1. Dispareunia o coito doloroso
Por lo general, les sucede más a las
mujeres por las múltiples causas que lo
pueden provocar. Estas causas se pueden
deber tanto a factores orgánicos como
psicológicos. La visita a su médico podrá
solucionar esta disfunción sexual.
2. QUÉ ES LA DISPAREUNIA
La característica esencial de la
Dispareunia es la experiencia de dolor
genital asociado al coito
3. Se presenta, por lo general, durante la
penetración, pero existen personas que
sienten dolor antes, durante o después de
la relación sexual.
4. Las molestias pueden ser leves o
realmente incómodas e intensas. El dolor
puede implicar ardor, quemazón, picor, o
dolor cortante, y puede localizarse en la
parte interior o exterior de la vagina, en la
región pélvica o en el abdomen.
5. A QUIÉN AFECTA
Puede afectar tanto a hombres como a mujeres,
pero la consulta por Dispareunia masculina es
prácticamente inexistente
6. En las mujeres es un trastorno frecuente que
puede tener diferentes causas; se estima que
hasta un 15% de mujeres pueden tener molestias
de estas características.
7. La frecuencia de la aparición del coito
doloroso es muy variada; en algunos
casos puede presentarse en todos los
intentos de coito, en otros casos sólo
en contadas ocasiones, o sólo en
determinadas posturas.
8. Si bien la mayoría de las mujeres han
experimentado dolor en alguna ocasión durante
sus actividades sexuales, para que se
considere trastorno ha de presentarse de forma
crónica.
9. A QUÉ PUEDE SER DEBIDA
La Dispareunia puede deberse tanto a
factores orgánicos como sociales y
psicológicos; y pueden ser una o varias las
causas que originan la molestia, con lo que
a menudo se produce una interacción de
estos factores.
11. Infecciones de la vulva, la vagina y el tracto
urinario
(vulvitis, vaginitis, cistitis, uretritis), úlceras, herp
es, verrugas genitales u otras enfermedades de
transmisión sexual. Endometriosis o quistes de
ovarios.
12. Vaginismo (contracción involuntaria de los
músculos de la vagina, lo cual puede ser el
resultado o la causa de continuas relaciones
sexuales dolorosas).
Traumatismos o cicatrices, desgarros
resultantes del parto.
Enfermedades más generales, como
diabetes o hipertensión.
Estados carenciales de estrógenos, como en
la menopausia.
13. Cualquier estado físico que origine escasa
lubricación vaginal puede producir molestias durante
el coito.
Uso de determinadas cremas
anticonceptivas, espermicidas o productos
detergentes usados en la higiene íntima que irriten la
vagina.
Uso de determinados diafragmas o preservativos, o
reacciones alérgicas al látex.
Consumo de algunas sustancias y fármacos, como
antihistamínicos (tratamientos de alergias y
resfriados) o consumo de marihuana.
14. Causas no orgánicas o
psicológicas
Tan importante como los aspectos
orgánicos pueden ser los aspectos
psicológicos para la aparición de la
Dispareunia o dolor en la penetración.
Existen tres posibles causas:
15. Una estimulación sexual deficiente o
insuficiente que no permite la
lubricación necesaria para un coito
placentero.
16. Una causa primaria de origen orgánico.
Esto es, cuando ha habido una causa
física, como una infección o
enfermedad, que ha provocado molestias
en el coito, pero que tras su curación el
dolor persistió.
17. En estos casos se produce el fenómeno de
condicionamiento al dolor. Este
condicionamiento al dolor, durante cada
acto sexual, hace que la mujer tema la
penetración, lo que provoca una contracción
involuntaria de los músculos que rodean la
vagina, y entonces la penetración se vuelve
dolorosa.
18. La que es debida a ansiedad
durante las relaciones sexuales, ya
sea por tensión en la pareja en
casos de relaciones
conflictivas, por experiencias
previas sexuales traumáticas, por
una educación sexual
insuficiente, o por situaciones
graves de estrés que dificultan la
excitación.
19. COMPLICACIONES
El dolor coital puede ser un serio inconveniente para
el desarrollo de unas relaciones sexuales
gratificantes, no sólo por las molestias físicas que
conlleva, sino porque el temor al dolor puede
dificultar la excitación sexual e incluso actuar como
una barrera para el orgasmo.
20. Ese mismo miedo puede producir un
incremento importante de la tensión, que
dificulte el abandonarse a la experiencia
y el gozar de la sexualidad, o que facilite
la aparición de problemas, como el
vaginismo.
21. PREVENCIÓN Y
TRATAMIENTO
Para prevenir que el coito sea
doloroso, es importante tener en cuenta
algunas consideraciones:
22. Realizar las revisiones ginecológicas periódicas que
aconseje su especialista.
Antes y después de realizar el coito, efectuar una
higiene genital adecuada (lavado con agua). Se deben
evitar duchas y geles intravaginales, ya que alteran la
flora vaginal y la vagina puede ser sensible a contraer
infecciones.
23. Es importante que la vagina esté
lubricada; para ello, habrá que considerar
los juegos preliminares para lograr una
excitación óptima. Asimismo, se pueden
usar lubricantes solubles en agua.
24. En los casos en que el dolor es
inevitable y los intentos de coito
resultan fallidos, hay que acudir como
primera medida al médico para que
realice un diagnóstico y tratamiento en
caso de tratarse de un trastorno de
origen orgánico, o para descartarlo.
25. En caso de padecer Dispareunia no
orgánica es conveniente acudir a un
terapeuta sexual para tratar el origen
psicológico.
26. El tratamiento psicológico de la
dispareunia se basará en intervenciones
de tipo cognitivo-conductual, y consistirá
siempre en informar sobre las
características de la disfunción, y sobre
la anatomía, fisiología y respuesta
sexual femenina.