1. Cine Brasilero en Barcelona
Publicado en La VANGUARDIA, 18.12.06
Llegué hace poco menos de una semana a Barcelona y pasaré aquí estos días
antes de volver a la capital federal de Brasil. Hasta el 21 de diciembre
Barcelona acoge la primera edición del Festival de Cine de Brasil que
anteriormente venía aconteciendo cada año en Miami y desde hace cuatro
también en Nueva York.. El Brazilian Film Festival presenta en el Verdi Park
nueve conocidas (y la mayoría laureadas) películas brasileras que no se han
estrenado en las carteleras españolas. Es una buena oportunidad para
aquellos que quieran conocer un poco más la cultura brasileña a través de
películas que tratan, en su totalidad, de historias muy ligadas a la realidad
historio-política y socio-económica de Brasil.
A finales de año en Brasilia ya se promocionó el “Ciclo de cine Español”
organizado por la Embajada Española y que era, en parte, el equivalente del
ahora estrenado Festival de Cine Brasilero en Barcelona. Los brasileños
interesados pudieron visualizar películas como “Volver” o “Todo sobre mi
madre” de Pedro Almodóvar entre otras como “Te doy mis ojos” de Icíar Bollaín
o “El método Grönholm” con Eduardo Noriega y Natalia Verbeke.
Mi primer contacto con el cine brasilero fue la película: “Estação Central do
Brasil”, premiada con el Oso de Oro en el festival de Berlín 1998. La película
trata sobre las vidas cruzadas entre un “menino” que se queda solo en São
Paulo después de la muerte accidental de su madre y de Dora, que vende sus
servicios como escriba a analfabetos que quieran enviar cartas para sus
próximos. Posteriormente, se estrenó la impactante y casi ineludible “Cidade
de Deus” de Fernando Mireilles. La acción transcurre en la famosa favela
circundante a Río de Janeiro creada en los años 60 bajo el lema quot;quien no
tenga techo, que venga a Cidade de Deusquot;. La película es un verdadero
quot;shockquot; para los espectadores y retrata sin escatimar detalles la vida de dos
personajes paralelos, Zé pequeno y Buscapé. El primero ambicioso de
convertirse en el mayor jefe del crimen organizado en la favela, y el segundo,
sueña con poder un día dedicarse a la fotografía. Paul Klee decía que “el arte
no reproduce lo visible, pero hace visible”. En este sentido, estas dos películas
2. brasileras consiguen fotografiar y captar la mezcla de esperanzas y
adversidades entre la pobreza y las desigualdades. Más allá del
entretenimiento.
Hasta el 21 de diciembre, títulos como “Amarelo Manga”, una historia de
amores y desamores en 24 horas, o “Crime Delicado”, del director premiado en
Sundance Beto Brant, “A Maquina”, sobre las difíciles condiciones de vida en la
región árida del nordeste de Brasil, “Achados e Perdidos”, que cuenta una
trama policíaca por descubrir quien mata a Magali y finalmente “O caminho das
nuvens”, una especie de hoja de ruta de un camionero en busca de trabajo,
aportan una buena dosis de cine fresco y entretenido.
“Sonhos e desejos” de Marcelo Santiago, que explica con un fuerte sentido
estético los embrollos entre un trio de militantes en un piso franco de Belo
Horizonte, “Veneno da Madrugada” de Ruy Guerra e inspirada en una novela
de García Márquez y finalmente la crítica “Zuzu Angel”, que con un punto
melodramático cuenta la lucha real de la famosa diseñadora Zuzu en 1973 por
enterrar a su hijo torturado y asesinado por la Policía Militar, son una más que
notable aportación al cine político crítico con la dictadura brasilera que duró de
1964 hasta 1989. No faltan en muchas de estas películas bandas sonoras con
un amplio repertorio de la Música Popular Brasilera liderada por Chico Buarque
o Milton Nascimento por ejemplo, y que algunas de sus canciones acabaron
simbolizando la protesta política.
Es probable que en menos de 60 segundos una presentadora con un acento
portugués notable y amable presente el film. En “Zuzu Angel” por ejemplo, la
acompañaba la productora que saludó a los espectadores. Junto con la entrada
se reparten unos papeles donde se le pregunta que le ha parecido la película.
Póngale un notable al buen cine.