3. FRACTURA EN RODETE, TORO o CAÑA
DE BAMBÚ
• El término “torus” (latín “torus”= cordón) por recordar
el aspecto que forma el relieve cortical a nivel del foco
de fractura a esta estructura.
• Su localización predilecta son las metáfisis o más
concretamente la unión metafiso- diafisaria. Son más
frecuentes a nivel del tercio distal del radio y proximal
del húmero con menor frecuencia.
• Su mecanismo de producción es una compresión axial
sobre el hueso ante una caída, por ejemplo sobre la
palma de la mano en el caso de la extremidad distal del
radio. Fracasa el hueso en la unión del tejido esponjoso
con el cortical que es mecánicamente más débil.
4.
5. • La clínica únicamente ocasionará dolor, impotencia
funcional y signos locales ligeros sobre la región
metafisaria afectada. No existirá deformidad ostensible
puesto que no hay desplazamiento entre los
fragmentos. La exploración radiográfica mostrará la
típica deformidad en la cortical en forma de rodete.
• El tratamiento es muy simple y únicamente requiere
inmovilización del miembro afecto durante 2 a 3
semanas puesto que al no existir desplazamiento
tampoco requieren reducción.
6. FRACTURA EN TALLO VERDE
• Denominación que recibe por el aspecto que adquiere el trazo de
fractura que es similar al producido cuando intentamos romper un
tallo verde provocando una inflexión del mismo desde sus
extremos.
• Su localización son siempre huesos diafisarios finos y con corticales
delgadas, tales como son el radio, cúbito y clavícula. En esta última
localización puede observarse como lesión obstétrica.
• El mecanismo de producción es por inflexión, fracturándose de
este modo la cortical comenzando por el lado convexo y
agotándose la energía traumática al llegar al lado cóncavo, pero
siendo suficiente para ocasionar una deformidad plástica que es la
que mantiene la deformidad angular entre los fragmentos.
7.
8. • El aspecto clínico del miembro fracturado es el de una deformidad
grotesca e intensa del miembro, haciendo fácil el diagnóstico
puesto que es de las fracturas de la infancia cuya deformidad es
llamativa. La exploración radiográfica mostrará la fractura
incompleta y la gran angulación de los fragmentos. Cuando se
localiza en el antebrazo es frecuente observar esta deformidad en
uno de ellos mientras el otro presenta una fractura completa.
• El tratamiento consistirá en la reducción del desplazamiento entre
los fragmentos. Para ello deberá convertirse la fractura en
completa, fracturando la cortical que ha quedado íntegra. Esto se
consigue acentuando la incurvación o invirtiéndola de forma suave
hasta notar un crujido que indica la fractura de la cortical.
Posteriormente se inmoviliza la extremidad en un vendaje
enyesado durante un período de 4 a 6 semanas.
9. INCURVACIÓN PLÁSTICA DIAFISARIA
• Se trata de una deformidad de un hueso diafisario sin presentar
trazo de fractura alguno.
• Su localización típica son huesos diafisarios finos con corticales
delgadas como son el radio, cúbito y peroné.
• Su mecanismo es por inflexión creando una deformidad elástica
primero y luego plástica sin llegar a producirse trazo de fractura
macroscópico, puesto que se trata en realidad de un deslizamiento
a nivel osteonal. El mecanismo productor suele ser directo sobre el
hueso afectado en el caso del peroné o bien indirecto por una caída
sobre la palma de la mano en el antebrazo. En ambos casos actúa
con baja energía traumática y obrando de forma lenta. Con
frecuencia puede observarse la fractura completa del hueso
paralelo (incurvación del peroné y fractura de la tibia, incurvación
del cúbito y fractura del radio).
•
10.
11. • La clínica se caracteriza por presentar escaso dolor e
impotencia funcional si no existe fractura asociada,
deformidad del miembro por la incurvación del hueso
afecto. La exploración radiográfica mostrará la incurvación
no anatómica del hueso afecto; en caso de duda debe
hacerse radiografía comparativa del lado no lesionado.
• El tratamiento dependerá de la intensidad de la
deformidad. Cuando es una deformidad cosméticamente
inaceptable, será necesaria la reducción y se obtiene
invirtiendo la angulación del hueso afecto presionando
durante unos cinco a diez minutos desde sus extremos
sobre un punto de apoyo (fulcro) colocado en el punto de
máxima angulación.
12. Tratamiento Cerrado De Las Fracturas
En El Niño
El tratamiento de las fracturas en el niño tiene
como objetivos principales:
• 1) Obtener una consolidación precoz
• 2) Evitar desplazamientos entre los fragmentos
• 3) Evitar los trastornos fisarios
• 4) Evitar la aparición de complicaciones
13. Los factores que influyen en realizar preferentemente
en niños un tratamiento cerrado de la fractura son:
• 1) La presencia de un periostio grueso que ayuda a la
estabilización de la fractura
• 2) Buena tolerancia de los métodos de inmovilización,
yesos y tracciones, que a diferencia de en el adulto no
provocan rigidez articular ni atrofia por desuso.
• 3) Rápida curación en relación inversa a la edad que
requiere menor tiempo de inmovilización.
• 4) La capacidad del hueso del niño a sufrir remodelamiento
ante fracturas desplazadas que eliminará muchas
indicaciones operatorias.
• 5) Al tener las fisis abiertas, si la fractura afecta a la misma,
se van a necesitar largos períodos de revisión de al menos 1
año para descartar posibles complicaciones.
14. REDUCCIÓN
• Como criterio de reducción es suficiente el
obtener una reducción adecuada y
únicamente en determinadas localizaciones
será necesaria una reducción anatómica, tales
son:
• - Fracturas epifisarias
• - Fracturas fisarias
• - Fracturas articulares
• NUNCA ES ADMISIBLE UNA DISROTACIÓN
ENTRE LOS FRAGMENTOS.
15. • Para llevar a cabo la reducción se deben seguir los
clásicos principios:
• 1) Llevar el fragmento distal al proximal invirtiendo el
mecanismo traumático que ocasionó la fractura.
• 2) Tener en cuenta la acción muscular y neutralizarla
con sedación o anestesia y colocando el miembro en la
posición más conveniente o adecuada para el tipo de
fractura.
• 3) A veces se requieren maniobras especiales para
conseguir la alineación de los fragmentos.
Otras veces será necesaria la osteoclasia del foco de
fractura, bien porque el trazo de fractura es incompleto y
los fragmentos quedan angulados o porque ocurre una
desviación secundaria y es necesario corregirla en una
fase precoz de consolidación.
16. INMOVILIZACIÓN
• Puede hacerse mediante Vendaje enyesado y la Tracción en
sus dos modalidades percutánea o transesquelética.
El vendaje enyesado primario es el que se utiliza como
inmovilización de urgencia ante una fractura reciente. Debe
utilizarse:
• - Siempre como vendaje de yeso almohadillado o vendaje
compresivo con férulas
• - Si se utiliza el vendaje de yeso completo debe siempre
abrirse longitudinalmente
• - Cuando existen dudas respecto a la circulación distal debe
ingresarse siempre al niño para vigilancia durante 24-48
horas para observar la circulación y sensibilidad distal
• - El miembro debe permanecer elevado y estimular a
movilizar los dedos que siempre debe hacerse sin presentar
dolor.
17. • A los 7-8 días debe colocarse el vendaje de yeso definitivo o
Vendaje de yeso secundario que a diferencia del anterior:
• - El almohadillado debe ser escaso
• - Se coloca por aflojamiento de la inmovilización primaria,
remanipulación de los fragmentos o tras un periodo de
tracción previo
Los yesos funcionales en el niño tienen escasa utilidad,
únicamente en niños mayores y en determinadas fracturas,
podrían estar indicados. La tracción puede utilizarse en forma
percutánea o transesquelética. La tracción percutánea es hoy
en día utilizada de forma muy escasa. Únicamente estaría
indicada en fracturas de fémur en niños menores de 2 años y
menos de 20 Kg. de peso (tracción tipo BRYANT) o como
inmovilización temporal en fracturas de fémur de niños
mayores temporalmente, hasta poder realizar el tratamiento
quirúrgico (tracción de RUSELL).
20. • Fracturas que afectan a la fisis y cuyo trazo
afecta a la articulación requiriendo una
reducción anatómica (Tipos III-IV)
21. Siempre que existan dificultades para el
tratamiento conservador.
Polifracturados
Traumatismos craneoencefálicos graves o
abdominales.
Anomalías óseas congénitas
Interposición de tejidos blandos en el foco de
fractura
CUIDADOS ESPECIALES
22. Las fracturas cuyo tratamiento quirúrgico
representa tratamiento cerrado son:
23. METODOS
La osteosíntesis en el niño no es preciso que sean
rígidas por lo siguiente:
Las que no lo son provocan menor inhibición en
la proliferación del callo perióstico.
Siempre hay que tener presente que este es muy
activo en los niños.
No hay riesgo de rigideces articulares a pesar de
la inmovilización y además los periodos de
inmovilización son más cortos
Siempre pueden combinarse las inmovilizaciones
no rígidas con los vendajes enyesados.
24. OSTEOSÍNTESIS INTERNAS
Agujas de Kirschner.-.
Introducirlas mejor a mano que con motor para
evitar necrosis ósea.
Atravesar la fisis lo más central y perpendicular a
la misma si es posible
Dejarlas percutáneas para facilitar la extracción
y siempre doblarlas.
26. Colocarse un vendaje enyesado
externo.
Fracturas que afectan al cartílago de
crecimiento.
Fracturas de localización metafisaria cuya
reducción es difícil de mantener.
27. TORNILLOS
Al igual que las agujas no consigue una
reducción estable y rígida, por tanto requiere un
vendaje enyesado.
28. • Nunca deben atravesar la fisis, salvo que este
muy próximo su cierre.
• Su utilización serán las fracturas epifisarias
tipo III de Salter y Harris)
• fracturas apofisarias, fracturas del cuello
femoral
29. PLACAS ATORNILLADAS
Indicadas en todo caso las fracturas diafisarias.
Tienen ventajas como el conseguir una
reducción anatómica y estable, además de
conseguir una rehabilitación precoz.
30. Posibilidad de infección profunda
Lesionan el periostio
Favorece la desvascularización al exigir un
amplio abordaje
Provoca dismetrías que además de
permanentes pueden llegar a ser importantes
Facilita las refracturas al retirar las placas,
debido a la atrofia de cortical y orificios de los
tornillos.
31. OSTEOSÍNTESIS EXTERNAS
Son aquéllas que fijan los fragmentos una vez
reducidos o alineados mediante dispositivos
externos llamados también fijadores externos
32. INDICACIONES
o Fracturas abiertas con grave lesión de partes
blandas
o Fracturas con lesiones vasculares
o Fracturas con pérdida de masa ósea
o Polifracturados
o Asociación a Traumatismos Craneoencefálicos
Graves
33. Fracturas Fisarias (Epifisiolisis
Traumáticas)
Se trata de fracturas que asientan en la fisis o
cartílagos de crecimiento y cuyo trazo de
fractura puede ir recorriendo o cruzando dicha
estructura, provocando como resultado la
separación de una parte de la epífisis o la
totalidad de ella de la metáfisis.
epifisis
metafifis
34. EPIDEMIOLOGÍA
• Frecuencia: Alrededor del 20 - 25% de todas
las fracturas de la infancia.
• Edad: Se produce a cualquier edad, incluso
puede darse como lesión obstétrica, pero es
más frecuente en la pre o adolescencia.
• Sexo: Mayor frecuencia en el varón
• Localización: Se localiza con más frecuencia en
el miembro superior que en el inferior
36. • 1) Lesiones agudas:
Puede lesionarse por fuerzas de tracción,
inflexión o torsión.
• 2) Lesiones crónicas:
Fuerzas de estrés cíclico (cargas por segundo)
pueden provocar microfisuras en la estructura
del cartílago de crecimiento
37. CLASIFICACIÓN
Clasificación de SALTER y HARRIS:
TIPO I. Se trata de un trazo de fractura que
recorre toda la estructura del cartílago fisario.
Provoca la separación de epífisis y metáfisis.
Puede darse como lesión obstétrica (superior del húmero) y
asociarse a enfermedades o trastornos metabólicos óseos
(raquitismo, alteraciones endocrinas
38. TIPO II. El trazo de fractura será fisis -
metáfisis. Sería una fractura fisaria con un
fragmento metafisario de tamaño variable
Radiológicamente se conoce
como “Signo de Thurston-Holland
Clínica: Se suele producir en niños mayores de 10 años y
adolescentes. Localización más frecuente en el tobillo. El
pronóstico es favorable aunque en ocasiones si el
traumatismo es violento puede dañarse la fisis.
39. TIPO III. Se trata de un trazo que en parte
recorre la fisis y posteriormente se dirige hacia
la epífisis hasta completar un trazo intraarticular
El trazo sería por tanto fisis-
epífisis
Clínica: Es poco frecuente y más
al final del crecimiento
(adolescentes). Las localizaciones
típicas son la extremidad distal
de tibia y algo menos en la del
fémur.
40. TIPO IV. Se trata de un trazo que desde la epífisis
cruzaría el cartílago de crecimiento y continuaría
fracturando la metáfisis.
Sería pues un trazo epífisis-fisis – metáfisis.
Ocasionaría una fractura en dos fragmentos
que contendrían cada uno de ellos una
porción de la fisis.
Clínica: Es de
localización
frecuente en la
extremidad inferior
del húmero
(fracturas
condíleas)
41. • TIPO V. Es una lesión rara. Se diagnostica
tardíamente. Algunos autores niegan la
existencia puesto que se trataría de
aplastamientos fisarios por compresión.
Se localiza en articulaciones que se mueven
en un sólo plano tales como rodilla y tobillo
y que además son susceptibles de sufrir ante
una caída, fuerzas de compresión pura.