1. Cuando era pequeña,mi abuelo solía contarme historias de
piratas y náufragos a la deriva por países inimaginables.
Recuerdo que podía pasar horas y horas escuchándole, su
dulce voz me relajaba, me hacía viajar por todos esos
mundos, que cada día que pasa anhelo más.Tal vez me gustaba
escucharle debido a que todas sus historias y en especial
una, tenían cierto grado de realismo. Se trata de la
historia de Alexandra, con la cual me identificaba un
montón porque era igual de aventurera y valiente que yo.
1720 d.C (Diario de Alexandra)
Nos dirigíamos hacia las islas galápago, al sur divisamos
una pequeña isla a varias millas de nuestro barco.En ese
mismo instante, otro barco nos ataca. Estuvimos luchando
todo el día hasta que anocheció. Puesto que oscureció y no
se veía nada, solo el reflejo de la luna en el agua me
escondí en el camarote de mi capitán. De repente un
escalofrío recorrió mi cuerpo: allí notaba la presencia de
alguien. No me lo pensé dos veces y salí corriendo hacía la
puerta, pero para mi sorpresa, un pirata del otro barco me
agarró con mucha fuerza y me sacó del camarote, me dijo que
si no me unía a su tripulación lanzaría al agua. Entonces
contesté “antes preferiría morir que ser sierva de su
tripulación”. sin mediar palabra, me arrojó al agua, y así
silenciosamente cayó mi cuerpo por la borda en la oscuridad
de la noche.
Mº del Carmen Gómez Mena 3º B