1. EL PECADO DE CHISMEAR
INTRODUCCION
I. Uno de los peores usos que podemos darle a la lengua es aquel que se relaciona con el chisme o
la murmuración.
A. Desde los días del A. T. Dios prohibió el chisme en medio de su pueblo; cf. Lv. 19:16.
B. Muchos proverbios nos advierten sobre el chisme y los chismosos; cf. Pr. 16.28; 18:8.
C. En el N. T. también se nos hacen algunas referencias con respecto al chisme; cf. 1 Ti. 5:13.
1. A través de toda la biblia se nos hacen serias advertencias sobre el chismear o murmurar
en contra de nuestros semejantes.
2. Prestemos atención a tales advertencias pues gracias a ellas podemos evitar muchos
problemas tanto personal como congregacionalmente.
II. Analicemos ahora el significado y la etimología de la palabra chisme.
A. Según el Diccionario Etimológico Indoeuropeo de la Lengua Española; la palabra “chisme”
proviene del término griego “skhizein”,que es la raíz de la palabra “esquizofrenia. La idea
hace evidente una acción de dividir, romper o separar una cosa de la otra.
B. Según el Diccionario Vine de Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento; la palabra
“chismoso” se origina del término “fluaros” que evidencia una persona murmurante o que
habla en contra de otra.
C. La palabra “chisme” tiene origen en la raíz griega “schisma”, de donde obtenemos el
término “cisma” que evidencia una ruptura, corte o división. Cuando hablamos de un
chisme, sencillamente se da por contado que se dice algo (sea falso o verdadero) en contra
de alguien.
1. Un chisme no es necesariamente una mentira.
2. Pero al igual que con una mentira, el chisme (murmuración) siempre busca el mal de
nuestro prójimo.
3. Hablamos de una persona chismosa cuando a través de su información o comentario,
busca hacer daño a otro individuo.
III. En Nm. 12:1-16 se nos registra un ejemplo de dicha situación.
A. En Ro. 15:4; 1 Cor. 10:5; 11 se nos dice que estas cosas sucedieron como enseñanza,
ejemplo y advertencia para todos nosotros.
2. B. Muchas son las cosas que podemos aprender a través de este registro particular de las
Sagradas Escrituras.
C. Veamos entonces las causas y los efectos del chisme a partir del registro en Nm. 12:1-16.
DESARROLLO
I. La Razón de la Murmuración.
A. Muchas veces los chismes nacen de un hecho verídico; cf. 12:1.
1. Durante muchos siglos los judíos han debatido si la “mujer cusita” y Séfora son la
misma persona. Según varios comentaristas el gentilicio “cusita” es aplicable tanto a los
hijos de Cus (Etíopes); cf. 2 R. 19:9; Est. 1:1, etc., como a los habitantes de la península
arábica; Ex. 18:1-5.
2. Otros comentaristas piensan que Séfora y la mujer cusita son personas muy diferentes, lo
cual implicaría que Moisés se casó dos veces. Bien por causa de la muerte de su primer
esposa (Séfora), bien por razón de poligamia (aunque esta última opción tiene pocos
defensores).
3. El caso es que María y Aarón levantaron un chisme en contra de Moisés.
a. Hablaron en contra (RV60; LBLA).
b. Murmuraron (BTX)
c. Criticaron (NTV)
d. Hablaron mal (TLA)
B. No pocas veces los chismes nacen de las personas más cercanas al implicado.
1. Es muy diciente que la murmuración en contra de Moisés naciera precisamente de sus
propios hermanos (las personas más cercanas e íntimas).
2. Es natural que nos critiquen personas contrarias a nuestras creencias o comportamiento.
3. Sin embargo; como este texto lo confirma, muchas veces nuestros mayores
contradictores son las personas más cercanas; cf. Sal. 55.12-14.
C. Generalmente los chismes nacen de la envidia, rivalidad y prepotencia; cf. 12:2a.
1. Las palabras de María y Aarón evidencian primeramente un gran desprecio hacia una
persona de origen o condición diferente: “María y Aarón hablaron contra Moisés a
causa de la mujer cusita que había tomado…”
a. En este contexto se alcanza a percibir un prejuicio de tipo racial.
b. Sin embargo a veces el prejuicio puede ser de tipo genérico, material o intelectual.
c. Muchas veces los prejuicios son la raíz de las murmuraciones.
2. Las palabras de María y Aarón exponen una enorme ingratitud y desprecio: “Y dijeron:
¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová?...”.
3. 1. Ellos ignoraron el gran esfuerzo de Moisés durante todo el tiempo.
2. Ellos ignoraron la enorme paciencia de su hermano.
3. Ellos ignoraron la voluntad del Señor.
3. Las palabras de María y Aarón demuestran una gran prepotencia y orgullo: “…¿No ha
hablado también por nosotros Jehová?
1. Ellos primero cuestionaron a Moisés.
2. Luego se le pusieron a la par de Moisés.
3. Todo lo que buscaban era el primer puesto.
II. Los Efectos de la Murmuración.
A. Dios los escuchó; cf. 12:2b.
1. Nuestras palabras reflejan la llenura de nuestro corazón; cf. Pr. 23:7; Lc. 6:43-45.
2. Tenemos que dar cuenta a Dios por todo lo que digamos; cf. Mt. 12:36-37.
3. Cambiemos el corazón para cambiar nuestro mensaje (palabras); cf. Ro. 12:2.
B. Dios los castigó; cf. 12:6-10.
1. Dios exalta a Moisés; cf. 12:6-8.
a. Moisés no reacciona carnalmente como sus hermanos; cf. 12:3.
Muchos nos indignaríamos contra aquel se osara hablar contra nosotros; otros
saldrían en defensa de aquellos comentarios tan negativos y perjudiciales y no
pocos señalarían a los chismosos públicamente de su pecado.
Moisés reacciona con mansedumbre: Paciencia y humildad.
b. Moisés no toma venganza de sus contradictores.
En primer lugar no vemos comentario alguno de parte de Moisés contra aquella
murmuración de sus hermanos.
En segundo lugar no vemos acción alguna de parte de Moisés para con aquellos
que hablaron mal de él.
c. Moisés permite el accionar divino antes la reacción natural; cf. Ro. 12:19.
2. Dios se irrita con los murmuradores; cf. 12:9.
a. Dios se molesta contra los murmuradores.
b. Dios se aparta de los chismosos.
3. Dios castiga a los murmuradores; cf. 12:10.
a. Dios castiga a María públicamente al ponerla en la posición de inmunda; cf. Lv.
13:9-11; Nm. 12:12.
b. María no solo fue apartada del tabernáculo, sino también de la congregación; cf.
12:14-15.
4. c. Dios castiga duramente al chismoso o murmurador. Nunca más María o Aarón
pusieron el tela de juicio el liderazgo de Moisés.
III. La Naturaleza de la Murmuración.
A. Las murmuraciones evidencian una falta de temor a Dios; cf. 12:8.
1. A veces pensamos que el temor a Dios se restringe a la persona de Dios.
2. A veces limitamos ese temor a Dios a nuestros actos de adoración personal y público.
3. Sin embargo, aquí se nos demuestra que el temor a Dios evidencia una actitud y
comportamiento correctos con nuestros semejantes,cf. Ro. 13:7.
B. Las murmuraciones manifiestan mucho desprecio para con nuestros semejantes; cf. 12:1-2.
C. El chisme o la murmuración son un pecado terrible; cf. 12:11.
1. A veces limitamos los pecados terribles a la fornicación, el adulterio o la apostasía
(entre muchos).
2. Sin embargo, el chisme y la murmuración también son pecados muy terribles.
3. Todo chismoso o murmurador hace tanto daño como todo fornicario o adulterio. Unos
y otros requieren el arrepentimiento genuino.
CONCLUSION
I. La lengua es un órgano neutral que puede servir para el mucho bien o para hacer el mal.
II. Podemos usar nuestra lengua para enseñar, edificar, corregir y exhortar o reprender; pero
también podemos usarla para mentir, engañar, chismosear o maldecir.
III. Dios permita que usemos nuestra lengua de la mejor forma posible.