El autor argumenta que la energía nuclear es la única solución ecológica para abordar el cambio climático debido a que no genera emisiones de gases de efecto invernadero y es la única fuente de energía disponible de manera inmediata que puede satisfacer la demanda mundial. Señala que las energías renovables no pueden expandirse lo suficientemente rápido y que los combustibles fósiles están acelerando el calentamiento global de manera peligrosa. El autor, un destacado científico ecologista, insta a sus compañeros