1. ACCIÓN DE VARGAS
El 2 de noviembre de 1833, el teniente coronel Ibarrola, alzado por don Carlos,
alcanzó Reinosa donde dejó parte de su fuerza, continuando con el resto hacia la capital
por el Valle de Toranzo. Por su parte, el comandante Villalobos, que había ocupado
Torrelavega, debía marchar sobre Puente Viesgo, donde ambos se unirían a las fuerzas
de Echevarría para, todos juntos, caer sobre Santander. Echevarría llegó a Vargas a
primeras horas del 3, cuando aún no había salido Villalobos de la ciudad del Besaya, y
sus fuerzas, aún unidas a las de Ibarrola, eran menos de 300 hombres, mal armados oy
poco fogueados.
Al conocerse en Santander la noticia de que estas fuerzas amenazaban la ciudad,
salió de ella el coronel Iriarte con una improvisada columna compuesta por 330 infantes
–carabineros, milicianos y civiles armados- y 20 caballos del escuadrón del capitán
Guajardo, dirigiéndose al encuentro de los carlistas, a los que sorprendió descansando,
ya que no esperaban la llegada de enemigo alguno.
Entablado el combate, pronto fueron desbordados los carlistas que, ante el temor
de ser copados, abandonaron sus posiciones y se desbandaron, dejando sobre el campo
armas y efectos, 6 muertos y 112 prisioneros en poder de Iriarte, entre los que se hallaba
el teniente coronel Ibarrola.
El júbilo en Santander fue grande al conocerse la noticia de la victoriosa acción,
cuyos resultados fueron ampliamente exagerados.
Realmente, la acción de Vargas, de poca importancia militar por los escasos
efectivos empeñados, corta duración y reducido número de bajas, tuvo gran
trascendencia en el curso de la guerra, al dejar a Cantabria definitivamente fuera de la
órbita carlista. Cuon el consecuente aislamiento de la provincias vascongadas y Navarra
del resto de España
HERRERA ALONSO, Emilio. (Vargas, acción de) Gran enciclopedia de
Cantabria (T. VII). Santander, 1985