Este documento argumenta que nuestros sentimientos no siempre reflejan la realidad y que debemos basar nuestros pensamientos en la verdad en lugar de en nuestros sentimientos. Explica que cuando creemos una percepción errónea de nuestra situación, nuestros sentimientos no reflejarán la verdad. Sin embargo, cuando conocemos y creemos la verdad sobre nuestra situación, nuestros sentimientos reflejarán adecuadamente la realidad. Insta a los lectores a basar sus creencias en la verdad de las Escrituras en lugar
1. Reflejando la realidad
Decirle a alguien que no debe sentirse de la forma que se siente es
una forma sutil de rechazo. Se puede hacer muy poco en cuanto a la
forma de sentir. El problema real, es que tienen una percepción
errónea de su situación la cual les hace sentir de la forma en que se
sienten. No puedes cambiar la forma en cómo te sientes, pero
puedes cambiar lo que piensas.
Por ejemplo, supón que tu sueño de tener tu propia casa está en
manos de una institución la cual está revisando tus datos para la
aprobación del financiamiento. Todos tus amigos están orando para
que seas aprobado. Pero llegas a casa una tarde y encuentras un
mensaje en tu teléfono diciendo que no calificaste. ¿Dónde estarías
emocionalmente en cuestión de segundos? ¡En el suelo!
Ahora supón que estás a punto de darle la noticia a tu cónyuge de
que tu casa sigue siendo un sueño. Luego escuchas el siguiente
mensaje en tu teléfono el cual te dice que el primer mensaje fue un
error. ¡Sí calificaste! ¿Dónde te encuentras emocionalmente?
2. ¡Hasta arriba! Lo que creíste en un principio no reflejó la realidad,
así que lo que sentiste no reflejó la verdad.
Imagina al agente de bienes raíces que sabe que sí calificaste
llegando a tu casa para felicitarte antes de que escucharas el
segundo mensaje. Él espera verte gozoso pero te encuentra
desconsolado "¿Por qué estás deprimido?" te preguntaría "deberías
estar feliz" Pero su ánimo parece no tener significado hasta que te
dice la verdad de tu préstamo. Si lo que crees no refleja la verdad,
entonces lo que sientes no refleja la realidad.
El orden de la Escritura es conocer la verdad, creerla, caminar de
acuerdo a ella y dejar que tus emociones sean un producto de tu
obediencia. Si crees lo que sientes en lugar de la verdad, ¿cómo
será tu caminar? Igual de inconsistente como tus sentimientos.
Pero cuando crees y actúas en la verdad, tus sentimientos
reflejarán la realidad. Jesús dijo: "¿Entienden esto? Dichosos
serán si lo ponen en práctica" (Juan 13:17 NVI)
Por Neil Anderson