1. M8 – La Gestión
Equipo de Formación - Zona 8 – SAAC
formación@zona8sa.com.ar – www.zona8sa.com.ar
Página 1 de 2
POR ORDEN DEL COMANDANTE
CUENTO POPULAR DEL PERÚ.
Cierta mañana de marzo, bien temprano, un teniente convocó a todos los sargentos de un
cuartel para una reunión inmediata.
Rápidamente, dos de sus ordenanzas se moviliza ron de compañí a en compañí a y en
cuestión de minutos ya estaba enterado de la convocatoria hasta el más torpe y distraí do de los
sargentos.
Un cuarto de hora después, cuando los sargentos se presentaron en la oficina del teniente, éste
les dijo:
— ¡Por orden del comandante, la tropa debe asistir mañana al campo de práctica en
uniforme de campaña, a fin de contemplar el eclipse de sol que según los periódicos
tendrá lugar a las once en punto de la mañana!
Como estaba acostumbrado a dar órdenes escuetas, el teniente tomó aire y se atuzó el bigote
antes de continuar.
— ¡Más tarde, en el mismo campo de práctica, un especialista en astronomía explicará a los
soldados las causas de este raro fenómeno! ¡Pero si llega a llover, las explicaciones serán
dadas en el comedor del cuartel!
Apenas el teniente terminó de hablar, los sargentos salieron a comunicar la orden del
comandante a los cabos, para que éstos a su vez la transmitiesen a los soldados. Mas, como no
se trataba de un asunto relacionado con la disciplina ni con el ornato del cuartel, en el camino
eligieron a uno de ellos para que hablase con todos los cabos.
Aunque algo recelosos porque en las reuniones tempranas siempre recibí an alguna
reprimenda, los cabos no demoraron mucho en juntarse. Al verlos, el sargento elegido por sus
compañeros les dijo:
— ¡Por orden del comandante, mañana a las once habrá un eclipse de sol en el campo de
prácticas! ¡Inmediatamente después empezará a llover, por lo que la tropa pasará al
comedor, donde un astrónomo de campaña leerá a los soldados lo que los periódicos
dicen del fenómeno!
2. M8 – La Gestión
Equipo de Formación - Zona 8 – SAAC
formación@zona8sa.com.ar – www.zona8sa.com.ar
Página 2 de 2
Cuando el sargento preguntó si habí a alguna duda acerca de la orden, se produjo un silencio
general. Entre los cabos existí a un acuerdo tácito para lograr que las reuniones concluyesen lo
más pronto posible, pues de este modo disminuí an o desaparecí an las posibilidades de ser
regañados.
Los cabos siguieron el ejemplo de los sargentos y en lugar de transmitir cada uno la orden a
su escuadra, eligieron al más locuaz de ellos para que se dirigiera a la tropa. Tomó veinte
minutos reunir a todos los soldados en el patio mayor del cuartel pero apenas ocurrió esto, el
cabo seleccionado comunicó la orden del comandante:
— ¡Soldados: mañana a las once, el comandante eclipsará al sol con unos periódicos en el
campo de prácticas! ¡Más tarde, un especialista hará llover en el comedor pero, para que
este raro fenómeno se produzca, la tropa deberá vestirse con el uniforme de campaña!
Esa misma noche, antes de cenar, los soldados comentaron la orden del comandante. Como
cada quien daba una versión diferente, uno de ellos intervino y aclaró:
— Lo que dijo el cabo fue que mañana, a las once, el sol eclipsará al comandante quien, por
la tarde, volverá a aparecer en el comedor en uniforme de campaña. Más tarde, los
astrónomos tratarán de explicar este raro fenómeno pero, si no lo entendemos, nos
enviarán a ver a un especialista... Ah, se me olvidaba decirles que debemos llevar
periódicos para taparnos, por si acaso llueve.