Este documento critica la industria de la belleza por promover imágenes irreales de mujeres jóvenes y perfectas para vender productos cosméticos caros e ineficaces. Argumenta que esto hace que las mujeres se sientan culpables por no cumplir con esos estándares imposibles y las obliga a gastar dinero en una búsqueda vana de la juventud. También señala que esta industria ignora a las mujeres mayores de 50 años y promueve la idea de que sólo las mujeres jóvenes y bellas merecen ser visibles.