1. En Ucrania se imponen los que no quieren la paz
Por Lic. Hernán Etchaleco
A pesar de los trabajosos acuerdos de cese al fuego alcanzados la semana
pasada en Minsk, el conflicto bélico en Ucrania parece lejos de encausarse hacia
una paz duradera. Por el contrario, la injerencia injustificada de EE.UU. en la crisis
ucraniana amenaza con volver a escalar las hostilidades hacia un escenario de
guerra total.
Resulta paradójico que quienes dicen abogar por el fin de la guerra
amenacen permanentemente con el suministro de “armas letales defensivas”, vaya
eufemismo, si los rebeldes de la cuenca del Don no ceden a las exigencias de Kiev.
En ese contexto, cualquier negociación no parece más que una simple extorsión
encaminada al fracaso, dada la determinación de las autodefensas de Donetsk y
Luhansk de hacer valer sus reclamos.
No parece razonable pensar que más armas van a llevar paz a Ucrania.
Tampoco parece una solución tomar partido y respaldar a una de las partes sin
escuchar a la otra, tal el camino elegido por Bruselas, que mientras anuncia su
vocación de encontrar una salida negociada financia y entrena al ejército ucraniano
en territorio de la Unión Europea. ¿Será que la UE ha decidido sostener la
candidatura de Angela Merkel a premio Nobel de la Paz impulsando una guerra? A
Obama no le fue mal por ese camino, tal vez sea el que prefieren los académicos
suecos.
Más allá de las ironías, la crisis en Ucrania es una dura realidad para
millones de personas. Luego de más de un año de guerra más o menos constante
se cuentan seis mil muertos y la cifra de desplazados bordea los dos millones. Las
masacres de civiles se suceden y como ocurre en cada conflicto, los jóvenes
sacrifican su presente y los niños su futuro. Y no se trata solo de los territorios
donde se combate. La economía nacional ucraniana se encuentra al borde del
colapso y la cuenta de la miopía de su liderazgo la deberán pagar los 44 millones
de habitantes del país.
El conflicto en Ucrania lleva ya demasiado tiempo y sangre como para que
las potencias sigan haciendo su juego geopolítico. Se impone una negociación
franca y creativa para dar respuesta a los reclamos de una población que se sintió
2. ignorada y avasallada en sus derechos cuando el derrocamiento del presidente
Yanukovich la dejó sin representación política y le ofreció un destino de paria en su
propia tierra.