen laciones y las luchas humanas, individua-
un continuo. les y sociales. No tiene una sola fuente, ni
una sola manifestación, ni un solo modo
de ejercerlo. En este artículo nos limita-
Las decisiones y acciones en cada uno de remos a lo que compete al cuidado y las
esos espacios influyen en el otro. Así, las po- responsabilidades compartidas.
20 Igualdad de oportunidades
21. t r a b a j o y f a m i l i a
Históricamente, el poder real, con algu- las personas y la diferencia sobre mujeres
nas fuertes excepciones (como los casos y varones. Hoy el poder está cada vez más
de Isabel de España, Isabel y Victoria de concentrado en manos de pocos grupos
Inglaterra, Catalina de Rusia, constructo- supranacionales, donde muchas veces
ras de imperios) ha estado y permanece se entrelaza lo lícito con lo que no lo es.
en manos de los varones como grupo. La Esas ciclópeas corporaciones que operan
inserción de las mujeres en los espacios a escala mundial establecen las reglas
antes vedados (mujeres presidentas de de intercambio por encima de los paí-
naciones, mujeres parlamentarias, muje- ses, los gobiernos y los Estados; deciden
res empresarias) está incidiendo notoria- sobre las inversiones, influyen sobre las
mente en las relaciones y en las políticas, políticas, el uso de los recursos, dominan
pero representa todavía pocos años en el conocimiento, las comunicaciones, las
la historia para que pueda producirse un tecnologías y, por ende, la vida cotidiana
cambio de paradigma del poder real. de las personas, el trabajo, el empleo, la
inclusión-exclusión.
La globalización es una de las formas
que ha adquirido el poder en la actuali- La posibilidad también mundializada de
dad; con ella se ha producido una nueva acceso a los nuevos saberes ha produci-
transformación en el desarrollo de las do una revolución en el conocimiento,
fuerzas productivas y las consecuentes abriendo un creciente abanico de in-
relaciones de producción, con los corres- novadoras capacidades profesionales y
pondientes efectos en el eje poder-domi- laborales, al mismo tiempo que ha con-
nación y control entre los países, su corre- solidado las brechas cada vez mayores
lato sobre las políticas, los efectos sobre en las competencias; brecha en la que
Igualdad de oportunidades 21
22. se ubican las mujeres, basada en las va- el pensamiento universal único, con dife-
riables analizadas anteriormente. Esta ex- rencias según los sexos, como sucede con
presión actual del poder opera junto a la el resto de los dogmas.
continuidad y permanencia globalmente
instituida de la situación y condición de Para lograr el mejor resultado de sus in-
mujeres y varones y sus diferentes po- versiones, las corporaciones utilizan la
sibilidades de recibir los beneficios que libre movilidad del capital y al mismo
esta etapa de desarrollo puede ofrecer. tiempo imponen fuertes restricciones a
Las mujeres una vez más se encuentran la movilidad de las personas, concreta-
en desventaja frente a los varones ante la das no sólo en políticas, sino en muros
dificultad de poder superar “el techo de materiales, unidos a los muros subjetivos
cristal” y “el piso enlodado” debido a que
, internalizados, producto de esas políti-
no hay cambios en las responsabilidades cas. No obstante ello, mujeres y varones
diferenciales instituidas; entre las cuales encuentran modos de atravesar esos
la cadena de cuidados es primordial. muros en busca de supuestas mejores
condiciones de trabajo y empleo, aun a
Parte importante de este nuevo poder riesgo de sus propias vidas. En ese sen-
global reside en la propiedad de los me- tido, la experiencia de cuidado de las
dios de comunicación, que sirve como mujeres es un antecedente de posible
instrumento para homogenizar las re- ubicación laboral, a pesar de la precari-
laciones, el deseo, el ocio, los cuerpos, el zación, la superexplotación y la falta de
consumo, la moda: una suerte de “Gran protección social a las que con gran fre-
Hermano” de George Orwell que instaura cuencia son sometidas.
22 Igualdad de oportunidades
23. t r a b a j o y f a m i l i a
situación Estado de situación y algunas propuestas.
Responsabilidades compartidas,
un compromiso político
n Convención contra toda forma de Discriminación hacia la
La
Mujer (CEDAW) incluye el tema de “responsabilidades familiares”
Se han de proveer servicios
que establece que se han de proveer servicios sociales para que
sociales para que madre y pa-
madre y padre puedan desempeñar con tranquilidad sus obli-
dre puedan desempeñar con
gaciones laborales. Esta Convención forma parte del art. 75 de la
tranquilidad sus obligaciones
Constitución Nacional; sin embargo no es hasta el momento un
laborales. tema de agenda de los/las decisores/as de políticas públicas.
n el Consenso de Quito de agosto de 2007 se impulsó otorgar:
En
reconocimiento del valor social y económico del trabajo
“El
doméstico no remunerado de las mujeres como asunto de
política pública que compete a los Estados, los gobiernos, las
organizaciones sociales, las empresas, las familias y la necesi-
dad de promover responsabilidades compartidas” .
“Adoptar y establecer las medidas necesarias económicas, so-
ciales, culturales para que los Estados asuman la reproducción
social, el cuidado y el bienestar de la población como objetivo
de la economía y responsabilidad pública indelegable.”
Igualdad de oportunidades 23
24. compromisos Compromisos integrados a los objetivos
establecidos en el último
Acta Acuerdo de la CTIO
Para contribuir a hacer realidad la igualdad de oportunidades:
Para alcanzar la equidad n Las políticas públicas en general y las de trabajo y empleo
entre mujeres y varones, la en particular han de tener esos parámetros dentro de sus ob-
conciliación entre el trabajo jetivos, incluyendo la visibilización del valor socio-económico
y familia ha de formar parte de las tareas de cuidado. Para ello no sólo es necesario un cam-
de las Leyes de Contrato de bio ideológico, sino que debe estar sustentado por legislación
Trabajo, de la Negociación específica que integre a todos los sectores involucrados.
n Ante la falta o lenidad de políticas públicas que sustenten las
Colectiva y de las Paritarias.
responsabilidades compartidas y a fin de facilitar la posibilidad
de las mujeres de emplearse y poder aceptar empleos registra-
dos y de tiempo completo, mercantilizan la responsabilidad
de cuidado, contratando la atención con centros de cuidado
privados, con servicio doméstico, con cuidadoras domiciliarias,
etc., casi todos en manos de otras mujeres.
n esto hay que adicionar la existencia de nuevas demandas de
A
cuidado a causa del envejecimiento de la población.
n oferta de servicios de cuidado de jornada extendida y de ca-
La
lidad es mayoritariamente privada y sometida a las leyes del mer-
cado, por lo cual es viable para las familias de altos ingresos. Las
25. t r a b a j o y f a m i l i a
estrategias para resolver la creciente de las madres y padres en sus lugares
problemática del cuidado están estra- de trabajo, con beneficios también
tificadas, las familias que disponen de para las/los empleadoras/es.
recursos económicos pueden recurrir n Se han de establecer políticas y
a modalidades de servicios que van programas universales dirigidos
desde el empleo de personas califica- al cuidado y las responsabilidades
das, a centros de excelencia; las fami- compartidas. La legislación existen-
lias con menores capacidades econó- te –si bien precaria– sólo beneficia a
micas recurren a familiares, amistades trabajadoras/res registradas/os. De
o redes de apoyo que no siempre las personas que trabajan en el mer-
están capacitadas o aseguran la con- cado informal, una gran mayoría son
tinuidad de estas funciones, lo cual mujeres, presionadas, en gran parte
retroalimenta y reproduce generacio- por sus responsabilidades familiares
nalmente el círculo de las diferencias y domésticas, quedando así fuera de
y las posibilidades de la infancia y su los escasos beneficios para el cuida-
ulterior inserción socio-laboral. do. La legislación prueba que la ideo-
n hecho de que las hijas e hijos de
El logía predominante sostiene que los
todas y todos las y los trabajadores/as cuidados son un asunto privado y del
–registradas/os o no, desempleadas/ ámbito familiar.
os– estén cuidadas/dos en lugares n Las tareas de cuidado sustentadas
que aseguren su idoneidad y seguri- sobre los conocimientos actualizados
dad redunda en el buen desempeño debe ser una decisión ineludible de
Igualdad de oportunidades 25
26. las políticas de Estado a las que se las normas, legislación y políticas
les destinarán los recursos humanos, existentes e incorporación de otras
materiales y económicos suficientes nuevas con la participación de todas
para que las mismas sean de calidad y las partes implicadas.
de carácter universal, sustentables n ampliación de la licencia por pa-
La
en tiempo y forma. ternidad será un aporte a las respon-
n Con la participación conjunta de los sabilidades compartidas y a la posi-
sectores implicados se monitoreará bilidad de mayor involucramiento de
el cumplimiento de lo existente en los varones en el cuidado de su prole
cuanto a servicios y a la legislación con beneficios para ambos.
y se implementarán los necesarios n Los temas del cuidado y de las respon-
adecuados a las diferentes demandas sabilidades compartidas ha de formar
y posibilidades. parte de la curricula educativa en
n Para alcanzar la equidad entre muje- todos sus niveles y asimismo de los
res y varones, la conciliación entre el contenidos de los medios de comu-
trabajo y familia ha de formar parte nicación.
de las Leyes de Contrato de Trabajo, n CTIO constituye un espacio privi-
La
de la Negociación Colectiva y de las legiado para proponer y promover
Paritarias. Esto implica revisión de la definición de políticas a tal fin.
26 Igualdad de oportunidades
27. Reflexiones finales
Los cambios individuales y sociales se retroalimentan, ¿Cómo se evalúa económicamente el compromiso
esto sucede con el cuidado y las responsabilidades que significa transformar un cuerpo en persona? Esto
compartidas. ¿Quiénes cuidan? ¿A quiénes? ¿Qué se es la ética del cuidado que es de incumbencia de las
comparte? ¿Cómo? ¿Con qué fines? mujeres como de los varones, de los Estados, de los
gobiernos, del conjunto de la sociedad.
Cuando a Freud se le pidió la definición de salud men-
tal, dijo: “Amor y Trabajo”. La ética del cuidado no sólo es la alimentación, el ves-
tido, la salud, la educación, la contención y acciones afi-
En las sociedades parece que el amor es competen- nes; entraña además el compromiso constante puesto
cia de las mujeres y el trabajo de los varones, oscure- al servicio de preparar y sostener al otro y otra para
ciendo que mujeres y varones amamos y trabajamos, que devengan en ciudadanas y ciudadanos en pleni-
somos fuertes y débiles, sensibles e inteligentes, de- tud, capaces de ejercer cabalmente sus derechos y ser
pendientes e independientes; tenemos las mismas responsables de sus obligaciones. En los primeros ci-
necesidades físicas y emocionales y nos sujetan los clos de la vida es la preparación para la inserción en el
mismos sentimientos eróticos y tanáticos. mundo, y en los demás, protección, sostén, presencia.
Implica también el cuidado de las personas ancianas,
La fórmula de economía del cuidado que se promue- de las que efectuaron esos trabajos en su juventud y
ve no incluye todo el compromiso vital que involucra que en el último tramo de su vida necesitan del cuida-
la ética del cuidado. Si las acciones se evalúan eco- do como reconocimiento, como derecho humano.
nómicamente, además de los trabajos cotidianos que
realizan las mujeres para la reproducción y los ocultos
de la producción; ¿cómo se evalúa el afecto, la solidari- El cuidado es un compromiso con la vida
dad, la contención? ¿Cuánto vale el “trabajo” de dar, de
estar, de escuchar, de cuidar física y emocionalmente?
Igualdad de oportunidades 27