1. La Planificación de la Catequesis II
Cuando pensamos en la planificación, nuestra mirada debe estar puesta
en la realidad que nos rodea y sobre esta, elaborar, crear, proyectar y
organizar, para obtener los mejores resultados posibles
Por: Lic. Juan Carlos López Olmedo | Fuente: ISCA www.isca.org.ar
Ya tenemos en claro que "Planificar", debe ser la primera actividad de quien prepara un
encuentro catequístico. Siguiendo con esta temática, vamos a profundizar la planificación
en las parroquias.
También esta es una de nuestras grandes falencias, que pueden tener atenuantes referidas a
la realidad de la propia comunidad, lo que no significa que hay que resignarse y no trabajar
para lograr, aunque sea, una mínima y adaptada planificación
Cuando pensamos en la planificación, nuestra mirada debe estar puesta en la realidad que
nos rodea y sobre esta, elaborar, crear, proyectar y organizar, para obtener los mejores
resultados posibles.
Toda tarea pensada, trabajada con responsabilidad, conlleva una carga de inconvenientes
que debemos superarlos. Los más comunes, a la hora de organizar la catequesis, pasan por
la falta de catequistas preparados, o por complicaciones en términos laborales de estos.
Como todo problema, habrá que buscarle una solución y organizar en base a lo que hay.
Encontrar el equilibrio y la armonía en una tarea articulada, en beneficio de la catequesis, a
veces es difícil, pero cuando el objetivo final es lograr obtener la conjunción entre
catequistas y catecúmenos, todo esfuerzo es doblemente valorado.
Solamente con una buena planificación, se puede lograr una mejor comprensión de toda la
historia de la salvación.
La Planificación de la catequesis parroquial
La tarea central de la Iglesia es el anuncio explicito del Evangelio de Cristo. De allí derivan
una serie de acciones pastorales, estructuras y funciones que hacen posible la misión. Entre
las acciones, se destacan la catequesis preparatoria para los sacramentos y específicamente,
la preparación para la primera comunión y la confirmación.
Este proceso de preparación debe ser sistemático y continuo. Lleva el nombre de "itinerario
catequístico permanente" y como tal, permite incorporar nuevos fieles a la Iglesia y ayudar
a los que ya están, a crecer y madurar en su fe.
Es impensable no planificar la catequesis; y hasta es anti-evangélico. Debe haber una seria
preparación, no solo de actividad, sino también de quienes tendrán a su cargo la tarea. Y
por supuesto, la planificación de la catequesis debe estar en armonía con la pastoral
orgánica de la parroquia.
2. Por todo ello, y en especial, para la catequesis de primera comunión y confirmación, es
conveniente tener en cuenta lo siguiente:
- En primer lugar, siguiendo el proceso de toda planificación, será necesario un diagnóstico
de la situación frente al tema. ¿hay niños y jóvenes (y adultos) para recibir los sacramentos?
- Compromiso, aunque sea mínimo con los actos centrales del calendario litúrgico
- Para los que ya están en pleno proceso ( 2º año de comunión, jóvenes o adultos) crear
acciones concretas para dar el paso de la norma heterogénea
(por ejemplo: ir a misa por obligación), hacia la norma autónoma (en la misa somos
comunidad que eleva su oración al padre y consagra junto con Jesús, toda la creación).
Lo que no debe faltar en toda planificación (y a menudo falta), es la serie de contenidos
mínimos; como las oraciones oficiales, las festividades, las prácticas religiosas, etc.; todo lo
que concierne a la vida concreta del cristiano.
Muchas veces, en el afán de los catequistas por innovar y de las Editoriales por presentar
textos nuevos, se privilegian los métodos por encima de los contenidos, o se presentan los
temas tan solapadamente, que pierden la fuerza del mensaje de Jesús. No olvidemos que
"no siempre lo nuevo es bueno".
Planificar es cosa seria, aunque en las cosas de Dios, la gracia está primera, porque estamos
invitados a utilizar todos los recursos de nuestra inteligencia y capacidad operativa por la
causa del Reino, pero no se ha de olvidar que sin Cristo, no podemos hacer nada.