Las tropas y colonos romanos llegaron a las tierras de Extremadura en el siglo II a.C. para expandir el territorio de Roma. Después de someter las tribus locales, establecieron la provincia de Lusitania en el 25 a.C. con Augusta Emérita (la actual Mérida) como su capital. La ciudad prosperó bajo el Imperio romano y se construyeron importantes edificios como anfiteatros, casas y calzadas.