2. Características de la obra de arte
sacro
Deben expresar la belleza divina.
Priorizan la expresión de la belleza
(entendida en términos cristianos)
por sobre la utilidad
“sirva a los edificios y ritos sagrados
con el debido honor y reverencia” (n.
123).
3. Arte sacro y belleza
“Por su naturaleza, están relacionadas con la
infinita belleza de Dios, que intentan expresar
de alguna manera por medio de obras humanas.
Y tanto más pueden dedicarse a Dios y contribuir
a su alabanza y a su gloria cuanto más lejos
están de todo propósito que no sea colaborar lo
más posible con sus obras para orientar
santamente los hombres hacia Dios”
En la Constitución de la Sagrada Liturgia del Concilio Vaticano
II, Sacrosantum Concilium, está escrito que las obras de arte sacro
(n.122).
4. El concepto de arte sacro
Las obras de arte religiosa y sacra, deben,
por tanto y “de cualquier forma” expresar la belleza
divina, la infinita belleza divina, con la que
mantienen una relación natural, que es
propia de su naturaleza. A través de la expresión
de la belleza, y en la manera en que se orientan hacia la
Belleza infinita,
pueden explicar su “único”fin
de dirigir “religiosamente” las almas a
Dios.
Papa Rodolfo El arte sacro y la belleza. Zenit en línea
5. Diferencia entre arte sacro y
religioso
Entre la obra de arte religioso y la obra de arte sacro existe
la misma relación que une y separa una poesía que habla
de Dios y una oración:
El arte religioso se convierte en
“sacro” cuando está dirigido al culto
sagrado, al rito sagrado, para que “sirva a los
edificios y ritos sagrados con el debido honor y reverencia”
(n. 123).
Papa Rodolfo. Arte sacro y belleza. Zenit en línea
6. Arte sacro y liturgia
En la exhortación apostólica Sacramentum Caritatis,
Benedicto XVI reflexionando sobre el espíritu de la liturgia,
da lugar a una reflexión sobre el arte al servicio de la
celebración, basada en el vínculo profundo entre “belleza y
liturgia”; en concreto leemos: “El mismo principio vale para
todo el arte sacro, especialmente la pintura y la escultura,
la iconografía religiosa se ha
en los que
de orientar a la mistagogía
sacramental.
7. Las imágenes sagradas
Partamos precisamente del Concilio de Nicea II, analizando
sus precisas indicaciones: nosotros definimos con todo rigor
y cuidado que, a semejanza de la representación de la cruz
preciosa y vivificante, así las venerables y santas
imágenes, tanto pintadas como en mosaico o en cualquier
otro material adecuado, deben ser expuestas en las santas
iglesias de Dios, sobre los ornamentos sagrados, sobre las
vestiduras sagradas, en las paredes y en las tablas, en las
casas y en las calles.
Las imágenes sagradas se colocan en el mismo plano que la
representación de la cruz, y a semejanza de la cruz deben
ser expuestas en todo lugar: en el contexto de la liturgia,
en los lugares sagrados, pero también en la vida cotidiana,
en los lugares privados como las casas, y en los lugares
públicos como las calles. La universalidad del mensaje
cristiano indica la medida de los lugares en los que exponer
las imágenes, es decir, todos los lugares. Las imágenes
sagradas deben además estar presentes en los ornamentos
sagrados y también en las vestiduras
8. Función de las imágenes sagradas
La contemplación de las imágenes induce
al recuerdo y al deseo de los sujetos
representados; se trata por tanto de una
dinámica cognoscitiva y afectiva, que
parte de la imagen representada pero
termina en el sujeto real; es análoga,
podríamos decir, a la función que tienen
las fotografías de nuestros seres queridos.
Mantener vivo el recuerdo y el deseo
constituye un cuidado importante de la
propia fe, el cultivo de la propia vida
espiritual
Papa Rodolfo. La imágenes sagradas. Zenit el línea