El tétano es causado por la bacteria Clostridium tetani que produce una toxina que daña los nervios y causa rigidez muscular y convulsiones. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, mandíbula cerrada, espasmos musculares y dificultad para respirar. El tratamiento implica antibióticos, suero antitetánico e inmunización para prevenir futuros casos. La mejor forma de prevención es mantener al día la vacuna antitetánica cada 10 años.