La diferencia entre los dones del espiritu y el fruto del espiritu
1. LA DIFERENCIA ENTRE LOS DONES DEL ESPIRITU Y EL FRUTO DEL ESPIRITU.<br /> I Cor. 12:11 “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” <br />Comentario: ¿Cómo se manifiesta el Espíritu Santo en los dones que Dios reparte a su pueblo? Pablo cita un total de nueve dones representativos (vv. 8–10). Una triple división atractiva de los dones es la siguiente:<br /> 1. Pedagógicos: sabiduría y ciencia (conocimiento)<br /> 2. Sobrenaturales: fe, sanidades y milagros<br /> 3. Comunicativos: profecía, discernimiento de espíritus, lenguas e interpretación de lenguas.<br />Comentario: La sabiduría es el primero de los dos dones pedagógicos. Dios da este don de sabiduría y comunica su contenido por medio del Espíritu Santo. Literalmente, el griego dice: «palabra de sabiduría»; otros traductores colocan: «que hablen con sabiduría»<br /> El segundo don pedagógico es el conocimiento. En esencia, se trata de «un conocimiento íntimo y personal de Dios que no depende del intelecto sino del amor, que depende del conocimiento que Dios tiene del hombre».<br /> El tercer don es la fe. Junto con los milagros y las sanidades, pertenece a la categoría de dones sobrenaturales. Como todo verdadero creyente tiene fe en Jesucristo, Pablo no se refiere a la fe salvadora. Más bien se refiere a la convicción completa y firme de que Dios va a realizar un milagro. Los dones de la fe y de sanidad están íntimamente relacionados. Santiago escribe que la oración de los ancianos de la iglesia que oran con fe sanará al enfermo (Stg. 5:14, 15). <br />El don de profecía ocupa el primer lugar entre los dones de comunicación, seguido por el discernimiento de espíritus, las lenguas y la interpretación de lenguas.<br />En cuanto a la profecía o al profeta, la congregación debe examinar las declaraciones proféticas a la luz de las Escrituras, así como los hermanos de Berea examinaron con cuidado las enseñanzas de Pablo para determinar si eran verdaderas (Hch. 17:11) “Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.” <br />Entendiéndolo de esta manera, los dones son recibidos como resultado del bautismo con el Espíritu Santo. El fruto es el resultado del nuevo nacimiento y de permanecer en Cristo. <br />El fruto tiene su lugar y los dones tienen su lugar. Ambos pertenecen a diferentes categorías de bendición espiritual. ------ Los dones espirituales indican capacidades espirituales, mientras que el fruto denota el carácter espiritual.<br />Los dones, en sí mismos, no son el medio para juzgar la profundidad de la vida espiritual de una persona. Sin embargo, el fruto es el criterio básico del desarrollo de la vida y el carácter espiritual. El fruto del Espíritu no tiene nada que ver con lo que una persona puede hacer en el servicio al Señor, sino cómo lo hace. ------- El fruto, es el resultado de un desarrollo lento y gradual. Debido a que el fruto sugiere rasgos de carácter, necesariamente involucra un período de desarrollo. <br />Existe la tendencia de mirar con asombro a uno que tiene muchos dones del Espíritu como si esto indicara que éste es un individuo súper espiritual. Es bueno darse cuenta que los dones no son, en si mismos, la indicación de una vida espiritual profunda. ------ Pablo dijo de la iglesia en corintio “nada os falta en ningún don” (I Cor. 1:7). De hecho, ellos eran reconocidos por el ejercicio de por lo menos algunos de los dones del Espíritu. <br />Al mismo tiempo el apóstol los acusa de ser carnales y culpables de permitir muchas situaciones en medio de ellos que no eran evidencias de crecimiento espiritual. <br />Saúl, fue conocido por el don de profecía. Alrededor del tiempo de su unción como rey leemos: “… y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, profetizó entre ellos. Y aconteció que cuando todos los que le conocían antes vieron que profetizaba con los profetas, el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿Saúl también entre los profetas?” (I Sam. 10:10, 11). ----- Más tarde en su reinado, después de que Saúl, había deshonrado al Señor y desobedecido su palabra, después de que Dios dijo que no escucharía más las oraciones de Saúl, y de que el Espíritu del Señor se apartó de él (I Sam. 16:14); Saúl se unió a un grupo de profetas y el Espíritu del Señor vino sobre él y él profetizó (I Sam. 19:23, 24). Ciertamente esto no indicó que Saúl fuera otra vez un hombre espiritual.<br />La medida del desarrollo del fruto del Espíritu en la vida de un individuo es, sin embargo, una verdadera indicación de firmeza y permanencia en Cristo. ¿Qué es más importante los frutos o los dones? La iglesia del Señor debe entender con qué propósitos Dios todavía nos tiene en la tierra, si nuestros principios están invertidos y lo importante pierde su prioridad, al mismo paso el poder que el Señor le ha otorgado se va disminuyendo y la ella queda como sal insípida. ----- En la fe y en la obediencia existe una relación, así también entre los dones y el fruto del Espíritu.<br />Pablo enfatiza la importancia de tener el fruto del Espíritu en relación con los dones, el entiende claro que los dones sin el fruto son impotentes y de poco uso. De hecho, va tan lejos hasta el punto de decir que son “nada.” -----Como en una completa relación del uno con el otro el escribe y dice: “Si yo hablase lenguas humanas o angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los ministerios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy” (I Cor. 13:1–2). ------Así que lo que Pablo está diciendo es que aunque él tenga el don de hablar en otras lenguas, profecía, sabiduría, ciencia y fe, pero sino tiene el fruto del Espíritu, estos dones significan absolutamente nada, son IMPOTENTES. --- El desarrollo de la naturaleza interior de un carácter semejante a Cristo debe respaldar el uso de cualquiera de los dones espirituales. <br />Mientras Pablo está enfatizando el hecho negativo de que el don sin el fruto no tiene valor, uno debe reconocer la verdad positiva de que el ministerio de los dones del Espíritu, acompañado por el fruto del Espíritu es de gran poder y utilidad en la obra del Señor. ------------- Para el Espíritu Santo es tan importante el carácter como lo es el poder. Se debe de entender que estas características no son impuestas sobre el cristiano desde afuera, sino son el resultado de una vida continua con Cristo por adentro. <br />Rev. Ángel M. Ortiz; M.Th. / M.Ch.C.<br /> Bibliografia: Simon J. Kistemakr<br /> <br />