3. Por el contacto que he podido tener
con personas mayores en el hospital,
creo que es una experiencia
enriquecedora ya que no solo aprenden
de nosotros sino que somos nosotros los
que aprendemos de ellos, ya que son
personas que tienen mucho que aportar
y dar.
4. Los valores que la sociedad transmite sobre la
vejez suelen ser negativos, ya que la vejez
suele ser sinónimo de estorbo.
Es muy común que los jóvenes marginen a los
ancianos y que no se queje nadie por ello,
salvo los propios ancianos.
Los valores principales que da la sociedad
sobre la vejez son: estorbo, abandono,
inutilidad, enfermos, entre otros.
Por ello es muy importante cambiar esta
visión sobre los ancianos y frenar esta
marginación.
5. Actualmente se considera al anciano como un estorbo,
como algo que no se sabe donde colocar y que
hacer con él. Lo ponemos frente a la tele para que
‘’moleste’’ lo menos posible.
Se abandonan en asilos o residencias de ancianos con
la excusa de ser mejor cuidados y tratados por
profesionales, a pesar de que la mayoría no tiene
ninguna patología.
Los ancianos no sirven para nada, no aportan nada
nuevo a la sociedad y por ello se le atribuye la
inutilidad.
A veces se cae en el error de relacionar o identificar al
anciano con la persona enferma o discapacitada.