Aproximación inicial sobre el enfoque integrador transcomplejo
1. ACERCAMIENTO EPISTEMOLOGICO
AL ENFOQUE INTEGRADOR
TRANSCOMPLEJO EN LA
INVESTIGACION EDUCATIVA.
Dr. Roberto Zamora H.
La educación, junto al trabajo, constituye sin duda uno de los medios
fundamentales para alcanzar el mejoramiento de la calidad de vida en una
sociedad que debe ser vista como un todo pero que es a su vez parte de un
mundo caracterizado por la complejidad, por constantes cambios, la
incertidumbre, lo caórdico, el cual definitivamente no puede ser percibido, ni
sus problemas resueltos desde la óptica del pensamiento clásico que ha
sustentado la ciencia hasta nuestros días.
En consecuencia, el hecho social denominado educación, exige una nueva
visión ajustada a esa realidad compleja y dotada de otros medios para su
abordaje a través de la investigación educativa, pues muy poco o nada se
lograría con la inveterada mirada lineal, reduccionista, desintegradora,
mutilante, preocupada por causas, efectos y una acumulación de conocimientos
descontextualizados en su mayoría por la utilización del método de las ciencias
naturales en las ciencias sociales.
Ciertamente, una visión aislada, independientemente del enfoque asumido
(cuantitativo o cualitativo), no puede dar cuenta de las realidades
interconectadas y susceptibles de rápidos y grandes cambios globales,
holísticos y complejos del quehacer educativo, por el contrario, tal dicotomía
2. debe ser superada por una visión pluriparadigmática capaz de reconfigurar la
forma de pensar y de hacer ciencia.
En efecto, la actitud reduccionista, en mi opinión, no se limita en ningún
caso al positivismo sino que abarca también el denominado paradigma
interpretativo, pues ambas ópticas unidimensionalmente consideradas implican
una visión reductora de la realidad educativa, por lo que suscribo plenamente
el planteamiento de Rodríguez (citado por Schavino, 2012), quien considera
que:
Este reduccionismo es más un modismo intelectual que una
perspectiva onto-epistemológica. Lo cualitativo pudiera estar
sirviendo, entre otras cosas para marginar lo cuantitativo no solo por
las críticas que siempre se le han hecho por su insuficiencia para
explicar la realidad, sino por el desconocimiento y en algunos casos
hasta la fobia que muchos científicos sociales tiene a lo cuántico.
Además, producto de la encarnizada disputa de los paradigmas
positivista e interpretativo, así como del innegable agotamiento del primero de
ellos, existen tendencias a señalar que la vía para investigar en educación se
reduce a la opción cualitativa, a pesar de que el problema de investigación
demande el uso de metodología cuantitativa. (Sirbent, en Schavino, 2012).
Asimismo, en la literatura sobre el tema, existen abundantes referencias
que sustentan la imposibilidad de lograr buenos resultados a través de
investigaciones con una visión aislada y unidimensional del fenómeno
educativo, dentro de las cuales vale la pena destacar a Fernández (2006),
Estraño (2007), Schavino y Villegas (2010), Schavino, (2012), entre otros.
Por ello, surge la necesidad de una nueva visión integradora, la cual en
virtud de apoyarse en los principios del pensamiento complejo e indagar, a
través, entre y más allá de las disciplinas científicas ha sido denominado
3. Enfoque Integrador Transcomplejo, que según Schavino y Villegas (2010),
constituye una “nueva cosmovisión paradigmática que propugna la adopción
de una posición abierta, flexible, inacabada, integral, sistémica y multivariada,
donde lo cuantitativo, lo cualitativo y lo dialéctico se complementan en una
relación sinérgica que configura una matriz epistémica multidimensional”.
En ese sentido, la nueva perspectiva está orientada, además de los
llamados principios de inteligibilidad del pensamiento complejo; sistémico u
organizacional, holográmico, bucle retroactivo, bucle recursivo, auto-eco-
organización, dialógico y de reintroducción, por la existencia de diferentes
niveles de realidad, verbigracia el macrofísico y el cuántico, sin limitarse a la
lógica aristotélica, avanzando hacia una lógica dialéctica que considera el
principio del tercero incluido (posibilidad de A y no A al mismo tiempo).
Así pues, como postulados epistemológicos en los que se sustenta el
Enfoque Integrador Transcomplejo, de acuerdo con Fernández (2006), aparece
en primer término la Complementariedad que implica la utilización de
metodologías transdisciplinarias dirigidas tanto a la comprensión de las
múltiples vertientes de un problema como a sus posibles soluciones,
trascendiendo la simple colaboración interdisciplinar hacia “una nueva visión
omniabarcante y transdisciplinaria”, pues efectivamente se trata de una “nueva
concepción de racionalidad científica, que conduzca a la superación de las
antinomias, las paradojas y las aporías gracias al empleo de la lógica
dialéctica”.
Al respecto, Martínez Miguélez (2003), considera que la
complementariedad se justifica por la “incapacidad humana de agotar la
realidad con una sola perspectiva, punto de vista, enfoque, óptica o abordaje,
es decir, con un solo intento de captarla” (p. 136).
En consecuencia, el instrumento esencial para lograr tal
complementariedad lo constituye el diálogo e intercambio enriquecedor de
4. nuestra percepción de la realidad, especialmente por quienes se ubican en
posiciones contrarias, por lo que no se trata de una interacción orientada en la
tolerancia del pensamiento de los demás; por el contrario, al decir de Martínez
Miguelez (2003), es necesario “implorarles que nos ofrezcan sus puntos de
vista” (p. 138).
Cabe destacar, que esta idea de complementariedad ofrecida por el autor
en referencia, coincide ampliamente con el principio de dialógica
epistemológica enunciado por Schavino (2012), pues se trata “de un debate
epistémico colaborativo y un cruce de voces para superar el fundamentalismo
epistemológico. Se acepta que hay otras verdades posibles, otras miradas o
interpretaciones que pueden debatirse”.
Por otra parte, el enfoque integrador transcomplejo descansa en la
necesaria sinergética relacional que comprende no solo la capacidad para
trabajar en equipo con otros investigadores sino la apertura de éstos, su
confianza y su disposición a sacrificar las posiciones individuales en favor del
desempeño y logros del colectivo, sumando realmente las energía de cada uno
de sus integrantes.
En tercer lugar, el principio de integralidad, expresa la necesaria
superación del holismo asumiendo la realidad como “múltiple, diversa,
relacional, en construcción y por ello, también construible” (Fernández, 2006).
Por último, el enfoque transcomplejo reposa en la idea de una
reflexividad profunda que debe entenderse como un proceso complejo de ir y
venir de las partes al todo y del todo a las partes al interpretar una experiencia
con miras a aprender de ella, repensando de manera crítica la investigación
educativa y los saberes obtenidos.
En efecto, parafraseando a Ángel Américo Fernández la epistemología
transcompleja implica “un viaje a través de los saberes” en el cual se genera un
diálogo con la contradicción, sin fronteras disciplinares, abierto, flexible, libre
5. de esquemas lógicos rígidos, sin que prevalezca una forma de conocimiento
sobre otra, pues lo importante es la unidad del conocimiento mismo.
MATERIALES DE REFERENCIAS
Estraño (2007). La Investigación como Enfoque Integrador Transcomplejo.
[Documento en Línea]. Disponible: http://www.entorno-empresarial.com
/articulo/1332/la-investigacion-como-enfoque-integrador-transcomplejo
Fernández, A. (2006), Epistemología Transcompleja. [Documento en Línea].
Disponible: http://www.debatecultural.org/Observatorio/Angel
AmericoFernandez2.htm
Martínez Miguélez, M. (2003). Transdisciplinariedad, un enfoque para la
complejidad del mundo actual. [Revista en Línea]
Disponible: http://www.concienciactiva.org
Schavino, N. (2012). La Transcomplejidad. Una Nueva Visión del
Conocimiento. Caracas: Ediciones Redit.
Schavino, N., y Villegas, C. (2010). De la teoría a la praxis en el enfoque
integrador Transcomplejo. Congreso Iberoamericano de Educación,
Buenos Aires, 13 al 15 de Diciembre de 2010. [Documento en Línea]
Disponible: http://www.adeepra.org.ar/congresos/congreso
%20iberoamericano/eic/r0721_schavino.pdf