Este documento habla sobre los costos de tener malos jefes en una empresa. Indica que los malos jefes provocan desmotivación entre los empleados, conflictos, y deterioro en la organización, lo que resulta en baja productividad, más desperdicios, rechazos de calidad, y accidentes. También señala que para ser competitiva, una empresa debe enfocarse en mejorar a sus líderes desarrollando habilidades como la humildad, la escucha, y el trabajo en equipo.
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PROCESOS INDUSTRIALES
3° “A”
CONTROL ESTADÍSTICO DEL PROCESO
ENSAYO: EL INACEPTABLE COSTO DE LOS
MALOS JEFES
LIC. EDGAR GERARDO MATA ORTIZ
EDGAR MONTOYA ROCHA
28/mayo/2012
2. EL INACEPTABLE COSTO DE LOS MALOS JEFES
En el texto se no habla de varios factores, de las cualidades de un mal jefe a una
toma incorrecta de decisiones que provocan desmotivación, conflicto con los
empleados, hasta jefe que producen el deterioro de organización.
Un buen jefe debe características personales y laborales de alta calidad, además
de esto debe generar y demostrar liderazgo, motivación y buena relación con los
empleados, también tiene que construir un ambiente de trabajo favorable
convirtiéndolo en una base de respeto y dedicación.
En cuanto a la baja competitividad de un jefe podemos saber que provoca la
desmoralización de sus empleados y es por eso que las empresas entran en
conflicto interno, (desperdicio de materia prima y de tiempo, como pérdida de
clientes y retrasos en las entregas). Lo anterior genera costos de operación,
menos utilidades o mayores pérdidas y, a final de cuentas, menor competitividad
y mayor riesgo de desaparecer como empresa.
Los malos jefes surgen por la falta de estudio, ignorancia, poca competitividad o
simplemente por no saber manejar la autoridad que él tiene.
Una empresa vale lo que construye su gente
Podemos saber y leer artículos en los que nos presuma de una empresa que su
objetivo principal es la gente y a su vez hacen, creer lo que no es. En su mayoría
las empresas si en verdad valoran la aportación de su gente serian cada vez
mejores.
La triste realidad es que los integrantes de la mayoría de las organizaciones
podrían aportar mucho mas, pero sus jefes lo impiden y en muchas ocasiones
hasta los que no son jefes.
Habitualmente un empleado no está enterado del objetivo que tiene la empresa si
no simplemente se le da a conocer el objetivo, de que el este ahí y de lo que tiene
que producir.
A otros ni si quiera les importa saber o informarse más.
Baja competitividad
Competitividad es una de uso cada vez más frecuente. Para visualizar la es útil
ejemplificar el desempeño de operarios de una planta productiva desmotivados o
3. no inspirados por un mal jefe. Cuando esta situación se da su impacto se aprecia
a niveles inaceptables:
Desperdicios y mermas
Rechazos por calidad
Descomposturas de maquinas
Accidentes en el trabajo
No hacer lo que haga falta o lo que se necesite
Por mencionar algunos niveles que se sucinta a falta de ser competentes.
El vocabulario administrativo y empresarial de los últimos doce años ha
destacado el término competitividad, esta es una condición de supervivencia, una
forma de aprender y crecer para enfrentar con éxito la vida, el entorno y los retos
de la existencia con vitalidad, es decir dentro de un proceso evolutivo de cambio,
desarrollo y mejora continua.
¿Qué se puede hacer? Cambiar uno mismo.
Stephen R. Covey explica en su libro de Gerencia:
No importa a cuantas personas usted supervise, hay una sola persona a la cual
puede cambiar: a usted mismo. La mejor inversión que puede hacer, entonces, es
en mejorarse a si mismo desarrollando los hábitos que le harán mejor persona y
mejor gerente.
Aprender las cualidades más relevantes: humildad para escuchar verdaderamente
a colaboradores y comunicar con responsabilidad.
Aprender a escuchar produce resultados extraordinarios, ya que nos permite
captar conocimientos, puntos de vista, observaciones, ideas, experiencias,
identificar oportunidades y como saber aprovecharlas.
Mejorar el liderazgo y la efectividad gerencial es el desafío de recursos humanos
y la dirección general. Pero sobre todo se trata de uno mismo, pues todo
departamento tiene sus altos mandos y sus subordinados pero el trabajo en
equipo puede ser la mejor retroalimentación para nutrir a una empresa y hacer la
crecer y de esta forma crecer con ella.
4. Podemos lograr mucho si aprendemos desde este momento a ser competitivos y
autoevaluarnos para saber qué tipo de líder quieres ser.