5. Trabaja con diferentes técnicas fotográficas,
ligadas casi todas a los orígenes del medio.
Uno de sus más conocidos procedimientos es
la furgoneta convertida en cámara fotográfica.
Como si se tratara de uno de los fotógrafos
pioneros del siglo XIX, Wolff recorre el mundo
con su cámara móvil, que suele situar frente a
los monumentos más emblemáticos de las
ciudades que visita y los fotografía con un
lenguaje visual que sí pertenece a nuestro siglo
6. Su padre, también judío, quería ser artista, pero
cuando llegó a Israel, procedente de Alemania
y con el recuerdo del horror pegado a la piel,
tuvo que conformarse con ser granjero. Ilan
Wolf es artista para rendirle homenaje a su
padre, y para recorrer el mundo, a lomos de su
furgoneta, su mejor compañera y su principal
herramienta de trabajo –la utiliza como cámara
oscura para sus creaciones–, intentando
aprender a vivir, a disfrutar de la vida, a
entenderla (en la maravilla y en el desastre)